Un Obama desbordado por las crisis globales busca apoyos en la ONU

Un grupo yihadista del que pocas personas hab¨ªan o¨ªdo hablar hace un a?o y una enfermedad que parec¨ªa olvidada monopolizar¨¢n esta semana la atenci¨®n de los l¨ªderes mundiales en Nueva York. La Asamblea General de Naciones Unidas, el ritual que cada a?o congrega a m¨¢s de 140 jefes de Estado y de Gobierno, ofrece una fotograf¨ªa ¨²nica de las relaciones internacionales. Del ¨¦bola a la violencia del Estado Isl¨¢mico (EI) en Siria e Irak, pasando por Ucrania, este es un mundo distinto al de septiembre de 2013, cuando se celebr¨® la ¨²ltima reuni¨®n.

¡°Vivimos en una era con un nivel sin precedentes de crisis y problemas¡±, dijo este lunes en una rueda de prensa el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.

Basta repasar el discurso de hace un a?o de Barack Obama ante la Asamblea General para entender c¨®mo casi nadie, empezando por el presidente de Estados Unidos, contemplaban la inestabilidad actual. Obama explic¨® entonces a los delegados que, tras m¨¢s de una d¨¦cada de intervenciones militares, EE UU se hab¨ªa retirado de Irak y preparaba el repliegue de Afganist¨¢n, con lo que pon¨ªa fin a ¡°una situaci¨®n de guerra perpetua¡±. El mundo, proclam¨®, ¡°es m¨¢s estable de lo que era hace cinco a?os¡±. Ni rastro, en aquel discurso, de Ucrania. Y, de las tres citas a Rusia, dos fueron para mencionar la cooperaci¨®n en el desarme qu¨ªmico de Siria y en las negociaciones para frenar el programa nuclear de Ir¨¢n. La palabra ¨¦bola hab¨ªa desparecido del vocabulario internacional.

Un a?o despu¨¦s, todo ha cambiado. La epidemia del ¨¦bola en ?frica Occidental ha infectado desde el pasado marzo a m¨¢s de 5.300 personas, como m¨ªnimo, y ha matado a m¨¢s de 2.800, seg¨²n datos de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud. La ca¨ªda del gobierno prorruso de Ucrania en febrero, la posterior anexi¨®n de Crimea por Rusia, la insurgencia separatista y las sanciones contra Mosc¨² han resucitado el lenguaje de la guerra fr¨ªa. Las relaciones entre Washington y Mosc¨² se han deteriorado hasta niveles inusuales desde la ca¨ªda del bloque sovi¨¦tico. Y los avances del Estado Isl¨¢mico en Oriente Pr¨®ximo han obligado a Obama a rectificar: tres a?os despu¨¦s de su retirada, EE UU bombardea en Irak y prepara ampliar la intervenci¨®n a Siria tras descartar un ataque en este pa¨ªs hace un a?o. La guerra perpetua no ha terminado.

Nada es como Obama imaginaba en septiembre de 2013. La historia pasa por encima de cualquier previsi¨®n. Y no es el primer presidente a quien le ocurre. Lyndon B. Johnson quer¨ªa ser recordado como el presidente que acab¨® con la segregaci¨®n racial y ampli¨® el Estado del bienestar, pero la guerra de Vietnam ensombreci¨® su legado. George W. Bush era reacio a intervenciones militares para cambiar reg¨ªmenes en pa¨ªses lejanos, pero los atentados del 11-S colocaron la llamada lucha contra el terrorismo en el centro de su legado.

Obama aterriza en Nueva York con una agenda nutrida ¡ªdiscursos en varios foros, reuniones bilaterales, recepciones y photo-ops: fotograf¨ªas con otros l¨ªderes para consumo interno de cada pa¨ªs¡ª pero un objetivo inmediato: construir una coalici¨®n internacional para ¡°debilitar y destruir¡± al Estado Isl¨¢mico. Tras participar en la cumbre sobre el cambio clim¨¢tico, el martes, el mi¨¦rcoles se dirigir¨¢ a la Asamblea General y presidir¨¢ una reuni¨®n del Consejo de Seguridad de la ONU que obligar¨¢ a cambiar las legislaciones nacionales para perseguir a los ciudadanos que se sumen al Estado Isl¨¢mico en pa¨ªses como Siria o Irak, y a quienes les ayuden. El jueves intervendr¨¢ en una reuni¨®n sobre el ¨¦bola.

Vivimos en una era con un nivel sin precedentes de crisis y problemas¡± ? Ban Ki-moon,?Secretario general de la ONU

¡°Habr¨¢ muchas crisis en la agenda de la ONU esta semana, pero el Estado Isl¨¢mico y el ¨¦bola captar¨¢n la atenci¨®n¡±, dice Richard Gowan, del Centro sobre la Cooperaci¨®n Internacional en la Universidad de Nueva York. ¡°El ¨¦bola¡±, a?ade, ¡°es exactamente el tipo de amenaza que la ONU deber¨ªa ser capaz de abordar si un n¨²mero suficiente de grandes potencias lo apoya: no hay grandes diferencias pol¨ªticas sobre la necesidad de actuar para frenar la enfermedad, y hacerlo permite usar la experiencia de la ONU en gestionar epidemias, proporcionar ayuda humanitaria y reforzar autoridades estatales muy d¨¦biles¡±. ¡°Por contraste¡±, concluye Gowan, ¡°no hay que esperar ning¨²n progreso sobre Ucrania. Este es exactamente el tipo de crisis que la ONU no puede resolver, porque Rusia es una potencia atrincherada en el Consejo de Seguridad¡±. Rusia es uno de los cinco miembros permanentes y con derecho de veto del Consejo de Seguridad, ¨®rgano decisorio de la ONU.

Naciones Unidas puede poner orden a la inestabilidad global, pero dentro de unos l¨ªmites. ¡°Nuestra era busca, de forma insistente, a veces desesperada, una idea de orden mundial. El caos amenaza mano a mano con una interdependencia sin precedentes¡±, escribe Henry Kissinger en su ¨²ltimo libro, World Order (orden mundial). ¡°?Afrontamos un periodo en el que fuerzas sin la restricci¨®n de ning¨²n orden determinan el futuro?¡±.