Un radar para la oposici¨®n venezolana
Torrealba enfatiza la idea de que la clase media debe concertar con los sectores populares
La oposici¨®n venezolana acaba de vivir un cambio de primer orden. No se trata s¨®lo de que una persona sustituy¨® a otra. Tal cosa efectivamente ocurri¨® ya que el periodista Jes¨²s ¡°Ch¨²o¡± Torrealba, al asumir la secretar¨ªa ejecutiva de la Mesa de la Unidad Democr¨¢tica (MUD), termina sustituyendo a Ram¨®n Guillermo Aveledo, tras la renuncia de ¨¦ste semanas atr¨¢s en medio de una aguda divisi¨®n que parec¨ªa insalvable en el seno de las fuerzas pol¨ªticas democr¨¢ticas que se oponen a Nicol¨¢s Maduro.
Sin embargo, con la llegada de Ch¨²o Torrealba est¨¢n ocurriendo de forma simult¨¢nea varios cambios de envergadura en la coalici¨®n que se form¨® en 2009 y que paulatinamente fue conquistando terreno cada vez m¨¢s amplio en el campo electoral, pero que al mismo tiempo exhib¨ªa un cierto inmovilismo en un a?o como ¨¦ste, en el cual no se realizaran elecciones en Venezuela.
El viraje en la conducci¨®n de la MUD es un viento fresco para los que apuestan por un cambio
El primer gran viraje que vive hoy la MUD ¡ªy me atrever¨ªa a decir que el conjunto de fuerzas opositoras a Venezuela¡ª?es que la conducci¨®n pol¨ªtica no la ejercer¨¢ un pol¨ªtico profesional en el sentido estricto. Aveledo cont¨® con su largo bagaje como diputado en la d¨¦cada de los a?os ¡®80 y ¡¯90, form¨® parte del c¨ªrculo del poder en el gobierno del socialcristiano Luis Herrera Campins (1979-83) y en un sentido general puede decirse que es una figura pol¨ªtica tradicional. Ese bagaje fue clave para lograr sentar en una mesa a partidos pol¨ªtico muy disimiles y dise?ar una estrategia electoral que se ha mantenido en el tiempo.
Ch¨²o Torrealba, en tanto, si bien fue militante de la izquierda venezolana, desde hace largo tiempo no es un activista pol¨ªtico, sino que se distingue como un luchador social. Ha usado estrat¨¦gicamente a los medios de comunicaci¨®n (en sus diversas plataformas: prensa, radio, televisi¨®n, redes sociales) para posicionar su imagen p¨²blica junto al nombre de su espacio medi¨¢tico: ¡°El radar de los barrios¡±. Enfatizando no ahora, sino desde hace varios a?os, la idea de que la clase media venezolana deb¨ªa concertar con los sectores populares para lograr el cambio pol¨ªtico.
La palabra ¡°pueblo¡± fue la que m¨¢s repiti¨® Torrealba
La vocer¨ªa y conducci¨®n de la MUD pasan de un pol¨ªtico tradicional a un comunicador popular y eso tendr¨¢ repercusiones claras en las estrategias que debe seguir de ahora en adelante la coalici¨®n que se opone a Maduro. Una de las fortalezas que desarroll¨® Hugo Ch¨¢vez, y que tom¨® su heredero en el poder, ha sido el aparato de propaganda y comunicaci¨®n gubernamental, que tiene muchas vertientes (presiones sobre medios cr¨ªticos, aumento dela aparato medi¨¢tico oficial, transmisi¨®n obligatoria de los discursos presidenciales por toda la red de radio y televisi¨®n del pa¨ªs, etc...). La MUD, en tanto, ha sido inconstante y en muchas ocasiones err¨¢tica en su propuestas comunicacionales al pa¨ªs, a favor del cambio. La experiencia de Torrealba en este campo deber¨ªa imprimirle un sello diferente a la lucha pol¨ªtica desde el terreno comunicacional.
El propio fenotipo de Ch¨²o Torrealba es en s¨ª un enorme cambio. No es que los l¨ªderes opositores de Venezuela sean oligarcas, pero en su gran mayor¨ªa (al igual que la dirigencia chavista) provienen de una clase media que ascendi¨® socialmente gracias al man¨¢ petrolero que caracteriza a esta naci¨®n. En un sentido estricto esa dirigencia se dirig¨ªa al pueblo, pero no era tan parecida al pueblo como lo es Torrealba. No se trata s¨®lo un cambio de rostro o del fenotipo de quien ahora ejerce la conducci¨®n de la MUD, es tambi¨¦n un cambio en el discurso como qued¨® en evidencia al asumir la secretar¨ªa ejecutiva. La palabra ¡°pueblo¡± fue la que m¨¢s repiti¨® Torrealba y eso es vital, ya que el chavismo y ahora Maduro, en el campo simb¨®lico, parec¨ªan tener bajo su ¨¦gida el uso de esta palabra, mientras que la oposici¨®n parec¨ªa cohibida o se refugiaba en los t¨¦rminos ciudadan¨ªa o ciudadanos.
El viraje en la conducci¨®n de la MUD acaba de suceder, es un viento fresco para los venezolanos que apuestan por un cambio, pero apenas se reinicia la lucha pol¨ªtica teniendo a Ch¨²o Torrealba como uno de los referentes principales.
Ch¨²o Torrealba desde hace tiempo no es un activista pol¨ªtico, sino un luchador social
Torrealba no s¨®lo comunicar¨¢, tiene a mi modo de ver tres grandes desaf¨ªos pol¨ªtico-estrat¨¦gicos: sanar las heridas patentes entre los actores opositores y salvar la unidad como respuesta ante el poder del chavismo; definir una hoja de ruta consensuada para lo que resta de 2014 y 2015, en la que claramente se establezcan prioridades dentro de una diversidad de acciones a desarrollar; finalmente reanimar y rearticular al pueblo opositor y en especial captar la adhesi¨®n del pueblo chavista, que de forma notable se deslinda de Maduro pero que no termina de cruzar la l¨ªnea, permaneciendo en un estado de malestar y descontento pero que no tiene canalizaci¨®n pol¨ªtica, al menos hasta ahora por las fuerzas de oposici¨®n.
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