Brasil apunta y graba
V¨ªdeos y fotos hechas por aficionados han servido de altavoz contra las injusticias y la impunidad
La polic¨ªa empez¨® diciendo que el tiro que mat¨® a Carlos Augusto Braga el jueves pasado fue accidental. A las pocas horas de los disturbios en el barrio de Lapa (S?o Paulo), desatados despu¨¦s de un operativo contra la pirater¨ªa, se vio obligada a rectificar: el agente dispar¨® a la cabeza al vendedor ambulante de 30 a?os cuando ¨¦ste trat¨® de arrebatarle un spray de pimienta. Varias personas lo grabaron. Los tel¨¦fonos m¨®viles se han convertido en un arma de los brasile?os contra la impunidad, especialmente de las fuerzas de seguridad. La ONG Foro Brasile?o de Seguridad P¨²blica registr¨® 1.890 muertes en operaciones policiales en 2012, achacadas "de manera rutinaria" a tiroteos con grupos criminales.?
?Qu¨¦ habr¨ªa pasado si no hubiese nadie grabando? El 75,5% de los brasile?os mayores de 10 a?os ten¨ªan tel¨¦fono m¨®vil en 2013, un 5% m¨¢s que el a?o anterior, seg¨²n la encuesta del Instituto Brasile?o de Geograf¨ªa y Estad¨ªstica. Esta es una lista de algunos de los v¨ªdeos y fotograf¨ªas m¨¢s recientes que han servido de altavoz contra la violencia y la impunidad en Brasil. No siempre los polic¨ªas son los antagonistas de las im¨¢genes: a veces son los propios vecinos.
En 2012, Paulo Batista do Nascimento, de 25 a?os, muri¨® en S?o Paulo tras recibir varios disparos de polic¨ªas. Un vecino grab¨® c¨®mo lo sacaban de casa, acusado de haber participado en un asalto. En un momento del v¨ªdeo, uno de los agentes se pone en posici¨®n de disparar. Se oye una detonaci¨®n y, cuando la c¨¢mara vuelve a enfocar la calle, la patrulla se est¨¢ marchando. Los cuatro agentes acusados fueron absueltos el mes pasado.
En febrero, el pa¨ªs se escandaliz¨® por la imagen de un adolescente maltratado y encadenado a un poste en R¨ªo de Janeiro. Algunos vecinos lo castigaron por sus supuestos robos en el barrio y provocaron una imagen especialmente dolorosa para una naci¨®n que acab¨® con la esclavitud en 1888. Yvonne Bezerra de Melo, la mujer de 66 a?os que alert¨® a las autoridades, recibi¨® un aluvi¨®n de insultos en las redes sociales por haber ayudado a ¡°un delincuente¡±.
Cl¨¢udia Silva Ferreira, trabajadora de la limpieza de 38 anos, muri¨® en marzo alcanzada por una bala perdida en una favela de R¨ªo de Janeiro. La patrulla policial que la trasladaba al hospital arrastr¨® su cuerpo, colgando del maletero, a lo largo de 250 metros. Un conductor lo grab¨® todo. El esc¨¢ndalo fue may¨²sculo. Seis polic¨ªas acusados por su muerte ya hab¨ªan vuelto al trabajo en julio, aunque en funciones lejos de la calle, seg¨²n la cadena Globo.
La ola de linchamientos en Am¨¦rica Latina tambi¨¦n le toc¨® a Brasil. En abril, en plena fiebre de ajusticiamientos populares, el soci¨®logo Jos¨¦ de Souza Martins, dec¨ªa a EL PA?S. "Hace tres a?os eran tres o cuatro por semana. Despu¨¦s de las manifestaciones de junio (de 2013), pas¨® a una media de una tentativa por d¨ªa. Hoy estamos a m¨¢s de un intento diario". Un joven de 24 a?os fue apaleado hasta la muerte por vecinos, dentro del hospital en el que se le examinaba para determinar si hab¨ªa violado a un menor. Una persona grab¨® c¨®mo decenas de personas asaltaban el centro m¨¦dico. En total, 24 personas est¨¢n siendo investigadas.
La prisi¨®n de Maranh?o, que sufre problemas de corrupci¨®n, sobrepoblaci¨®n e inseguridad, llam¨® la atenci¨®n de los medios de nuevo cuando el diario Folha de S. Paulo public¨® el v¨ªdeo, extremadamente violento, donde tres presos aparec¨ªan decapitados.
La Navidad de 2013 fue la de los rolezinhos, concentraciones de j¨®venes de zonas humildes en exclusivos centros comerciales. Los rolezeiros convocavan los encuentros a trav¨¦s de las redes sociales para cantar y flirtear paseando en grupo entre las tiendas de lujo. Acusados a veces de hurto, y otras detenidos sin ning¨²n motivo aparente, los adolescentes eran asediados por la seguridad privada de los shopping.
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