Obama reclama en la ONU la vigencia del liderazgo de Estados Unidos
Pide ayuda a los pa¨ªses musulmanes para "desmantelar" las redes extremistas en Oriente Pr¨®ximo

El presidente Barack Obama reclam¨® este mi¨¦rcoles en Nueva York la vigencia del liderazgo de Estados Unidos. En un momento de dudas sobre el papel de la potencia hegem¨®nica y perspectivas sombr¨ªas sobre la estabilidad en el mundo, Obama quiso enviar un mensaje optimista: desde los conflictos de Oriente Pr¨®ximo a Ucrania, pasando por la lucha contra enfermedades como el ¨¦bola, EE UU sigue siendo lo que su antecesor Bill Clinton llam¨® en los a?os noventa la ¡°naci¨®n indispensable¡±.
¡°Esto es lo que Am¨¦rica est¨¢ dispuesta a hacer: actuar ante amenazas inminentes y al mismo tiempo buscar un mundo en el que la necesidad de este tipo de acciones haya disminuido¡±, dijo Obama ante la 69 sesi¨®n de la Asamblea General de la ONU.
Estados Unidos, a?adi¨® en alusi¨®n a grupos como el Estado Isl¨¢mico, ¡°trabajar¨¢ con una coalici¨®n amplia para desmantelar estas redes de muerte¡±. ¡°El ¨²nico lenguaje que entienden estos asesinos es el lenguaje de la fuerza¡±, dijo.
Los a?os del repliegue ¡ªla reticencia de Washington a implicarse en conflictos ajenos tras diez a?os de guerras sin victoria en Irak y Afganist¨¢n¡ª han terminado. Los planes de repliegue en Oriente Medio y giro hacia Asia han quedado en suspenso: China no apareci¨® en el discurso. En un mundo que, en palabras de Obama, se debate ¡°entre la guerra y la paz, entre el desorden y la integraci¨®n, entre el miedo y la esperanza¡±, EE UU vuelve a liderar.
Pero Obama no quiere hacerlo de forma unilateral, al modo de su antecesor, George W. Bush, sino al frente de amplias coaliciones, al modo del padre de Bush, el tambi¨¦n presidente George H.W. Bush, que en 1991 lanz¨® una guerra contra el Irak de Sadam Hussein con una de las mayores coaliciones militares de la historia.
Esto es lo que Am¨¦rica est¨¢ dispuesta a hacer: actuar ante amenazas inminentes y al mismo tiempo buscar un mundo en el que la necesidad de este tipo de acciones haya disminuido¡± Barack Obama, presidente de Estados Unidos
El discurso de Obama lleg¨® menos de 48 horas despu¨¦s del inicio de los bombardeos de EE UU y varios aliados ¨¢rabes contra posiciones de varios grupos insurgentes en Siria. Y fue un discurso dirigido sobre todo al mundo ¨¢rabe y musulm¨¢n, una especie de revisi¨®n del que el presidente pronunci¨® en El Cairo en 2009. EE UU no resolver¨¢ sus problemas: s¨®lo puede ayudar. Las bombas no son la soluci¨®n del extremismo a largo plazo.
¡°M¨¢s de 40 naciones se han ofrecido para sumarse a esta coalici¨®n. Hoy pido al mundo que se una a este esfuerzo¡±, dijo el presidente. ¡°Quienes se han sumado al ISIL [uno de los acr¨®nimos que designa al Estado Isl¨¢mico] deben abandonar el campo de batalla mientras puedan. Quienes contin¨²en luchando por una causa del odio se encontrar¨¢n cada vez m¨¢s solos¡±.
Obama cit¨® varios ejemplos del renovado vigor del liderazgo norteamericano. En las ¨²ltimas semanas, dijo, EE UU ha facilitado en Irak la creaci¨®n de un Gobierno integrador, y junto a sus aliados ha impulsado la coalici¨®n internacional contra los insurgentes sun¨ªes. Al mismo tiempo, continu¨®, EE UU encabeza el esfuerzo para controlar el virus del ¨¦bola, ha ayudado a formar un gobierno de unidad en Afganist¨¢n, ha presentado una nueva visi¨®n para combatir el cambio clim¨¢tico y ha promovido las sanciones a Rusia por fomentar la inestabilidad en Ucrania.
Obama centr¨® el discurso en lo que considera dos "cuestiones que definen" los problemas que afronta el mundo en 2014. Primero, la ruptura de las normas que regulan las relaciones entre estados, y aqu¨ª apunt¨® a la pol¨ªtica de la Rusia de Vlad¨ªmir Putin en Ucrania: "Aunque a punta de pistola se obtengan peque?os beneficios, al final las cosas cambian si existen suficientes voces en favor de la libertd de las naciones y pueblos para tomar sus propias decisiones". Y segundo, el ¡°c¨¢ncer del extremismo violento¡±, en el que los actores no son estatales y los m¨¦todos para combatirlos son distintos.
La intervenci¨®n en Siria contra el Estado Isl¨¢mico y el grupo af¨ªn a Al Qaeda Jorasan carece de una cobertura legal clara, pero en cambio cuenta con el apoyo de medio centenar de pa¨ªses, seg¨²n el recuento de la Administraci¨®n Obama. Entre ellos, varios ¨¢rabes y musulmanes. No es un detalle menor: para EE UU, es fundamental que la guerra contra el Estado Isl¨¢mico ¡ªun grupo que aspira a crear un califato en Oriente Medio, no se perciba como una guerra de EE UU contra los ¨¢rabes sino una lucha de los ¨¢rabes, ayudados por EE UU, contra un grupo adscrito a una versi¨®n radical y violenta del islam.
¡°Ning¨²n Dios aprueba este terror. Ning¨²n agravio justifica estas acciones. No puede haber un razonamiento, ni una negociaci¨®n, con esta maldad¡±, dijo.
La estrategia, a?adi¨® Obama, no es s¨®lo militar. Las sociedades abiertas ofrecen alternativas a los j¨®venes que pueden sentirse tentados por el extremismo, argumento. Los pa¨ªses musulmanes, dijo, deben rechazar la ideolog¨ªa del Estado Isl¨¢mico y Al Qaeda y cortar la financiaci¨®n a las ideolog¨ªas violentas.
¡°Hay que acabar con la hipocres¨ªa de quienes acumulan riquezas por la econom¨ªa global y despu¨¦s suministran fondos a quienes ense?an a sus hijos a derribarla¡±, dijo. No cit¨® a ning¨²n pa¨ªs, pero dinero procedentes de pa¨ªses aliados de EE UU ¡ªlos m¨¢s citados son Catar y Arabia Saud¨ª¡ª ha servido para financiar el islam m¨¢s extremista.
No fue un discurso pesimista. "Este es el mejor momento de la historia humana para nacer", dijo. "Nosotros elegimos la esperanza y no el miedo. Vemos el futuro no como algo fuera de nuestro control, sino algo que podemos modelar mucho mejor por medio de un esfuerzo concertado y colectivo".?
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