¡°Ahora estoy en las manos de Dios¡±
Los menores acuden sin abogado a los juzgados buscando la posibilidad de quedarse en EE UU
¡ªHola, mi nombre es Elizabeth Lamb y soy juez. ?Qu¨¦ idioma quieres utilizar, Ana? Lo siento, pero yo no hablo espa?ol. [Un int¨¦rprete realiza la traducci¨®n simult¨¢nea].
¡ªEspa?ol.
¡ªMuy bien. ?Qui¨¦n es el caballero que se sienta a tu lado?
¡ªMi t¨ªo.
¡ªBien. Mira, ese se?or de ah¨ª es el fiscal de inmigraci¨®n. ?Vienes sin abogado, verdad? Te voy a citar para el 21 de octubre. Y tienes que venir con un abogado. ?Imagino que vas a ir a la escuela, no? Pues si est¨¢s en clase no hace falta que vengas, pero tu abogado tiene que traer un justificante. Gracias, Ana, que tengas un buen d¨ªa.
Y Ana Gladys, de 13 a?os, salvadore?a, t¨ªmida, asustada, abandona la sala. Despu¨¦s de ella entran Jocilyn , Guilder, Elder, Dixon, Mayra, Dafny Xiomara, Yoel, Jonathan, Melquisedic, Celia Marleny, Jason Vladimir, Jaime... y as¨ª hasta 35. El mayor tiene 20 a?os; la menor, cuatro. Son una m¨ªnima parte de los m¨¢s de 60.000 menores llegados solos a EE UU desde Centroam¨¦rica en algo menos de un a?o, tras arriesgados viajes de semanas o meses, que suelen concluir con un arresto en la frontera y el ingreso en un centro de refugiados hasta que son entregados a sus padres o a alg¨²n familiar.
Es el caso de ?scar, de 16 a?os, que sali¨® de El Salvador por miedo a la violencia de las pandillas. Tard¨® 13 d¨ªas en llegar a la frontera con M¨¦xico. Tuvo suerte. No le atracaron, ni le violaron, ni cay¨® en manos de los carteles de la droga. Simplemente le detuvieron en Texas. Hoy est¨¢ confiado. ¡°Ahora estoy en las manos de Dios¡±, dice, mientras su padrastro le acaricia el pelo. O el de Katty y Minnie, de seis y cuatro a?os. Salieron de Guatemala solas, viajaron de furgoneta en furgoneta a trav¨¦s de rutas establecidas, de la mano de gente de confianza, seg¨²n narra Mario, su padre, indocumentado como ellas. ¡°La vida aqu¨ª es mejor que all¨¢. Con un poquito de fortuna, se quedar¨¢n¡±, afirma.
O Jaime y Jonathan, de 15 y 20 a?os. Huyeron de la violencia de las maras salvadore?as en busca de sus respectivos padres, inmigrantes sin papeles en EE UU desde hace a?os. ¡°All¨ª, o te matan, o matas¡±, se?ala Jonathan, que tard¨® dos meses en cruzar el r¨ªo Grande.
Sin derecho a abogado de oficio, los j¨®venes tienen letrados voluntarios
Todos ellos han sido citados esta ma?ana de martes en el edificio federal del 26 de Federal Plaza, en Lower Manhattan, que acoge los juzgados de inmigraci¨®n, para iniciar el procedimiento de expulsi¨®n acelerado decretado por el presidente Barack Obama. La mayor¨ªa de los chicos acude sin abogado, ya que el sistema judicial estadounidense no contempla el derecho a letrado de oficio a los inmigrantes irregulares.
Si no consiguen un abogado capaz de dar con un motivo legal que les retenga (asilo pol¨ªtico, ser v¨ªctima de violencia dom¨¦stica, tr¨¢fico de humanos, maltrato o de un crimen grave cometido en Estados Unidos¡) ser¨¢n deportados en menos de un a?o. Ese es el mensaje de Obama: cruzar la frontera no garantiza la permanencia. Aunque el tono es amable y los funcionarios se afanan por tratar bien a los ni?os, la tensi¨®n y el desconcierto se palpan en el ambiente.
Una nube de ¨¢ngeles intenta calmarles, ayudarles, orientarles. Son los abogados de las organizaciones que, sin ¨¢nimo de lucro, trabajan en los juzgados: Catholic Charities, American Immigration Lawyers Association, Legal Aid, Safe Passage Project y The Door, entre otras. Les dan la bienvenida, les acompa?an, entrevistan a los ni?os para ver qu¨¦ resquicio legal se puede explorar. Impresionan las escenas de 10 o 15 letrados voluntarios, sentados por los pasillos, en cualquier parte del edificio, interrogando dulcemente a ni?os de corta edad. ¡°Estamos muy desbordados. Ya lo est¨¢bamos antes, pero ha ido a m¨¢s¡±, explica Jojo Annobil, responsable de Legal Aid Society. A su lado, Tina Ramos, de la ONG The Door (La Puerta), reparte folletos y aclara dudas.
Jackson Chin, consejero de Latino Justice, una organizaci¨®n de asistencia legal a latinos, se ha pasado esta ma?ana por la sala de la juez Lamb. Quiere ver si el proceso es correcto. Sentado junto a los ni?os y padres que esperan su turno, Chin toma notas. ¡°Creo que la juez est¨¢ adoptando plazos razonables. Donde habr¨¢ que estar vigilante es en las vistas individuales, donde realmente se sustancian los casos. Si el procedimiento no es el adecuado, actuaremos¡±, explica Chin.
