Luis Guillermo Sol¨ªs: 100 d¨ªas y 1.000 trabas en Costa Rica
El presidente de Costa Rica cumple sus primeros tres meses presionado por las dificultades para responder a la expectativa y la impaciencia de sectores sociales y pol¨ªticos
¡°?Gobernaremos, gobernaremos Costa Rica!¡±, dec¨ªa con un tono inusualmente euf¨®rico el candidato Luis Guillermo Sol¨ªs en la noche del 2 de febrero, despu¨¦s de superar por sorpresa a todos sus rivales y alistarse ventajas para una segunda ronda que acab¨® d¨¢ndole, el 6 de abril, el mayor porcentaje en la historia de unas elecciones costarricenses.
El candidato por el Partido Acci¨®n Ciudadana (PAC, centro izquierda) pon¨ªa esa noche el primer clavo a la tumba del esquema bipartidismo tradicional en Costa Rica y se erig¨ªa como el s¨ªmbolo de la mayor promesa de cambio pol¨ªtico, generando tantas expectativas que despu¨¦s admiti¨® temor de no poder cumplirlas.
En esas est¨¢ ahora Luis Guillermo Sol¨ªs, que se ha propuesto presentar un informe de su gobierno y del estado de las instituciones, 100 d¨ªas despu¨¦s de un promisorio discurso al tomar el mando el 8 de mayo. De un lado, la esperanza popular de un cambio hacia la inclusividad sin perder dinamismo, pero rompiendo con el estilo tradicional representado por el Partido Liberaci¨®n Nacional (PLN) en los ¨²ltimos a?os; del otro, el laberinto burocr¨¢tico y legal mezclado con la inexperiencia pol¨ªtica del equipo de gobierno elegido por Sol¨ªs, adem¨¢s de la minor¨ªa legislativa del PAC, agravada por divisiones internas.
No muchos frutos de Sol¨ªs son a¨²n visibles y tampoco hay evidencias de que lo sean pronto, coinciden analistas y medios de comunicaci¨®n que han abundado en el repaso de los 100 d¨ªas de Luis Guillermo Sol¨ªs, despu¨¦s de que ¨¦l mismo fij¨® un primer corte, los 100 d¨ªas. Quiso ir a presentar su informe ante los diputados, como emulando a un sistema parlamentario, pero las consecuencias fueron reveladoras. Hizo encender una discusi¨®n legislativa sobre las condiciones de la comparecencia y el PLN (bancada m¨¢s grande) se la puso dif¨ªcil. A falta de acuerdo, Sol¨ªs acab¨® desistiendo de su gesto y rendir¨¢ el informe este jueves en un teatro de la capital ante representantes de organizaciones ¡°y los diputados que quieran asistir¡±, ha dicho.
Sol¨ªs encara una oposici¨®n dura de un PLN tradicional que qued¨® apaleado en las elecciones
M¨¢s que el informe mismo, la discusi¨®n legislativa sobre su presentaci¨®n result¨® ser reveladora sobre las condiciones que enfrenta Sol¨ªs. Encara una oposici¨®n dura de un PLN tradicional que qued¨® apaleado en las elecciones; posee el valioso (y limitante) apoyo del izquierdista Frente Amplio y del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC, centro derecha). A ello se suma un bloque peque?o pero beligerante de diputados representantes de partidos cristianos, activos en una coyuntura en la que los asuntos religiosos abundan en la agenda p¨²blica. Y para colmos, cr¨ªticas originadas desde dentro de su PAC, aunadas a disputas en la bancada oficialista.
El arsenal pol¨ªtico de Sol¨ªs lo encabeza su ministro de la Presidencia, Melvin Jim¨¦nez, un obispo luterano debutante en un cargo pol¨ªtico y blanco de las cr¨ªticas de opositores y representantes del PAC. Sin resolver a¨²n un cuestionamiento constitucional por ser cl¨¦rigo luterano, Jim¨¦nez es el encargado del di¨¢logo con otros partidos y sectores organizados. Los diputados, sin embargo, le han recriminado poca presencia y los analistas le achacan falta de habilidad para resolver los nudos pol¨ªticos en un pa¨ªs impaciente por ver obras p¨²blicas, como reflejan encuestas y estudios acad¨¦micos.
¡°Apenas hemos empezado a identificar el terreno¡±, admit¨ªa esta semana Melvin Jim¨¦nez, en la l¨ªnea de una frase pronunciada por Sol¨ªs y criticada hasta por los suyos. ¡°No es lo mismo verla venir que bailar con ella¡±, expres¨® a periodistas en julio como justific¨¢ndose por el atraso en la ejecuci¨®n de promesas de campa?a. Una de la m¨¢s notoria de ellas era abaratar la electricidad, pero se le imposibilita ante el alto consumo, la matriz energ¨¦tica actual y el marco legal vigente, adem¨¢s de reglas institucionales que no controla el Gobierno.
