Los presos aceptan un acuerdo para terminar un sangriento mot¨ªn en Brasil

Los presos amotinados desde el domingo en una penitenciar¨ªa del estado brasile?o de Paran¨¢ (al sur de Brasil y fronterizo con Paraguay), en una rebeli¨®n en la que se registraron cuatro muertes, incluyendo las de dos internos decapitados, aceptaron este lunes un acuerdo para ponerle fin, informaron fuentes oficiales.

Los internos se comprometieron a rendirse y liberar a los dos guardias carcelarios que mantienen como rehenes tras el compromiso del gobierno del estado de Paran¨¢ de transferir a otras c¨¢rceles a cerca de 800 presos, seg¨²n la asesor¨ªa de prensa de la secretar¨ªa regional de Justicia y Derechos Humanos.

Cerca de 200 presos ya hab¨ªan sido trasladados entre el domingo y este lunes y otros 600 ser¨¢n enviados a c¨¢rceles con mejores condiciones de infraestructura, seg¨²n lo acordado por ambas partes.

En la Penitenciar¨ªa Estatal de Cascavel, escenario de una de las m¨¢s violentas rebeliones de presos en los ¨²ltimos a?os en este estado del sur de Brasil, tan solo permanecer¨¢n entre 150 y 300 presos.

Los internos aceptaron el acuerdo tras el acuerdo del Gobierno de trasladar a 800 reos a otras c¨¢rceles

Hasta el momento se ha confirmado la muerte de cuatro presos durante la rebeli¨®n en esta penitenciar¨ªa brasile?a, dos de ellos decapitados, pero las cifras de fallecidos y heridos no ser¨¢n oficiales hasta que las autoridades puedan acceder al edificio.

Seg¨²n un juez de ejecuciones penales que particip¨® en las negociaciones, el n¨²mero de muertos puede ser muy superior al reportado hasta ahora.

Familiares de los reclusos est¨¢n concentrados desde el domingo en las inmediaciones del edificio para obtener informaci¨®n sobre lo que est¨¢ sucediendo en el interior de la prisi¨®n y cortaron en dos ocasiones una carretera de acceso a la prisi¨®n.

Seg¨²n la secretar¨ªa de Justicia de Paran¨¢, la rebeli¨®n fue protagonizada por cerca de 600 de los 1.040 presos que estaban en el centro carcelario, que reivindican mejores condiciones de infraestructura, alimentaci¨®n e higiene, as¨ª como el fin de supuestos abusos y actos violentos por parte de la guardia carcelaria.

Las cifras de fallecidos y heridos no ser¨¢n oficiales hasta que las autoridades puedan acceder al edificio

Los amotinados decapitaron a dos de los presos, entre los cuales un expolic¨ªa, y arrojaron a tres personas desde el tejado de uno de los pabellones de presidio, a una altura de 15 metros, dos de las cuales tambi¨¦n murieron.

La rebeli¨®n comenz¨® hacia las 7.00 hora local (10.00 GMT) del domingo cuando uno de los guardias se dispon¨ªa a servir el desayuno y fue tomado como reh¨¦n.

A pesar de que los presos ya hab¨ªa amenazado con una protesta contra la violencia de sus carceleros tan s¨®lo diez guardias tomaban cuenta del presidio a la hora del incidente.

Los amotinados ocuparon el tejado del presidio, a donde llevaron a los rehenes y en donde le prendieron fuego a varios colchones.

Los amotinados expusieron en el tejado letreros con las siglas PCC, en referencia al Primer Comando de la Capital, la mayor organizaci¨®n criminal del estado de Sao Paulo y que es comandada desde las prisiones.

Con unos 548.000 presos, Brasil cuenta con la cuarta mayor poblaci¨®n reclusa en el mundo (despu¨¦s de EE UU, Rusia y China), seg¨²n el ¨ªndice del Centro Internacional para los Estudios de Prisiones. La organizaci¨®n Conectas detalla que hay necesidad de 207.000 plazas m¨¢s para prevenir hacinamiento.

En mayo, varios presos de una prisi¨®n de m¨¢xima seguridad en el noreste del pa¨ªs tom¨® como rehenes a cuatro guardas y a m¨¢s de 100 visitantes. La liberaci¨®n fue negociada horas despu¨¦s a cambio de la transferencia de 16 reos a otros penales.

A principios de a?o, la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, hizo un llamamiento para investigar el alto n¨²mero de muertes violentas en las prisiones brasile?as. A finales de 2013 la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos de la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA), pidi¨® una soluci¨®n para acabar con los problemas de sobrepoblaci¨®n, malos tratos e insalubridad en Pedrinhas y en el presidio c¨¦ntrico de Porto Alegre, en Rio Grande do Sul, donde 4.591 detenidos ocupan el espacio destinado a 1.984 personas.