Un catal¨¢n en Escocia
Ferran Farn¨®s es un cocinero de Sabadell asentado en Edimburgo que este jueves ha votado s¨ª
Un yes ha ca¨ªdo este jueves en una de las urnas del colegio electoral 119 de Edimburgo, el Trinity Primary, en el 181 de Newhaven Road. Un s¨ª por la independencia de Escocia. Lo desliz¨® Ferran Farn¨®s, un catal¨¢n de 26 a?os asentado en Escocia desde junio de 2012. ¡°Me levantar¨¦, comprar¨¦ The Guardian e ir¨¦ a depositar mi voto¡±, coment¨® en una entrevista telef¨®nica este cocinero de Sabadell, que esperar¨¢ el recuento hasta la madrugada.
Paradoja pol¨ªtica la llaman. En Escocia pueden votar los extranjeros residentes all¨ª; y no los escoceses que se encuentren fuera de sus fronteras, ni siquiera en otros lugares de Reino Unido. Farn¨®s asegura que la verdadera paradoja es ¡°tener que cumplir con todas las obligaciones y no tener derecho a decidir qui¨¦n va a gestionar, ni qu¨¦ se va a gestionar¡±.
Para ¨¦l, en este sentido, Espa?a es un ente inmovilista que deber¨ªa reaccionar y dejar decidir a la sociedad catalana qu¨¦ modelo de pa¨ªs quiere: ¡°Es evidente que un pueblo no puede pararse a base de decretazos¡±. A la vez es consciente de que, en este instante, es imposible un proceso como el que se est¨¢ desarrollando en Escocia y esto le hace sentirse parte del pa¨ªs del unicornio.
Cameron ha visto que despreciar a los ciudadanos de Escocia crea el mismo resultado que en Catalu?a: m¨¢s independentistas
Vive en el barrio de Leith, envuelto por el sonido y el olor del mar del Norte. Lleg¨® porque, cuando termin¨® de estudiar, en su tierra natal s¨®lo le esperaba la nada. ¡°Vine con la esperanza de vivir algo nuevo y mejorar mi ingl¨¦s. Ahora me veo aqu¨ª por mucho tiempo. Y estos d¨ªas son de mucha ilusi¨®n¡±. Est¨¢ convencido del poder ciudadano en una consulta de este tipo: ¡°La oportunidad de darle la vuelta a Europa y demostrar que la poblaci¨®n tiene voz, voto y desea cambios es muy buena¡±.
La visi¨®n del sabadellense es que entre Escocia e Inglaterra no s¨®lo hay un debate nacionalista, sino una lucha por dos modelos de Estado dif¨ªciles de conciliar. ¡°Desde Westminster llegan recortes en derechos b¨¢sicos, son pro nucleares, poco solidarios con los pueblos oprimidos y esc¨¦pticos con otra Europa. Aqu¨ª es al contrario, buscan la independencia para construir un estado social¡±.
Catalu?a y Escocia no son lo mismo. Farn¨®s lo sabe y lo acepta, aunque no ceja en su deseo de que Europa deje decidir a ambos pueblos. A pesar de todo, las comparaciones son inevitables, quiz¨¢s porque las sensibilidades se aproximan. All¨ª, seg¨²n el catal¨¢n, Cameron ya ha comprobado que los escoceses no est¨¢n por la labor de aceptar sus recortes, ¡°y ha visto que despreciar a los ciudadanos de Escocia crea el mismo resultado que en Catalu?a: m¨¢s independentistas¡±. Intensos, violentos o calmados, los argumentos de ambos bandos no ir¨¢n m¨¢s all¨¢ de este jueves. ¡°Hoy nos tiraremos nuestras convicciones a la cara, pero pase lo que pase, debemos convivir como un pueblo¡±.
En Edimburgo, y en su vivaracho barrio, la campa?a contin¨²a muy viva: ¡°Gente con chapas, repartiendo informaci¨®n, hablando sobre las pensiones, los recortes del Gobierno ingl¨¦s, las competencias que podr¨ªan tener, debates sobre la moneda¡¡±. Una controversia que inunda los medios. ¡°A ¨²ltima hora, con la amenaza de algunos bancos de abandonar el pa¨ªs si la votaci¨®n es positiva, a muchos les ha invadido el miedo y, ahora, se lo est¨¢n pensando o ya han decidido que votar¨¢n no¡±.
Ese ser¨¢, probablemente, uno de los temas de los que Ferran Farn¨®s hable esta noche con sus amigos, con alguna que otra pinta encima de una de las altas mesas de madera del pub neocl¨¢sico The Standing Order, un antiguo banco de eternos techos. ¡°Debatimos mucho, m¨¢s siendo yo catal¨¢n. Pero nos respetamos, y bromeamos¡±.
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