El magnate mexicano m¨¢s esquivo
Germ¨¢n Larrea, la segunda fortuna de M¨¦xico tras Slim a quien nadie conoce, vive rodeado de pol¨¦mica por los accidentes en sus minas
No resulta sencillo conseguir una foto de Germ¨¢n Larrea, el millonario mexicano m¨¢s esquivo. En Internet circulan dos im¨¢genes que podr¨ªan ser suyas. Una de tama?o carn¨¦, en blanco y negro, donde se aprecia a un hombre cincuent¨®n, de nariz gruesa y pelo frondoso que le tapa las orejas. En la otra parece alguien m¨¢s mayor, con entradas en la parte derecha del cr¨¢neo, nariz aguile?a y ojos peque?os. ¡°No me atrevo a asegurar si es uno u otro¡±, dice una relaciones p¨²blicas que jura haberlo visto en un par de ocasiones. La revista Forbes evita meterse en problemas e ilustra a la segunda fortuna de M¨¦xico -un patrimonio de 14.700 millones de d¨®lares- con la t¨ªpica silueta negra que se usa en las orlas para los estudiantes hura?os que no van a su graduaci¨®n.
El imperio de Larrea (Ciudad de M¨¦xico, 1941), accionista mayoritario del poderoso Grupo M¨¦xico, uno de los principales productores de cobre a nivel internacional, est¨¢ otra vez en entredicho por haber provocado una cat¨¢strofe medioambiental. El Gobierno ha obligado a la compa?¨ªa a crear un fideicomiso de 150 millones de d¨®lares para resarcir el da?o que han sufrido miles de peque?os agricultores por el derrame de 40.000 metros c¨²bicos de residuos t¨®xicos en los r¨ªos Bacanuchi y Sonora, al norte de M¨¦xico. Analistas y comentaristas pol¨ªticos han llegado a pedir la extinci¨®n de su compa?¨ªa, involucrada en otras tragedias como la muerte de 65 mineros en 2006.
El l¨ªder m¨¢s popular de la izquierda, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, ha abogado en sus m¨ªtines por retirarle la concesi¨®n de las minas. "Forma parte de la mafia del poder", le acusa. El sindicato lleva a?os librando una batalla con el millonario invisible por este y otros asuntos. Durante mucho tiempo los mineros desplegaron en el Paseo de la Reforma, una avenida emblem¨¢tica de la capital, una pancarta a la vista de todo el mundo: ¡°Asesino¡±. Larrea no se defendi¨® p¨²blicamente. Nunca lo hace.
El Rey del Cobre es admirado por otros. Mauricio Candiani, analista experto en miner¨ªa, conoce con detalle todas las operaciones de los negocios de Grupo M¨¦xico ¡ªresultados anuales, yacimientos, mercado internacional¡ª pero no reconocer¨ªa a Germ¨¢n Larrea si dentro de un rato se lo cruzase por la calle. ¡°La operaci¨®n de la compa?¨ªa en la mina Buenavista [donde se produjo el derrame] es de clase mundial. Es la operaci¨®n de cobre m¨¢s importante de M¨¦xico. Es fundamental para el desarrollo de nuestro pa¨ªs. Es una empresa muy s¨®lida que har¨¢ frente a los da?os y reanudar¨¢ los trabajos¡±, conf¨ªa Candiani, que en el pasado realiz¨® algunos proyectos para la compa?¨ªa.
Si Larrea tiende a la introspecci¨®n, su hombre de mayor confianza es expansivo y diplom¨¢tico. Donde Larrea dice no a sus negociadores, ¨¦l suelta un tal vez
El rastro de Larrea es brumoso. Hay que indagar en la gente que le rodea para saber algo m¨¢s sobre ¨¦l. El hombre que le habla al o¨ªdo es Xabier Garc¨ªa de Quevedo, quien le lleva los negocios en Per¨². En el University Club, uno de los clubes privados m¨¢s exclusivos del pa¨ªs, Garc¨ªa de Quevedo fue homenajeado recientemente por la asociaci¨®n de ingenieros y ge¨®logos de M¨¦xico. Si Larrea tiende a la introspecci¨®n, su persona de mayor confianza es expansivo y diplom¨¢tico. Donde Larrea dice no a sus negociadores, ¨¦l suelta un tal vez. Es la cara amable de un empresario que en ocasiones ha sido tachado de tosco. Vinculado a Larrea desde 1988, Garc¨ªa de Quevedo ha emparentado a su familia con el clan Pujol espa?ol. Uno de sus hijos se cas¨® en 2012 con la hija de Jordi Pujol Ferrusola, el primog¨¦nito del expresidente de Catalu?a investigado por delitos de blanqueo de capitales y delitos fiscales.
