?Desastre monetario o renacimiento?
Dos profesores universitarios de Glasgow debaten sobre la separaci¨®n de Reino Unido
Algunos analistas atribuyen el alza independentista en los sondeos a que muchos escoceses creen que la negativa de Londres a compartir la libra con una Escocia independiente es un farol y que la actual uni¨®n monetaria seguir¨¢ existiendo si gana el s¨ª. Sin embargo, la existencia misma de esa uni¨®n monetaria es lo que lleva a Ronald MacDonald, profesor de la Escuela de Negocios de la Universidad de Glasgow, a rechazar la independencia. Su compa?ero de universidad Murray Pittock, historiador y director de la Escuela de Bellas Artes, en cambio, cree que Escocia ya no se beneficia de la uni¨®n como en los tiempos del Imperio Brit¨¢nico y defiende la independencia.
MacDonald, asesor del FMI y de Gobiernos como Noruega, cree que la independencia podr¨ªa haber funcionado en los a?os 70, cuando se descubri¨® el petr¨®leo, pero no ahora. ¡°El argumento de que podemos formar una uni¨®n monetaria es que las dos zonas est¨¢n convergiendo desde el punto de vista de productividad, PIB por habitante y todo eso, pero si nos convertimos en independientes el objetivo mismo de la independencia es divergir¡±, advierte.
Eso ser¨ªa especialmente as¨ª con los ingresos del petr¨®leo, cuyo efecto ahora se suaviza a trav¨¦s de Reino Unido y que al concentrarse en Escocia provocar¨ªan el llamado ¡°mal holand¨¦s¡±: convertir en no competitivas las exportaciones que no dependen del crudo. ¡°Eso es una preocupaci¨®n, porque dependemos mucho de nuestras exportaciones para la balanza de pagos. Yo dir¨ªa que si la uni¨®n monetaria va adelante se va a romper en menos de un a?o. Eso ser¨ªa muy costoso, m¨¢s de 100.000 millones¡± de libras.
¡°Incluso con petr¨®leo, la posici¨®n fiscal de nuestro Gobierno no es particularmente saludable¡±, advierte MacDonald. ¡°Si Escocia se convierte en independiente en 2016, el d¨¦ficit fiscal ser¨¢ del 6% del PIB, que es bastante alto. Y el petr¨®leo es vol¨¢til. Y eso en s¨ª mismo nos puede llevar a poner en marcha en Escocia potenciales programas de austeridad¡±.
¡°Tener petr¨®leo es estupendo y una Escocia independiente no podr¨ªa sobrevivir sin petr¨®leo, pero no es una panacea como est¨¢ diciendo el SNP [Partido Nacional Escoc¨¦s], porque incluso con petr¨®leo sigues teniendo un sustancial d¨¦ficit fiscal. Y el precio del petr¨®leo es vol¨¢til, un 30% m¨¢s vol¨¢til que todos los otros ingresos. Si la existencia del petr¨®leo te produce un super¨¢vit, vale, pero no es as¨ª¡±, advierte MacDonald.
En el lado opuesto, Murray Pittock defiende la independencia con el argumento m¨¢s gen¨¦rico de que muchos escoceses la quieren ¡°porque la situaci¨®n de Escocia respecto a Inglaterra dentro de la uni¨®n ha cambiado significativamente desde la II Guerra Mundial¡±. ¡°Durante mucho tiempo, la uni¨®n existi¨® para permitir a los escoceses controlar sus instituciones dom¨¦sticas y su cultura y su sociedad. Y para permitir la presencia escocesa en los mercados internacionales a trav¨¦s del Imperio Brit¨¢nico¡±, a?ade.
¡°A partir de 1945, por diversas razones, esas dos estructuras empezaron a desmoronarse. Obviamente, el Imperio Brit¨¢nico desapareci¨® y Escocia dej¨® de tener acceso a sus mercados. Escocia ya no tiene control de sus propias instituciones porque hay una mayor centralizaci¨®n¡±, sostiene. En su opini¨®n la globalizaci¨®n pone los negocios en dificultades y la gran industria escocesa ha quedado bajo el control de Londres. ¡°Todo esto ha cambiado el acuerdo de la uni¨®n desde el punto de vista de los escoceses. Y en comparaci¨®n con eso, mientras en el periodo victoriano el Reino Unido representaba sin problemas a sus miembros individuales como un Estado multinacional, la idea de que hay una identidad brit¨¢nica ¨²nica se ha promovido cada vez m¨¢s y m¨¢s como reacci¨®n a la p¨¦rdida del Imperio¡±, explica.
¡°En el Imperio pod¨ªas ser neozeland¨¦s y brit¨¢nico, canadiense y brit¨¢nico, escoc¨¦s y brit¨¢nico, pero ahora todo es brit¨¢nico. Y Londres se ha convertido en sin¨¦cdoque de toda la identidad brit¨¢nica. No es Inglaterra, es Londres. Creo que todo eso ha hecho que la gente cambie de opini¨®n en Escocia¡±, sostiene Pittock.
Pero, ?de qu¨¦ sirve ser un Estado naci¨®n con el mismo jefe de Estado, misma moneda, apenas ej¨¦rcito, sin frontera? ¡°Depende, de nuevo, del modelo del que procedes. Las relaciones no son las de Castilla con Catalu?a, ni entre Austria-Hungr¨ªa y las minor¨ªas. Muchos escoceses sufrieron mucho con el Imperio Brit¨¢nico, pero muchos escoceses se beneficiaron mucho. Es normal que esas lealtades sigan siendo dominantes en el deseo de tener un Estado separado. La reina es jefe del Estado de 16 pa¨ªses y ninguno de ellos es menos pa¨ªs por eso¡±, se zafa Pittock.
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