Los servicios antiterroristas franceses quedan en rid¨ªculo en el peor momento
Tres yihadistas que iban a ser detenidos tras pasar por Siria quedaron en libertad
El Ministerio del Interior franc¨¦s y los servicios antiterroristas han quedado en rid¨ªculo y en evidencia en el peor momento. En la ma?ana del martes, el mismo d¨ªa en que Francia anunciaba que hab¨ªa reforzado los niveles de seguridad ante la amenaza de atentados yihadistas, tres reconocidos y destacados miembros de una c¨¦lula islamista radical llegaban sin problemas a Marsella, procedentes de Turqu¨ªa tras haber estado meses en Siria, sin que nadie les preguntara ni siquiera d¨®nde se iban a instalar. Este mi¨¦rcoles, horas despu¨¦s de que estallara la noticia, el ministro de Interior,?Bernard Cazeneuve, anunci¨® que "los tres est¨¢n ahora neutralizados". Los tres sospechosos se entregaron a las autoridades en Caylar, a unos 230 kil¨®metros de Marsella, y viajar¨¢n este mi¨¦rcoles a Par¨ªs para comparecer ante un magistrado antiterrorista, seg¨²n informa el canal France 2.
Lo ocurrido parece el guion de una pel¨ªcula de humor negro en la que los protagonistas son unos supuestos terroristas decepcionados y unos despistados e ineficaces polic¨ªas. El problema es que, antes de este cap¨ªtulo sonrojante, hubo asesinatos de por medio y, ahora, la amenaza yihadista se cierne sobre los franceses de forma muy directa.
El martes a mediod¨ªa, la cadena iT¨¦l¨¦ anunci¨® en exclusiva que los servicios antiterroristas acaban de detener en el aeropuerto de Orly, cerca de Par¨ªs, a tres peligrosos yihadistas: Abdelahued Baghdali, Imal Djebali y Gael Maurize.
El primero es el marido de Souad Merah, hermana de Mohamed Merah, muerto a tiros en 2012 en enfrentamiento con la polic¨ªa tras haber asesinado a siete personas en Montauban y Toulouse. El segundo, amigo de infancia de Merah, hab¨ªa sido condenado a cuatro a?os de c¨¢rcel en 2009 por pertenecer a una organizaci¨®n dedicada a enviar desde Francia combatientes a Siria. Y el tercero era sobradamente conocido por la polic¨ªa por sus actividades yihadistas en Francia.
Los tres, junto con otros correligionarios, decidieron embarcarse a Siria en febrero o marzo pasados. Entraron por Turqu¨ªa. La polic¨ªa sospecha que all¨ª han estado participando, desconocen en qu¨¦ nivel, en las actividades del Estado Isl¨¢mico (EI). Pero en verano decidieron que su aportaci¨®n ya hab¨ªa sido suficiente y que prefer¨ªan regresar a sus casas en el sur de Francia.
En agosto, volvieron a entrar en territorio turco y, seg¨²n sus abogados, se presentaron voluntariamente a la polic¨ªa. Fueron recluidos en un centro de internamiento, acusados de no haber respetado el permiso de estancia en Turqu¨ªa. De paso, los agentes turcos informaron a sus colegas franceses del triple hallazgo.
Tras unas largas gestiones entre los servicios de inteligencia de los dos pa¨ªses, Par¨ªs y Ankara pactaron la expulsi¨®n de los tres yihadistas a Francia y cerraron la fecha, el martes 23 de septiembre, y el vuelo, en un aparato de una compa?¨ªa turca.
En Orly, se prepar¨® la unidad antiterrorista que deb¨ªa detenerles, mientras el Ministerio del Interior, enfrascado en explicar las medidas excepcionales emprendidas por la amenaza terrorista sobre Francia, preparaba el comunicado oficial de la triple detenci¨®n. Pero el primer problema surgi¨® en el aeropuerto de Ankara. El comandante del avi¨®n turco se neg¨® a embarcar a los tres yihadistas con el argumento de que la documentaci¨®n de expulsi¨®n no estaba completa y de que no hab¨ªa sido advertido con antelaci¨®n.
La polic¨ªa turca embarc¨® a los tres sospechosos en un avi¨®n que sal¨ªa unas horas despu¨¦s hacia Marsella, pero no comunic¨® el cambio de planes a la francesa. Mientras el avi¨®n turco se aproximaba a Orly, Interior ya difund¨ªa el triple y posterior frustrado arresto. Unas horas despu¨¦s, los tres yihadistas, con sus pasaportes oficiales en la mano, llegaban al aeropuerto de Marsella y pasaban los controles sin que nadie les molestara. Seg¨²n France Info, porque estaba averiado el sistema inform¨¢tico de identificaci¨®n, llamado Cheops. Todo esto ha sido "un l¨ªo", reconoc¨ªa en esa emisora el ministro de Defensa, Jean-Yves Le Drian, que tambi¨¦n achacaba el embrollo a un malentendido entre las polic¨ªas turca y francesa.
¡°Los servicios franceses han sido informados por sus hom¨®logos turcos de ese cambio de vuelo despu¨¦s de la llegada de los tres ciudadanos expulsados¡±, se excusaba el Ministerio del Interior ya por la noche del martes. Hasta entonces, las informaciones oficiales no aclaraban d¨®nde estaban realmente los tres. Tras el chasco de Orly, llegaron a decir que segu¨ªan detenidos en Turqu¨ªa, cuando ya se paseaban tranquilamente por Marsella.
Los abogados de los sospechosos han anunciado este martes que sus defendidos no tienen ning¨²n problema en aclarar todas las dudas a la polic¨ªa y que han decidido presentarse en la gendarmer¨ªa de Caylar, cerca de Montpelier.
¡°Amateurismo¡±, como ha se?alado el Frente Nacional, ha sido una de las palabras m¨¢s suaves dirigidas al Gobierno a ra¨ªz del chasco. Semejante traspi¨¦s se produce solo unas horas antes de que el primer ministro, Manuel Valls, explique ante el Parlamento las claves de la participaci¨®n de Francia en los bombardeos contra el EI en Irak y, por supuesto, las medidas adoptadas para afrontar las amenazas de muerte contra ¡°los malvados y sucios franceses¡±, en palabras del portavoz del EI.
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