Fue doloroso, pero la verdad me liber¨®
El rencuentro de Guido nos renueva la esperanza y nos llena de energ¨ªa en esta lucha cotidiana que hace casi cuatro d¨¦cadas iniciaron las Abuelas en soledad y que hoy est¨¢ m¨¢s fuerte que nunca
Es incre¨ªble la emoci¨®n y alegr¨ªa que en la Argentina y en muchos lugares del mundo ha generado la localizaci¨®n de Guido, el nieto de Estela de Carlotto. Con ¨¦l, ya somos 114 los nietos recuperados por las Abuelas, pero a¨²n se estima que cerca de 400 j¨®venes no conocen su verdadera identidad. No hay dudas de que el de Guido ¡ªo Ignacio, como ¨¦l prefiere que lo sigan llamando¡ª no es un caso m¨¢s. Es el nieto de Estela, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, y por eso la repercusi¨®n medi¨¢tica es enorme, lo que, al mismo tiempo que altera la intimidad familiar, afortunadamente ha provocado un notable crecimiento de llamados y consultas a Abuelas de personas con dudas sobre su identidad.
La templanza y felicidad que mostr¨® Guido durante su presentaci¨®n nos hace bien a todos pero, principalmente, creo que le hace muy bien a ¨¦l. Cuando lo escuch¨¦ no pude evitar sentirme identificado con mucho de lo que dec¨ªa, y record¨¦ lo que me toc¨® vivir hace casi 20 a?os, cuando fui el nieto 52? que recuperaba su identidad. Aunque tengamos un origen similar, el haber nacido durante el cautiverio de nuestras madres o, como ocurri¨® en otros casos, el haber sido separados de sus padres siendo ni?os, todas las historias de nietos recuperados son diferentes y todos reaccionamos distinto tambi¨¦n.
Me result¨® muy dif¨ªcil asimilar a los 17 a?os que quienes yo cre¨ªa mis padres no lo eran¡±
Fue muy dif¨ªcil para m¨ª asimilar a mis 17 a?os ¡ªhoy tengo 36¡ª que quienes yo cre¨ªa mis padres en realidad no lo eran. Nunca antes hab¨ªa tenido dudas sobre ello. Ese momento marc¨® un antes y un despu¨¦s en mi vida, me toc¨® madurar de golpe. Todo ese tiempo, sin saberlo, mi familia biol¨®gica me hab¨ªa estado buscando incansablemente. A¨²n no me conoc¨ªan y ya me quer¨ªan. Cuando los resultados de los an¨¢lisis gen¨¦ticos confirmaron que yo era el hijo de Yolanda Casco y Julio D'El¨ªa, finalmente pudimos conocernos ¡ªdeb¨ª llamarme Mart¨ªn, pero cuando me dieron elegir, prefer¨ª conservar el nombre Carlos¡ª. Como mis padres, mi familia es uruguaya y vive repartida entre Montevideo y Salto. Empezaron a venir a visitarme a Buenos Aires y ten¨ªamos algunos encuentros al mes. Yo les ped¨ª ir de a poco, les dije que necesitaba poder procesar todo lo que me estaba pasando, y pese a todos los a?os que hab¨ªan pasado, respetaron mis tiempos. Nos un¨ªa la misma sangre, pero el v¨ªnculo no lo ¨ªbamos a construir de un d¨ªa para el otro. Ten¨ªamos que conocernos, aprender a querernos¡ En realidad, yo ten¨ªa que empezar a quererlos; ellos siempre lo hab¨ªan hecho.
Yo hab¨ªa tenido una infancia muy feliz y me hab¨ªan criado con mucho amor. Ese amor que sent¨ªa, y a¨²n siento, por la familia que me hab¨ªa criado era muy fuerte y yo no quer¨ªa perderlos. Que me hayan mentido durante tantos a?os me estaba haciendo mucho da?o, pero siempre me hab¨ªan dado mucho amor y eleg¨ª perdonar. Eleg¨ª sumar afectos, el de mi familia biol¨®gica y el de mi familia de crianza. A su manera, todos lo entendieron, priorizaron lo que a m¨ª me hac¨ªa bien, lo que yo quer¨ªa, y por eso me considero un gran afortunado. Con el tiempo, fui conociendo a mis padres a trav¨¦s de mi familia y sus amigos, y as¨ª aprend¨ª a quererlos, a amarlos, y tambi¨¦n a buscarlos como ellos lo hicieron conmigo. Saber lo que pas¨® fue doloroso pero la verdad me liber¨® y permiti¨® que cicatricen las heridas. La verdad siempre te hace bien. Hoy, junto a mi mujer In¨¦s y mis hijas Sol, Juana y Clara, viajamos frecuentemente a Uruguay y compartimos lindos momentos en familia. Son muchos los que nos quieren de un lado y de otro del R¨ªo de la Plata.
Este nuevo rencuentro, el de Guido, nos renueva la esperanza y nos llena de energ¨ªa en esta lucha cotidiana que hace casi cuatro d¨¦cadas iniciaron las Abuelas en soledad y que hoy, junto a todos los nietos, sigue adelante m¨¢s fuerte que nunca.
Carlos D'El¨ªa Casco es el nieto n¨²mero 52 de los hallados por las Abuelas de la Plaza de Mayo
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