A¨²n los costarricenses conf¨ªan en ¨¦l; el 40% da una calificaci¨®n positiva a su gesti¨®n, menos de cinco meses despu¨¦s de que Sol¨ªs obtuvo el 78% de los votos emitidos. La publicaci¨®n del Semanario Universidad, seguido por la izquierda, revela tambi¨¦n escepticismo por el ambiente pol¨ªtico y pesimismo por el futuro de una econom¨ªa que crece a un 4% anual con una tasa del desempleo del 9%, con una pobreza estancada en 20%, aunque el Gobierno se propone nuevas formas de medirlo en el futuro.
¡°Estos 100 d¨ªas han sido casi una p¨¢gina en blanco en la historia de Costa Rica¡±, dec¨ªa el diputado opositor Antonio ?lvarez Desanti, jefe de la ¨²ltima campa?a electoral del PLN. Seguidores suyos se mantienen en mandos medios de las instituciones y dificultan la gesti¨®n, se ha quejado Melvin Jim¨¦nez, quien cree que ¡°la oposici¨®n est¨¢ en todo lado¡±. Tambi¨¦n hay cr¨ªticas de c¨ªrculos empresariales, que han perdido peso en la agenda del gobierno frente a organizaciones sociales. Un ejemplo de ellos fue la negociaci¨®n salarial de mitad de a?o, que esta vez no deriv¨® en una fijaci¨®n de aumento complaciente con el sector patronal, como s¨ª ocurr¨ªa en los ¨²ltimas oportunidades.
Tambi¨¦n hay cr¨ªticas de c¨ªrculos empresariales, que han perdido peso en la agenda del gobierno frente a organizaciones sociales
Contrarios a ellos, m¨¢s satisfechos est¨¢n grupos sindicales y sus pol¨ªticos m¨¢s afines, los del Frente Amplio (tercera bancada legislativa, con nueve esca?os), cuyos miembros defienden a Luis Guillermo Sol¨ªs en la prensa tanto o m¨¢s que sus copartidarios del PAC. El FA fue aliado para obtener el directorio de la Asamblea Legislativa en este a?o y de sus oficinales ha salido la mayor cantidad de proyectos impulsados por el Gobierno en la corriente legislativa.
Dirigentes de izquierda como el excandidato Jos¨¦ Mar¨ªa Villalta han publicado art¨ªculos en defensa de la gesti¨®n de Sol¨ªs. ¡°Despu¨¦s de 30 a?os de pol¨ªticas excluyentes, enderezar este rumbo es una tarea tit¨¢nica que no puede acometerse en 100 ni en 1000 d¨ªas. Probablemente ni en cuatro a?os. Y algo es seguro: semejante tarea no puede afrontarla con ¨¦xito un solo partido o un solo l¨ªder pol¨ªtico por m¨¢s ¡°cargas¡± (fuertes) que sean¡±, escribi¨® Villalta en el Diario Extra, de corte popular.
Los logros que enumera el Gobierno son en su mayor¨ªa de corte social: abrir m¨¢s di¨¢logo con sectores, fijaci¨®n salarial mayor para los menos remunerados y aprobar un millonario fondo para las universidades p¨²blicas, a pesar de la presi¨®n fiscal. Tambi¨¦n mencionan como logros ventilar posibles ilegalidades en instituciones, atribuibles al gobierno de Laura Chinchilla e impulsar medidas contra un sistema de pensiones privilegiadas en el sector p¨²blico. Luis Guillermo Sol¨ªs, que sigue hasta ahora invariable en su estilo medi¨¢tico, dec¨ªa que recib¨ªa al pa¨ªs como ¡°una finca encharralada (con maleza)¡± y que era necesario limpiarla antes de comenzar su propia siembra.
Qu¨¦ sembrar, cu¨¢ndo y c¨®mo, adem¨¢s del detalle de la maleza hallada al llegar al Gobierno, era el contenido del informe que Sol¨ªs no pudo presentar en la Asamblea Legislativa, en lo que parec¨ªa ser uno m¨¢s de los s¨ªmbolos que han abundado en su gesti¨®n. Adem¨¢s de presentarse como un ciudadano com¨²n, quiso saludar a los vecinos de la Casa Presidencial llamando puerta a puerta, hizo izar la bandera de la diversidad sexual (aunque grupos est¨¢n activistas est¨¢n molestos por el pobre avance de sus reformas legales) y prohibi¨® inscribir su nombre en placas de obras de infraestructura p¨²blica, cuando la haya.
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