Miles de personas se manifiestan en Nueva York contra los abusos policiales

Miles de personas se congregaron este s¨¢bado en el parque Tompkinsville, en Staten Island (Nueva York), para protestar contra la brutalidad policial, convocados por la National Action Network, la organizaci¨®n del reverendo y activista de Harlem Al Sharpton. La manifestaci¨®n, convocada bajo el lema We will not go back (No retrocederemos), culmin¨® un mes de tensi¨®n racial, desatada por la muerte del afroamericano Eric Garner, de 43 a?os, en julio cuando era detenido en Nueva York por vender cigarrillos en la calle y por el estallido de violencia en Ferguson (Misuri) despu¨¦s de que un agente matara a tiros a un joven negro desarmado, Michael Brown, de 18 a?os, el pasado 9 de agosto.

Unas 5.000 personas, seg¨²n los organizadores, la gran mayor¨ªa afroamericanos, inundaron Victory Boulevard, donde falleci¨® asfixiado Garner, y las calles adyacentes para marchar por el edificio del Ayuntamiento hasta las proximidades del ferry que une Staten Island con Manhattan. All¨ª, Sharpton, los familiares de Garner, de otras v¨ªctimas de excesos policiales y otros muchos oradores encandilaron a los manifestantes con encendidos discursos sobre la necesidad de m¨¢s democracia y una polic¨ªa mejor preparada. ¡°No estamos contra la polic¨ªa, pero queremos justicia, y la queremos ahora. Estamos aqu¨ª contra la violencia, porque violencia es que un polic¨ªa aplique una llave de estrangulamiento prohibida. No toda la polic¨ªa es mala, pero hay que sacar las manzanas podridas para que podamos respirar. Nuestro lugar es estar con las v¨ªctimas y con sus familias. Se?or alcalde, necesitamos una reforma policial¡±, proclam¨® Sharpton. "No pararemos hasta que alguien vaya a la c¨¢rcel por esto", afirm¨® David A. Paterson, exgobernador negro de Nueva York. ¡°Los negros tambi¨¦n somos personas. Necesitamos protecci¨®n de la polic¨ªa, no agresiones. No m¨¢s l¨¢grimas, no m¨¢s v¨ªctimas¡±, a?adieron otros oradores.

Sharpton, un aut¨¦ntico maestro en este tipo de ceremonias despu¨¦s de 40 a?os subido a todo tipo de p¨²lpitos, es el interlocutor del nuevo alcalde de Nueva York, el dem¨®crata Bill de Blasio, para intentar que el malestar se encauce en protestas pac¨ªficas y no derive en violencia, como sucedi¨® en Ferguson, algo que, de momento, ha conseguido.

Pese al ambiente tenso y el gran despliegue policial, no se hab¨ªan registrado incidentes al cierre de esta edici¨®n. Los manifestantes lanzaron sus consignas bajo la estricta mirada de los agentes, principales interpelados por los all¨ª reunidos. ¡°?Sin justicia no hay paz! ?Sin justicia no hay paz!¡±, ¡°?No podemos respirar! ?No podemos respirar!¡± y ¡°?No me dispares, no me dispares!¡±, fueron las consignas m¨¢s coreadas. Muchos de los manifestantes portaron fotos de j¨®venes negros e hispanos abatidos por la polic¨ªa, como Shantel Davis, Amadou Diallo, Reynaldo Cuevas, Kenneth Chamberlein, Trayvon Martin, Noel Polanco o Ramarley Graham, entre otros. ¡°?Cu¨¢ntos ata¨²des ser¨¢n necesarios para que esto termine?¡±, rezaba en el lateral de una furgoneta con la foto del rapero Tupac Shakur, muerto a tiros en Las Vegas en 1996.

Sharpton, un aut¨¦ntico maestro en este tipo de ceremonias despu¨¦s de 40 a?os subido a todo tipo de p¨²lpitos, es el interlocutor del nuevo alcalde de Nueva York

La protesta galvaniz¨® el malestar de muchos neoyorquinos por la muerte de Garner y la exigencia de una investigaci¨®n rigurosa sobre lo sucedido. Lo segundo est¨¢ conseguido. Pese a sus reticencias, el fiscal del distrito de Staten Island, Daniel Donovan, anunci¨®, un mes despu¨¦s del suceso, que un gran jurado investigar¨ªa el caso. Sin embargo, quedan cuestiones pendientes. La de mayor calado es cu¨¢l va a ser la pol¨ªtica de seguridad en las calles con el nuevo alcalde, que prometi¨® mantener la baja criminalidad sin abusos policiales. ¡°Es el tiempo de De Blasio y Eric Garner est¨¢ muerto¡±, rezaba una de las pancartas.

Los manifestantes protestaron contra el rigor extremo de la polic¨ªa con el peque?o delincuente (Garner iba a ser detenido por vender cigarrillos en la calle) y contra pr¨¢cticas policiales impulsadas por los exalcaldes Rudy Giuliani y Michael Bloomberg como el stop-and-frisk (detener y registrar), una pesadilla para los j¨®venes negros e hispanos. Sin embargo, buena parte de la ciudadan¨ªa es partidaria de seguir con la teor¨ªa de las ventanas rotas (si una ventana de un edificio aparece rota y no se repara en el acto, al poco ser¨¢n todos las ventanas las que estar¨¢n quebradas), que combate la peque?a delincuencia para garantizar el orden en las calles. ¡°Ventanas rotas, vidas rotas¡±, rezaba otro de los letreros.

De Blasio camina sobre el alambre en medio de los colectivos afroamericanos y la polic¨ªa, pero tiene algunos ases en la manga. Hered¨® una ciudad segura, que sigue si¨¦ndolo. Los homicidios han ca¨ªdo (190 este a?o frente a los 215 del anterior en el mismo periodo) y las detenciones est¨¢n en cifras similares a la etapa de Bloomberg. Adem¨¢s, ha puesto en marcha una bater¨ªa de medidas urgentes, como cursos de formaci¨®n para sus 35.000 agentes en t¨¢cticas para resolver conflictos de forma pac¨ªfica y eficaz. Ver a cinco polic¨ªas deteniendo a un hombre que vend¨ªa cigarrillos no es la mejor expresi¨®n de efectividad policial y uso racional de los recursos. Asimismo, el departamento ha centrado su atenci¨®n en las ¨¢reas de alta criminalidad en Brooklyn y el Bronx. Hay otras iniciativas, como los denominados ¡°interruptores de violencia¡±: pandilleros que median en las disputas callejeras.