La presi¨®n de EE UU e Ir¨¢n a¨ªsla a Al Maliki

La presi¨®n de Estados Unidos e Ir¨¢n reforz¨® el martes el aislamiento del primer ministro iraqu¨ª, el chi¨ª Nuri al Maliki, que se aferra al poder pese a la designaci¨®n de un sucesor, el tambi¨¦n chi¨ª Haider al Abadi. La convergencia de intereses entre ambos pa¨ªses ¡ªenemigos durante m¨¢s de tres d¨¦cadas y ahora socios involuntarios en Irak y embarcados en una delicada negociaci¨®n sobre el programa nuclear iran¨ª¡ª es un efecto involuntario de una deriva violenta que puede reconfigurar el mapa de Oriente Pr¨®ximo.

El r¨¦gimen de Teher¨¢n abandon¨® ayer de forma expl¨ªcita a Al Maliki y apoy¨® a Al Abadi, que el d¨ªa anterior recibi¨® el encargo del presidente de Irak, el kurdo Fuad Masum, de formar un Gobierno multiconfesional en un plazo de 30 d¨ªas. El gesto de Ir¨¢n ¡ªjunto a EE UU, el Estado tutelar de Irak¡ª deja al primer ministro saliente sin uno de los pocos aliados que le quedaban.

EE UU atribuye al sectarismo de su antiguo protegido, Al Maliki, primer ministro desde 2006, el avance de los insurgentes del Estado Isl¨¢mico (EI), un grupo sun¨ª que considera a Al Qaeda demasiado moderada y aspira a crear un califato en una de las regiones m¨¢s inestables del planeta.

El relevo del primer ministro iraqu¨ª y la formaci¨®n de un Gobierno que integre a chi¨ªes, sun¨ªes y kurdos es una de las condiciones del presidente de EE UU, Barack Obama, para aumentar la ayuda militar contra el EI. El viernes pasado EE UU inici¨® ataques a¨¦reos para impedir la toma de Erbil, capital del Kurdist¨¢n iraqu¨ª y uno de los centros petroleros de la zona, y prevenir una matanza de miles de yazid¨ªes ¡ªuna minor¨ªa religiosa perseguida por los radicales sun¨ªes¡ª refugiados en el Monte Sinjar, en el noroeste de Irak.

La intervenci¨®n militar, que ha marcado el regreso de Obama a un pa¨ªs del que retir¨® las tropas en 2011, se limita por ahora a estos objetivos. Pero podr¨ªa ampliarse.

¡°Estamos preparados para estudiar m¨¢s opciones pol¨ªticas, econ¨®micas y de seguridad en cuanto Irak empiece a construir un nuevo Gobierno¡±, dijo el secretario de Estado, John Kerry, en una rueda de prensa en Australia.

Poco a poco la misi¨®n se expande. EE UU ha empezado a suministrar armas a los kurdos por canales clandestinos de la CIA, seg¨²n fuentes de la Administraci¨®n Obama citadas por medios norteamericanos. Y el presidente autoriz¨® le env¨ªo de 130 militares norteamericanos al norte de Irak para coordinar la ayuda humanitaria y preparar la posible evacuaci¨®n de los yazid¨ªes atrapados en el Monte Sinjar.

Los llamados "asesores" o "consejeros" ¡ªmarines y miembros de las fuerzas especiales¡ª se a?aden a los cerca de 300 que se han desplegado en el pa¨ªs desde junio. Su? "Estas fuerzas no tendr¨¢n un papel de combate", dijo una fuente del Pent¨¢gono.

La presi¨®n a Al Maliki para que deje paso a un sucesor y un nuevo Gobierno parece funcionar. En un comunicado, el todav¨ªa primer ministro urgi¨® a los mandos de las fuerzas armadas a mantenerse apartados de la crisis pol¨ªtica en la capital. ¡°Dejad esta cuesti¨®n al pueblo, los pol¨ªticos y la justicia¡±, a?ade el comunicado, citado por The New York Times.

El despliegue de tanques y fuerzas especiales en Bagdad en los d¨ªas anteriores desat¨® los temores a un choque violento por el cambio en el poder. La Administraci¨®n Obama inst¨® a Al Maliki a no agitar las aguas. El comunicado apunta a que la batalla ser¨¢ legal y no armada.

¡°Ayer [por el lunes] Bagdad estaba muy tenso. Pero desde entonces, comandantes militares clave han contactado con el presidente y le han dicho que le apoyan a ¨¦l y no a Al Maliki¡±, dijo una fuente gubernamental a Reuters.

Al Maliki argumenta que en las elecciones del pasado abril su grupo fue el que obtuvo m¨¢s votos y por lo tanto le correspond¨ªa a ¨¦l formar Gobierno. Pero su coalici¨®n se resquebraja. Seg¨²n datos citados en su blog por el especialista en Irak Reidar Visser, las deserciones parlamentarias han dejado al primer ministro con s¨®lo 45 de los 95 miembros originales de su coalici¨®n.

Poderes f¨¢cticos en Irak como el gran ayatol¨¢ Al¨ª Al Sistani o el influyente l¨ªder religioso Muqtada Al Sadr ¡ªambos chi¨ªes¡ª han indicado que favorecen el relevo, seg¨²n varias agencias de informaci¨®n en Bagdad.

La posici¨®n del Ir¨¢n chi¨ª ¡ªprotector, hasta hace poco, de Al Maliki¡ª es decisiva. ¡°Felicitamos a Haider el Abadi por su nominaci¨®n como primer ministro¡±, dijo Al¨ª Shamkhani, representante del l¨ªder supremo, el ayatol¨¢ Al¨ª Jamenei en el Consejo Supremo de Seguridad Nacional, seg¨²n declaraciones recogidas por la agencia oficial Irna.

Los portavoces de la Administraci¨®n Obama niegan cualquier presi¨®n para forzar la marcha de Al Maliki. Pero EE UU no ha ocultado en los ¨²ltimos meses su impaciencia con un primer ministro en el que ve m¨¢s un obst¨¢culo que una ayuda para derrotar a los yihadistas del EI.

¡°La creciente sed de poder de Al Maliki, el autoritarismo, la corrupci¨®n, el desguace de la efectividad y el car¨¢cter nacional de las fuerzas de seguridad de Irak, y el uso del sectarismo chi¨ª contra sun¨ªes y kurdos es lo que ha hecho posibles los avances del Estado Isl¨¢mico¡±, resume Anthony Cordesman, del laboratorio de ideas Center for Strategic and International Studies.