El giro franc¨¦s
Hollande carece de bases suficientes para afrontar las consecuencias de su orientaci¨®n liberal
El verdadero acontecimiento de este verano en Europa, dejando de lado el caso ucranio, ha sido el giro pol¨ªtico de 180 grados de la pol¨ªtica francesa, tanto en la esfera econ¨®mica como en cuanto al sistema de alianzas dentro de la mayor¨ªa gubernamental socialista. Este cambio va a tener consecuencias decisivas en los pr¨®ximos a?os: el cambio de programa del partido socialista, el fortalecimiento de la crisis ya latente en su seno hasta las pr¨®ximas elecciones presidenciales de abril de 2017. Fran?ois Hollande, en coherencia con la elecci¨®n de Manuel Valls como primer ministro, y bajo la batuta de la Comisi¨®n Europea y Alemania, tras haber perdido dos elecciones importantes como fueron las municipales y las europeas, decide acabar con el doble lenguaje que caracteriza su estrategia y asume, finalmente, la orientaci¨®n liberal que considera imprescindible para Francia en el conjunto europeo.
Este giro ocurre al mismo tiempo que se produce el acercamiento del candidato m¨¢s plausible de la derecha para las pr¨®ximas presidenciales, Alain Jupp¨¦, del partido de derecha neogaullista UMP, al l¨ªder del centro derecha, Fran?ois Bayrou, que hab¨ªa apoyado a Fran?ois Hollande en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de 2012. Esta aproximaci¨®n significa, claramente, que Bayrou no apoyar¨¢ a Hollande en el futuro y cierra peligrosamente el espacio de maniobra del jefe de Estado en el centro pol¨ªtico. Desde el nombramiento de Manuel Valls, exist¨ªan dos soluciones: la primera consist¨ªa en el fortalecimiento del ala izquierda del Gobierno, representada por Arnaud Montebourg, Beno?t Hamon y Aur¨¦lie Filippetti, y que hubiera significado, por un lado, debilitar a Valls y abrir una batalla incierta con Alemania, y por otro lado, hubiera dado una respuesta alentadora a las esperanzas del electorado de izquierdas, frenando tambi¨¦n el auge del Frente Nacional.
La segunda v¨ªa implicaba profundizar en la actual estrategia de austeridad, desestabilizar m¨¢s el electorado de izquierda, correr el riesgo de dinamizar a¨²n m¨¢s al Frente Nacional y obligar a los ministros de izquierda a dimitir. Al elegir esta segunda opci¨®n, Fran?ois Hollande corre un riesgo enorme: en la actualidad, el Gobierno es monocolor (los radicales son un partido de creaci¨®n fantasma y sat¨¦lite del partido socialista) y potencialmente minoritario, no s¨®lo en el pa¨ªs, sino tambi¨¦n dentro de la mayor¨ªa de izquierda. El partido socialista entra en una crisis comparable a la que sufri¨® en 1990, en Rennes, cuando Fran?ois Mitterrand quiso hacerle adoptar la misma orientaci¨®n liberal de hoy. Hay que recordar que, a fin de cuentas, fue Mitterrand el derrotado en ese congreso. Veremos lo que va a pasar en el pr¨®ximo congreso del partido socialista, en 2016. Pero desde ahora queda claro que Fran?ois Hollande no cuenta con una base social ni pol¨ªtica lo suficientemente amplias para afrontar todas las consecuencias de esta orientaci¨®n social liberal, m¨¢xime cuando nada establece que es la mejor v¨ªa para salir de la crisis. Al final del giro franc¨¦s, nada asegura que se hallar¨¢ el ¨¦xito.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.