Diego Garc¨ªa-Say¨¢n renuncia a la candidatura a la OEA
El jurista aduce la falta de un apoyo "claro y p¨²blico" del Gobierno peruano. Desde el campo de derechos humanos tambi¨¦n se cuestion¨® su candidatura
Poco le ha durado al jurista peruano Diego Garc¨ªa-Say¨¢n el sue?o de dirigir la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA). Argumentando la falta de un respaldo ¡°claro y p¨²blico¡± de su propio gobierno, el ex canciller y magistrado de la Corte Interamericana de Derechos Humanos anunci¨® la noche del mi¨¦rcoles que renunciaba a la candidatura lanzada no hace ni dos meses.
Hab¨ªa sido el canciller peruano, Gonzalo Guti¨¦rrez, el que hizo p¨²blica su postulaci¨®n a mediados de agosto. Sin embargo, una semana despu¨¦s, la declar¨® ¡°en evaluaci¨®n¡±. Ello ocurri¨® cuando la nueva primera ministra que deb¨ªa recibir el voto de confianza del Congreso, Ana Jara, carec¨ªa de respaldo suficiente y el fujimorismo pidi¨® que Per¨² retirara su candidato al organismo hemisf¨¦rico.
El expresidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos coment¨® en un programa de televisi¨®n que al ver el ¡°empantanamiento, que no llevaba a buen puerto¡± su postulaci¨®n, intent¨® comunicarse con el presidente, Ollanta Humala, pero que no fue recibido.
La candidatura ¡°es una decisi¨®n de pol¨ªtica exterior que requiere un compromiso muy serio y consistente del pa¨ªs que la presenta, pero ese rigor falt¨®, porque en la comunidad interamericana se segu¨ªa oyendo que la misma candidatura estaba ¡®en evaluaci¨®n¡¯. Varios embajadores ante la OEA me comunicaban que se hac¨ªa imposible comprometer un apoyo a la candidatura de Per¨² porque no era claro el apoyo del propio Gobierno de Per¨²¡±, explic¨® Garc¨ªa-Say¨¢n.
Aunque la candidatura peruana surgi¨® despu¨¦s que la postulaci¨®n del canciller uruguayo Luis Almagro recibiera el respaldo de las presidentas Dilma Rousseff y Michelle Bachelet, el columnista y analista pol¨ªtico peruano Mario Ghibellini estima que el Gobierno de Humala no se comprometi¨® en este proyecto por motivos dom¨¦sticos m¨¢s que por una eventual falta de apoyo de sus vecinos.
¡°Eso (el respaldo a Almagro) no tendr¨ªa por qu¨¦ modificar la candidatura de Per¨². Hay que recordar que el Gobierno no est¨¢ del todo embarcado en el proyecto de llevar a Garc¨ªa-Say¨¢n a la OEA desde el principio. Fue la primera ficha que estuvo dispuesto a ofrecer cuando empez¨® el ruido pol¨ªtico en el Congreso y fuera de ¨¦l, en medio de la crisis de confianza al gabinete de la primera ministra Ana Jara¡±, coment¨® a EL PA?S.
¡°Abundan versiones en el sentido de que parte del problema es que la candidatura no surgi¨® del n¨²cleo m¨¢s duro del entorno palaciego¡±, a?adi¨® Ghibellini en alusi¨®n a Nadine Heredia, la esposa del presidente. La postulaci¨®n era mencionada hace un a?o y medio en Per¨² en c¨ªrculos pol¨ªticos y diplom¨¢ticos.
Garc¨ªa-Say¨¢n, quien pidi¨® una licencia como juez en la Corte Interamericana para llevar adelante su campa?a, lament¨® que su pedido al Gobierno de estar presente en reuniones recientes de la OEA -que celebr¨® una Asamblea Extraordinaria en Guatemala en septiembre s¨ª aprovechada por el tercer candidato oficial, el exvicepresidente guatemalteco Eduardo Stein- y de Naciones Unidas, en Nueva York, para buscar respaldos, no haya sido acogido. ¡°Ello hace muy dif¨ªcil sostener una candidatura pese a que el panorama era alentador¡±, a?adi¨®.
Tras conocer la renuncia del jurista, el canciller peruano asegur¨® la noche del mi¨¦rcoles que ya hab¨ªa contactado directamente a 17 colegas suyos en busca de apoyo para la postulaci¨®n de Per¨².
El cuestionamiento a la candidatura de Garc¨ªa-Say¨¢n no era sin embargo solamente interno. Las dudas -y hasta cr¨ªticas- proven¨ªan tambi¨¦n del propio campo de derechos humanos en donde en los ¨²ltimos a?os tuvo un papel clave en la Corte Interamericana que lleg¨® a presidir, informa Silvia Ayuso desde Washington.
Desde organizaciones civiles y hasta desde dentro de la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que junto con la Corte conforma el sistema interamericano de derechos humanos, se escucharon duras cr¨ªticas a la candidatura de quien consideran que con algunas de sus decisiones en el tribunal americano ha provocado graves retrocesos en la jurisprudencia hemisf¨¦rica en materia de libertad de expresi¨®n y de debido proceso.
La decisi¨®n de postularse a la OEA sin dejar del todo su cargo en la Corte tambi¨¦n fue muy criticada por varios de sus colegas del tribunal interamericano. Dos de ellos llegaron incluso a escribir una dura carta de ¡°disentimiento¡± en la que sosten¨ªan que deber¨ªa haber ¡°renunciado¡± totalmente a su puesto de juez porque ambos cargos son ¡°incompatibles¡±, dado que puede afectar a la ¡°independencia, imparcialidad¡± y hasta ¡°dignidad o prestigio¡± de la instituci¨®n interamericana.
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