Los extremistas ganan terreno en Siria

El Estado Isl¨¢mico (EI) avanza en Siria al tiempo que el presidente Obama templa su discurso sobre posibles ataques a¨¦reos contra posiciones del EI en el pa¨ªs. El r¨¦gimen sirio se ha mostrado receptivo a una colaboraci¨®n ¨¢rea contra efectivos del EI a condici¨®n de que sean coordinadas.

Los expertos cifran en 50.000 los yihadistas que combaten bajo la bandera negra del Estado Isl¨¢mico. De ellos, 20.000 ser¨ªan extranjeros. El pasado mes de junio, el EI anunciaba la creaci¨®n de un califato que se extiende por territorio sirio e iraqu¨ª. En Siria, los yihadistas han optado por una estrategia de reagrupaci¨®n, desafiando a la atomizada oposici¨®n rebelde y unificando las posiciones del EI hasta conquistar todo el nordeste del pa¨ªs, las provincias de Raqa y Deir Zor.

En su avance han logrado expulsar a otras facciones rebeldes como el Ej¨¦rcito Libre Sirio, y grupos islamistas antes aliados, como el Frente al Nusra o el Frente Isl¨¢mico. El norte del pa¨ªs est¨¢ pr¨¢cticamente bajo el dominio de los yihadistas. El pasado domingo, tras cinco d¨ªas de duros enfrentamientos, lograron hacerse con la base a¨¦rea de Tabqa en Raqa y ¨²ltimo puesto controlado en la provincia por el Ej¨¦rcito del r¨¦gimen sirio. Un v¨ªdeo publicado en Internet por los yihadistas mostraba la ejecuci¨®n sumaria de 250 uniformados sirios tras la captura de la base. En la provincia de Deir Zor, las tropas sirias tan s¨®lo mantienen dos posiciones bajo su control, hacia las que se dirige el ej¨¦rcito negro.

Tras asentar el control en el nordeste del pa¨ªs, el EI avanza hacia Alepo, donde se enfrenta a los militantes islamistas opositores tomando las localidades de Akhtarin y Maree a tan s¨®lo 30 kil¨®metros al norte de la segunda metr¨®poli siria, la primera gran ciudad que acechan los combatientes del Estado Isl¨¢mico.

Ante una atomizada oposici¨®n y un r¨¢pido progreso en el terreno, hasta 6. 000 combatientes islamistas sirios habr¨ªan abandonado el bando rebelde para sumarse a las filas del EI. Un efecto m¨¢s notorio incluso en la regi¨®n de Calam¨²n ¡ªfronteriza con L¨ªbano¡ª, donde el EI apenas contaba con unos 70 seguidores hace cinco meses y hoy los expertos los cifran en unos 5.000.

El EI amplia sus frentes a escala regional incluyendo a L¨ªbano en su mapa. Ayer, el soldado liban¨¦s Ali al Sayyed, capturado junto con otros 29 compa?eros en la frontera este con Siria, fue decapitado por grupos yihadistas vinculados al EI. La prensa libanesa se hac¨ªa eco de un inminente ataque de miles de combatientes yihadistas en territorio liban¨¦s como represalia por la participaci¨®n de la milicia chi¨ª libanesa Hezbol¨¢ en apoyo del r¨¦gimen de Bachar El Asad. El comandante de las Fuerzas Armadas libanesas aseguraba que sus tropas estaban preparadas para un eventual ataque.

Tanto en L¨ªbano como en Irak o Siria, el Estado Isl¨¢mico intenta buscar aliados aprovechando las pugnas internas de cada pa¨ªs. En Irak logr¨® el apoyo de las tribus sun¨ªes del norte, enemistadas con el Gobierno chi¨ª del depuesto Maliki. En Siria intenta desangrar las filas de los rebeldes islamistas cansados de 41 meses de lucha sin mayores avances en el frente. Igualmente busc¨® apoyo en las tribus sun¨ªes del norte de Siria resentidas tras ser dejadas por los planes econ¨®micos del Gobierno de Damasco. Tras una alianza temporal, los Ashaitat, una de las mayores tribus del norte de Siria, se han sublevado en armas contra el EI. En L¨ªbano, pretende encontrar apoyos entre los salafistas sun¨ªes enfrentados a la milicia chi¨ª Hezbol¨¢ que controla la frontera este con Siria y combate junto a las tropas de El Asad. Conforme avanzan los yihadistas, el flanco rebelde se ve debilitado. Las tropas sirias se preparan para un primer enfrentamiento de magnitud contra el EI mientras bombardea sus posiciones en el norte.