La inestabilidad de Afganist¨¢n impide a la OTAN cantar victoria

La OTAN se enfrenta a dos conflictos en su vecindario cercano, uno en Ucrania y otro en Siria e Irak, pero al menos podr¨ªa cantar victoria en Afganist¨¢n. A fin de cuentas, como ha subrayado el secretario general de la Alianza, Anders Fogh Rasmussen, todos los par¨¢metros confirman que la situaci¨®n del pa¨ªs asi¨¢tico es hoy mejor que hace 13 a?os, cuando se estren¨® la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF).

Y as¨ª hubiera sido si la inestabilidad en la que est¨¢ sumido el pa¨ªs no aconsejara la m¨¢xima cautela. Y no solo porque la insurgencia talib¨¢n sigue activa ¨C13 militares afganos murieron ayer en un ataque en el centro del pa¨ªs y un soldado de la OTAN en el este¡ªsino porque la pugna entre los aspirantes a suceder a Hamid Karzai, presidente del pa¨ªs desde 2001, arroja un manto de incertidumbre sobre su inmediato futuro.

A la cumbre de Gales deb¨ªa haber asistido el ganador de la segunda vuelta, celebrada el pasado 14 de junio pero, casi cuatro meses despu¨¦s, Ashraf Ghani y Abdullah Abdullah siguen enredados en una mara?a de denuncias de fraude. As¨ª que los l¨ªderes de la OTAN tuvieron que conformarse con recibir al ministro de Defensa en funciones, Bishmillah Mohammadi. En compensaci¨®n, Ghani y Abdullah remitieron un mensaje en el que se comprometen a llegar a un acuerdo cuanto antes.

Pero el tiempo apremia, seg¨²n advirti¨® Rasmussen. El pr¨®ximo 31 de diciembre se dar¨¢ por finiquitada la ISAF y al d¨ªa siguiente debe sucederle Resolute Support, una misi¨®n que ya no ser¨¢ de combate sino de asesoramiento e instrucci¨®n, con solo 12.000 efectivos, frente a los casi 140.000 que lleg¨® a tener la actual. Pero la condici¨®n para su puesta en marcha es que el nuevo presidente afgano firme el Estatuto de Fuerzas (SOFA) que dar¨¢ cobertura jur¨ªdica a las tropas aliadas. Los dos aspirantes insisten en que lo har¨¢n en cuanto tomen posesi¨®n del cargo, pero ninguno da su brazo a torcer y el Gobierno de concentraci¨®n nacional que les exigen los aliados no se acaba de formar.

La incertidumbre ha impedido entrar a fondo en una de las cuestiones m¨¢s delicadas: c¨®mo pagar a los 350.000 efectivos de la Polic¨ªa y el Ej¨¦rcito afganos. Sin un Gobierno estable y unas garant¨ªas de transparencia, los donantes se resisten a comprometer su apoyo financiero. As¨ª que la OTAN empieza a plantearse la hip¨®tesis de que lo que se produzca el 31 de diciembre no sea un relevo entre misiones sino una retirada definitiva. Es un escenario que produce v¨¦rtigo tras lo sucedido en Irak, donde la salida de las tropas estadounidenses en 2011, ante la falta de acuerdo con Bagdad, abri¨® la puerta al enfrentamiento sectario y la expansi¨®n del yihadismo. ¡°Todos hemos invertido en Afganist¨¢n muchos recursos humanos y materiales¡±, ha recordado el presidente Mariano Rajoy. En el caso de Espa?a, un centenar de militares muertos y miles de millones de euros. De la victoria a la derrota no hay m¨¢s que un paso. Y la OTAN no se lo puede permitir.