La estrategia del caos

Muchas discusiones sobre Ucrania versan estos d¨ªas sobre si Vlad¨ªmir Putin tiene una estrategia y, en caso afirmativo, en qu¨¦ consiste. Las opiniones est¨¢n divididas: unos piensan que la confusi¨®n y el caos al que asistimos es producto del desconcierto de un Putin que, vi¨¦ndose continuamente desbordado por los acontecimientos, ha ido improvisando una respuesta tras otra; otros sostienen, por el contrario, que las acciones de Putin obedecen a una estrategia trazada y dise?ada desde hace tiempo.

Pero lo cierto es que las dos versiones son compatibles. Putin ten¨ªa una estrategia; consist¨ªa en construir una esfera de influencia en torno a Rusia. La Uni¨®n Euroasi¨¢tica, que se extender¨ªa desde Bielorrusia hasta Kazajist¨¢n, era a la vez un proyecto econ¨®mico y pol¨ªtico. Su objetivo era lograr tanto la independencia econ¨®mica como geopol¨ªtica de Rusia respecto a Occidente. Ese proyecto naufrag¨® en el Maid¨¢n de Kiev, pues una parte sustantiva de la poblaci¨®n de Ucrania se neg¨® a secundarlo. Ese fue y es el mayor error de Putin: no entender primero y no aceptar todav¨ªa hoy que las aspiraciones de la ciudadan¨ªa no son ser dominados por una ¨¦lite autoritaria y corrupta que se envuelve en la bandera para perpetuarse en el poder y enriquecerse.

Como demostr¨® el Maid¨¢n, a poco que exista una m¨ªnima libertad de informaci¨®n y algo de pluralismo pol¨ªtico, la gente preferir¨¢ una sociedad abierta y democr¨¢tica a una cerrada y chovinista.

De ese error de c¨¢lculo de Putin nace su estrategia actual. Sin Ucrania es imposible seguir adelante con la Uni¨®n Euroasi¨¢tica, lo que supone algo m¨¢s que un rev¨¦s para su pol¨ªtica exterior: por un lado impide a Rusia lograr su autonom¨ªa econ¨®mica y geopol¨ªtica, es decir, independizarse de Occidente; por otro, es evidente que una Ucrania democr¨¢tica, pr¨®spera e integrada en Occidente ofrecer¨ªa a la poblaci¨®n rusa un modelo al que aspirar, poniendo en peligro el sistema pol¨ªtico vertical que Putin con tanto esmero ha construido. De ah¨ª que para Putin esta crisis tenga un car¨¢cter existencial.

Entendida correctamente la naturaleza de esta crisis y la percepci¨®n dominante en Mosc¨², las consecuencias son tan claras como preocupantes. Porque si el destino de Putin y el de Ucrania est¨¢n tan ¨ªntimamente vinculados como parece, entonces la crisis no ha hecho m¨¢s que empezar. Fracasado el objetivo primigenio de Putin de incorporar a Ucrania a su esfera de influencia, su estrategia s¨®lo tiene un desarrollo posible: prevenir que Ucrania prospere, se democratice y se abra a Occidente. Ese objetivo requiere sumergirla en el caos, mantener vivo el conflicto armado y cercenar sus posibilidades de recuperaci¨®n econ¨®mica. Por eso, las sanciones econ¨®micas a Rusia, aunque muy severas e inevitables, no van a lograr f¨¢cilmente su objetivo. Al rev¨¦s: seg¨²n se aproxime el invierno y la cuesti¨®n energ¨¦tica cobre importancia, la Uni¨®n Europea y Estados Unidos se ver¨¢n obligados a sostener econ¨®micamente a Ucrania. Rusia no s¨®lo est¨¢ dispuesta a pagar un alto precio por Ucrania sino a imponer uno a¨²n m¨¢s elevado a los dem¨¢s.

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