La fortuna de los Larrea la ciment¨® su padre, don Jorge Larrea, hace 70 a?os. Comenz¨® con una compa?¨ªa dedicada a la construcci¨®n que se fue abriendo a otros sectores como el energ¨¦tico. En los setenta, la empresa hizo sus primeras compras de minas, una estrategia que se dispar¨® con el expresidente Carlos Salinas de Gortari y su plan de ofrecer la explotaci¨®n de los yacimientos a empresas mexicanas. Ese es el comienzo de un emporio que ha trepado hasta lo m¨¢s alto, siempre acompa?ado de pol¨¦mica. Grupo M¨¦xico adquiri¨® en 1999 la minera estadounidense Asarco, que enfrentaba una multa de 1.000 millones de d¨®lares por contaminaci¨®n. Las minas de Asarco fueron transferidas a otra filial peruana, y la empresa se declar¨® en bancarrota. No hubo dinero para pagar los acreedores.
Los pleitos pasados y presentes no detienen a Larrea. La prensa econ¨®mica lleva meses especulando con que est¨¢ tomando posiciones para invertir en el negocio petrolero una vez que se ponga en marcha la apertura del sector a la inversi¨®n privada que est¨¢ propiciando con sus reformas el presidente Enrique Pe?a Nieto. Es uno de sus tantos flancos abiertos. El hombre que no quiere ser retratado ni salir en televisi¨®n, forma parte de la directiva de Televisa, el conglomerado audiovisual m¨¢s potente de Latinoam¨¦rica, y compr¨® la cadena de cines Cinemex. Cada vez que uno va al cine tiene que ver antes de la pel¨ªcula los largu¨ªsimos anuncios de su empresa monop¨®lica de ferrocarriles y la obra social con la que pretende contrarrestar su mala fama.
Uno de sus hijos se cas¨® con la hija de Jordi Pujol Ferrusola, el primog¨¦nito del expresidente de Catalu?a investigado por delitos de blanqueo de capitales y delitos fiscales
El proverbial enemigo de Larrea tiene nombre de emperador: Napole¨®n G¨®mez Urrutia. La tragedia de la mina Pasta de Conchos, donde murieron decenas de trabajadores, los separ¨® para siempre. G¨®mez Urrutia, como l¨ªder del sindicato de mineros ¡ªun cargo que hered¨® de su padre, igual que Larrea¡ª mont¨® una huelga que se prolong¨® durante a?os. Las batallas legales entre ambos en los juzgados han adquirido un tama?o colosal. ¡°Es uno de los conflictos empresariales m¨¢s caros del mundo¡±, refiere el analista Candiani. Napole¨®n ha estado exiliado en Canad¨¢ huyendo de la fiscal¨ªa por el supuesto desfalco de 55 millones de d¨®lares, una persecuci¨®n que dice que inici¨® Larrea. De todos modos, Napole¨®n nunca ha dejado de mandar: dirig¨ªa el sindicato desde la distancia por tel¨¦fono.
Larrea es muy respetado en determinados c¨ªrculos empresariales. Se le tilda de hombre serio, amable incluso. Aprovecha el anonimato para ir a apostar al hip¨®dromo, cenar con tranquilidad en los mejores restaurantes de la ciudad y viajar a la Toscana italiana. Dicen que le gusta el vino caro, aunque es de esas aficiones que aparecen en todos sus perfiles como una verdad absoluta, pero que nadie se atreve a asegurar con rotundidad. La gente que le rodea ha tomado la costumbre de no confirmar ni negar nada que tenga que ver con ¨¦l. Eso no hace nada m¨¢s que agrandar el misterio. El magnate sin rostro no necesita los reflectores para continuar multiplicando su fortuna.
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