Cabeza o coraz¨®n

¡°Esta votaci¨®n no es acerca de si Escocia es o no una naci¨®n. Escocia es una naci¨®n fuerte y orgullosa con una historia extraordinaria y unas gentes con un talento incre¨ªble¡±. Esto no lo ha dicho el l¨ªder independentista escoc¨¦s, Alex Salmond, sino el primer ministro brit¨¢nico, David Cameron, en una vibrante intervenci¨®n realizada el mi¨¦rcoles pasado en Edimburgo en la que tambi¨¦n prometi¨® no obstaculizar la independencia si esta fuera la opci¨®n ganadora. ¡°Me romper¨ªa el coraz¨®n¡±, dijo Cameron, ¡°pero respetar¨ªa esa decisi¨®n¡±.

?Deben votar los escoceses con la cabeza o con el coraz¨®n? El debate en Reino Unido, que hasta ahora hab¨ªa versado sobre los costes de la separaci¨®n, ha girado 180 grados hacia el terreno de las emociones, las identidades, la historia com¨²n; en definitiva, hacia el sentido y l¨®gica de vivir juntos. Ahora, en lugar de preguntarse cu¨¢nto cuesta la ruptura, los brit¨¢nicos han comenzado a debatir sobre qu¨¦ sentido tiene vivir juntos. Con ello parece aceptarse que ni la secesi¨®n ni la permanencia son decisiones exclusivamente racionales.

Si las personas solo estuvieran hechas de intereses, si solo se movieran por el deseo de maximizar el retorno econ¨®mico de sus decisiones, entonces la decisi¨®n entre la secesi¨®n o la permanencia deber¨ªa ser relativamente sencilla. O dicho de otra manera, aunque fuera una decisi¨®n complicada lo ser¨ªa exclusivamente debido a que algunos costes son inciertos y?/?o muy dif¨ªciles de calcular. Sin embargo, la experiencia nos dice que las cosas son algo m¨¢s complicadas.

?Aceptar¨ªa M¨¦xico anexionarse a EE?UU solo porque es m¨¢s rico? ?O Espa?a sumarse a Alemania solo porque los alemanes son m¨¢s eficientes, tienen menos desempleados y exportan m¨¢s? Algo parecido ocurre con la secesi¨®n: el hecho de que, incluso aunque fuera costosa econ¨®micamente, exista un n¨²mero tan amplio de personas dispuestas a asumir esos costes nos se?ala muy claramente lo importante que son las identidades y cu¨¢nto impacto tienen sobre las preferencias de los actores.

Londres se ha dado cuenta de que los costes tambi¨¦n ser¨ªan inmensos para Reino Unido

Esa complejidad de las cuestiones identitarias explica el giro adoptado por el Gobierno brit¨¢nico, al que se han sumado laboristas y liberales. As¨ª, mientras Salmond hac¨ªa el rid¨ªculo comparando la secesi¨®n de Escocia con el fin del apartheid en Sud¨¢frica, Cameron, inteligentemente, intentaba cambiar el debate a otro terreno. ¡°Esta votaci¨®n no es para elegir entre Reino Unido y Escocia, sino para decidir entre dos visiones distintas del futuro de Escocia¡±. ?Es sincera la humedad que recorr¨ªa los ojos de Cameron? ?O, como dicen los independentistas, es una impostura que se debe a que, despu¨¦s de llevar meses amenazando a los escoceses con todo tipo de calamidades si deciden marcharse, Londres se ha dado cuenta de que los costes tambi¨¦n ser¨ªan inmensos para Reino Unido, y para el propio Cameron, cuya carrera pol¨ªtica seguramente terminar¨ªa? Seguro que hay opiniones para todos los gustos, pero quiz¨¢ d¨¦ un poco igual: al fin y al cabo, sabemos desde hace mucho tiempo que la fuerza civilizadora de la hipocres¨ªa es un elemento importante de paz y progreso. La cuesti¨®n es si no es ya es demasiado tarde incluso para la hipocres¨ªa.

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