Vacaciones en tiempos de guerra

Mientras Barack Obama advert¨ªa seriamente el s¨¢bado de que la intervenci¨®n estadounidense en Irak va para largo, a sus espaldas, en el jard¨ªn de la Casa Blanca, esperaba ya listo el helic¨®ptero que lo llevar¨ªa rumbo a sus vacaciones. Dos semanas en la isla de Martha¡¯s Vineyard, Massachusetts, habitual destino de descanso estival de los Obama y de otros presidentes antes que ¨¦l como Bill Clinton.

Seg¨²n los pool reports, los reportes para el resto de la prensa acreditada en la Casa Blanca que hacen el peque?o grupo de periodistas que se turnan para seguir al presidente en todos los actos, p¨²blicos y privados, Obama no tard¨® ni media hora desde que lleg¨® a la que ser¨¢ su casa en la isla durante las pr¨®ximas semanas en agarrar sus palos de golf y marcharse a practicar durante varias horas el deporte que, para algunos, empieza a ser una obsesi¨®n presidencial.

La Casa Blanca ha asegurado una y otra vez que el hecho de que Obama se vaya de vacaciones no significa que vaya a descuidar los asuntos presidenciales ni las diversas crisis internacionales en que EE UU anda implicado, desde Irak a los intentos de negociar una tregua en Gaza o el conflicto en Ucrania que ha tensado las relaciones de Washington y Bruselas con Mosc¨². Obama adem¨¢s ha prometido que al regreso de su descanso estival anunciar¨¢ qu¨¦ ¨®rdenes ejecutivas -decretos- ha decidido para actuar en materia de migraci¨®n en vista de que el Congreso no ha sido capaz de aprobar una reforma migratoria que ofrezca una soluci¨®n para los m¨¢s de 11 millones de indocumentados que viven en el pa¨ªs.

De hecho, seg¨²n apuntaba en v¨ªsperas del descanso estival el portavoz presidencial, Josh Earnest, junto con los Obama ha viajado hasta Martha¡¯s Vineyard parte del Consejo de Seguridad Nacional, incluida su asesora personal en la materia, Susan Rice, y el n¨²mero dos del equipo, Ben Rhodes.

Adem¨¢s, no s¨®lo Obama habl¨® con el presidente de Francia, Fran?ois Hollande, y el primer ministro brit¨¢nico, David Cameron, sobre Irak antes de partir de vacaciones. Durante el vuelo hacia la isla tambi¨¦n se comunic¨® con la canciller alemana, Angela Merkel, esta vez para discutir la situaci¨®n de Ucrania.

El presidente tiene asimismo previsto regresar el pr¨®ximo domingo durante dos d¨ªas a Washington, para mantener unas misteriosas reuniones -la Casa Blanca se ha negado a revelar con qui¨¦n- que al parecer s¨®lo puede realizar ¡°en persona¡±, lo que ha aguzado las orejas de la prensa.

Obama no es el primer presidente que se toma vacaciones en tiempos de crisis. Ni siquiera es el que m¨¢s tiempo de asueto aprovecha.

Aunque en EE UU 15 d¨ªas de vacaciones es m¨¢s de lo que tiene por ley el trabajador medio, su predecesor, George W. Bush, bati¨® varios r¨¦cords vacacionales al pasar hasta cinco semanas en su rancho en Texas, incluso pese a que el pa¨ªs estaba en plena guerra de Irak. Seg¨²n recuentos de la prensa estadounidense, de los ocho a?os que permaneci¨® en la Casa Blanca, Bush pas¨® 490 d¨ªas en su rancho. Una cifra que s¨®lo super¨® su padre y tambi¨¦n presidente George H.W. Bush, quien en cuatro a?os de mandato estuvo 543 d¨ªas en la residencia familiar en Kennebunkport, Maine. En la lista tambi¨¦n figura otro destacado mandatario republicano, Ronald Reagan, quien tambi¨¦n pas¨® m¨¢s de a?o y medio (484 d¨ªas) de los ocho de presidencia en su Rancho del Cielo en California.

Obama tampoco es el ¨²nico presidente aficionado al golf, incluso en tiempos de guerra. En el verano de 1990, Bush padre fue duramente criticado por seguir acudiendo al campo de golf mientras las tropas estadounidenses se desplegaban en el marco de la Guerra del Golfo. Consciente de los cuestionamientos, cuando su hijo meti¨® a EE UU en la segunda guerra en Irak una d¨¦cada m¨¢s tarde, renunci¨® p¨²blicamente a practicar este deporte mientras durara el conflicto. ¡°Creo que jugar al golf durante una una guerra env¨ªa una se?al equivocada¡±, declar¨®.

Al actual inquilino de la Casa Blanca no parece preocuparle esa observaci¨®n. Y eso que su intensa afici¨®n al golf -ya sea en vacaciones o los fines de semana- ha sido ampliamente usada por sus cr¨ªticos y destacada por la prensa nacional. En Irak, ¡°terroristas se hacen con el control de m¨¢s territorio y recursos que nunca antes en la historia y ¨¦l [Obama] se va a jugar al golf¡±, escrib¨ªan el ex vicepresidente Dick Cheney y su hija Liz en The Wall Street Journal en junio. ¡°Por favor, regrese del campo de golf, necesitamos una decisi¨®n ya¡± en Irak, le conminaba al mismo tiempo por televisi¨®n otro republicano, el presidente del Comit¨¦ de Inteligencia de la C¨¢mara de Representantes Mike Rogers.