All¨ª o te matan o matas¡±, dice uno de los inmigrantes que huy¨® de El Salvador
A escasos metros, en otra sala de vistas convertida en improvisada clase escolar, act¨²a Elvis. No canta, pero es un ¨¢ngel. Se llama Elvis Garc¨ªa Calleja y tiene 24 a?os. Lleg¨® con 15 a Estados Unidos tras recorrer miles de kil¨®metros desde Honduras, un pa¨ªs violento como pocos. Su familia qued¨® atr¨¢s.
Nadie mejor que Elvis conoce lo que sienten los menores llegados estos meses. Como case manager de Catholic Charities, Elvis acude cada ma?ana a los juzgados del Lower Manhattan con una misi¨®n: explicar a las familias y a los ni?os c¨®mo funciona el sistema legal de Estados Unidos. Antes de que comiencen las vistas, Elvis recorre los pasillos y pregunta: ¡°?Est¨¢n aqu¨ª para su primera vista? Vengan, yo les explico¡±. Poco a poco, re¨²ne a unas 50 o 60 personas, adultos y ni?os, en una sala de juicios vac¨ªa, donde imparte su clase.
¡°Est¨¦n tranquilos. Sobre todo, tengan en cuenta que si vienen aqu¨ª, podr¨¢n pelear por su caso; si no, les expulsar¨¢n. As¨ª que escuchen. Ahora van a ver al juez, y al fiscal¡ No se pongan nerviosos¡±.
Y Elvis les explica los tipos de visa a los que pueden aspirar, qu¨¦ defensa pueden contratar ¡ª¡°un abogado, no un notario; los notarios no pueden venir a la corte¡±¡ª, les describe c¨®mo es la sala de vistas... ¡°No se me casen, porque si se casan no les servir¨ªa la visa juvenil¡±, advierte a los presentes. ¡°?Si uno est¨¢ amenazado por las maras puede acogerse al asilo pol¨ªtico?¡±, pregunta un padre. ¡°Mis sobrinas no tienen mam¨¢ ni pap¨¢. ?Qu¨¦ podemos hacer?¡±, inquiere una mujer. Y Elvis responde a todo. Y bromea. Y ofrece cari?o, tal vez lo ¨²nico bueno que de momento pueden recibir los ni?os en una corte estadounidense.
Los abogados temen que muchos ni?os no sean capaces de encontrar una representaci¨®n legal competente. ¡°Esos ni?os afrontan la amenaza de ser deportados y acabar en un pa¨ªs donde su vida corre peligro. Forzarlos a defenderse por s¨ª mismos ante fiscales experimentados viola cualquier procedimiento legal¡±, proclama Ahilan Arulanantham, de la American Civil Liberties Union, en una nota. ¡°El Gobierno ha construido una cinta transportadora de deportaci¨®n para ni?os¡±, remacha Eve Stotland, de The Door.
EE UU acelera la expulsi¨®n de menores
Los tribunales de Nueva York han comenzado este mes de agosto a aplicar procedimientos urgentes para deportar a miles de menores sin papeles llegados solos a EE UU desde Centroam¨¦rica. De acuerdo con la orden del Gobierno de Barack Obama, los "expedientes cohete", como los denominan los abogados, se colocan por delante del resto, para que los chicos comparezcan ante el juez tres semanas despu¨¦s de su detenci¨®n. Unos 40 tribunales en todo el pa¨ªs est¨¢n aplicando los nuevos m¨¦todos. En total, unos 3.500 menores sin papeles, de los m¨¢s de 60.000 llegados a EE UU en menos de un a?o, pasar¨¢n por los tribunales de Nueva York. El Estado de la gran metr¨®poli es el segundo, despu¨¦s de Texas, en n¨²mero de menores acogidos. Le siguen Florida y California.
La preocupaci¨®n por garantizar los derechos de los menores ha movilizado a las asociaciones de asistencia legal sin ¨¢nimo de lucro. Letitia James, Defensora del Pueblo (Public Advocate) de Nueva York, hizo un llamamiento p¨²blico para convocar abogados dispuestos a representar a los chicos de forma altruista. "Como Defensora del Pueblo y abogada, anteriormente trabaj¨¦ para Legal Aid Society. Ahora no puedo hacer otra cosa que colaborar", declar¨® recientemente en una conferencia de prensa ante el Ayuntamiento de Nueva York, acompa?ada de representantes de otras organizaciones.
"Imaginen mi horror, nuestro horror, cuando nos encontramos con que el Gobierno federal hab¨ªa ordenado a la corte de aqu¨ª al lado que acelere los casos de los ni?os m¨¢s vulnerables, los que huyen de las condiciones m¨¢s horribles en Centroam¨¦rica, los que cruzan la frontera por s¨ª solos", denunci¨® en el mismo acto Eve Stotland, de la ONG The Door (La Puerta).
El gobernador de California, Jerry Brown, anunci¨® este jueves que el Estado proporcionar¨¢ tres millones de d¨®lares (2,26 millones de euros) a las organizaciones que defiendan a ni?os indocumentados. "Ayudar a estos j¨®venes a navegar por nuestro sistema legal es lo correcto y est¨¢ en consonancia con el esp¨ªritu progresista de California", dijo Brown.
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