Francisco trata de abrir la Iglesia a las nuevas formas de familia
Los conservadores se opondr¨¢n en el S¨ªnodo a la readmisi¨®n de los divorciados vueltos a casar
Ya hay un alto prelado en la c¨¢rcel por blanqueo de dinero y un arzobispo en arresto domiciliario por abuso de menores. El papa Francisco no ha ido todav¨ªa ni a Mil¨¢n ni a Lourdes ni a Madrid, pero s¨ª a Corea, a Albania y a la isla de Lampedusa, lugares donde ni el catolicismo ni la vida misma han navegado nunca con el viento a favor. La agenda que se marc¨® Jorge Mario Bergoglio cuando, seg¨²n sus propias palabras, lleg¨® al Vaticano ¡°desde el fin del mundo¡± se va cumpliendo. Un plan de transparencia para el dinero del IOR (el Instituto para las Obras de Religi¨®n), tolerancia cero con los pederastas y un viaje continuo hacia las periferias del mundo. La siguiente etapa, que empieza hoy con el S¨ªnodo sobre la Familia, es tal vez m¨¢s dif¨ªcil a¨²n, porque consiste en abrir las puertas de la Iglesia a quienes se fueron alejando por azares de la vida ¨Cdivorciados vueltos a casar¡ª o a quienes siempre las encontraron cerradas ¨Cparejas de hecho, nuevas familias surgidas de relaciones rotas, hijos adoptados por parejas del mismo sexo--. Y es precisamente aqu¨ª, en las distancias cortas entre el dogma y la tradici¨®n, donde un papa como Francisco se la juega.
No en vano est¨¢ siendo ahora cuando los sectores m¨¢s retr¨®grados de la Iglesia ¨Caquellos que siempre han visto a Francisco con recelo, pero no lo hab¨ªan expresado todav¨ªa por temor a ser arrollados por su liderazgo¡ª est¨¢n saliendo a la luz. El ejemplo m¨¢s claro es el libro que el cardenal alem¨¢n Gerhard M¨¹ller, el poderoso prefecto para la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe, y otros cuatro purpurados ¨Cun estadounidense, otro alem¨¢n y dos italianos¡ª han publicado en paralelo al S¨ªnodo de la Familia y en el que se oponen frontalmente a que los divorciados vueltos a casar puedan regresar a los sacramentos o a que, en determinados casos de fracaso matrimonial, los procedimientos de nulidad se aceleren y simplifiquen. ¡°Est¨¢ en juego la ley divina¡±, sostienen los autores del libro, ¡°porque la indisolubilidad del matrimonio es una ley proclamada directamente por Jes¨²s y confirmada muchas veces por la Iglesia. El matrimonio solo puede ser disuelto por la muerte¡±.
Los m¨¢s cr¨ªticos con las reformas del Papa alegan que "est¨¢ en juego la ley divina"
M¨¹ller, actual jefe del antiguo Santo Oficio, el mismo cargo que ejerci¨® Joseph Ratzinger hasta que sustituy¨® a Juan Pablo II, tiene enfrente nada m¨¢s y nada menos que al propio Jorge Mario Bergoglio, al cardenal de su confianza Walter Kasper ¨C¡°todo pecado puede ser perdonado, tambi¨¦n el divorcio¡±¡ªy al cardenal Lorenzo Baldisseri, que ser¨¢ precisamente el secretario del S¨ªnodo sobre la Familia. Baldisseri, como buen italiano, prefiere mediar entre las partes antes de que la sangre llegue al r¨ªo, pero no por ello esconde su opini¨®n ni la del Papa: ¡°Las cosas no son est¨¢ticas, caminamos a trav¨¦s de la historia, y la religi¨®n cristiana es historia, no ideolog¨ªa. El contexto actual de la familia es diferente al de hace 30 a?os, a los tiempos en que se public¨® la Familiaris consortio [la exhortaci¨®n apost¨®lica de Juan Pablo II]. Si negamos esto, nos quedamos anclados 2.000 a?os atr¨¢s. El Papa quiere abrir la Iglesia. Hay una puerta que hasta ahora ha estado cerrada y Francisco quiere que se abra¡±.
El cardenal Baldisseri replica a los inmovilistas que Bergoglio quiere abrir una puerta que estaba cerrada
M¨¢s claro, agua. Tan claro que, de pronto, como si tocaran a rebato, los cancerberos de la tradici¨®n est¨¢n despertando. La ¨²ltima aparici¨®n ha sido la del cardenal esloveno Franc Rod¨¦, antiguo prefecto de la Congregaci¨®n para los Institutos de Vida Consagrada, que ha puesto a Bergoglio de vuelta y media: ¡°Sin duda, el Papa es un genio de la comunicaci¨®n. Tiene a su favor que parece simp¨¢tico. Pero sus opiniones relativas al capitalismo y a la justicia social son excesivamente de izquierdas. Se ve que est¨¢ marcado por el ambiente del que viene. En Am¨¦rica del Sur hay grandes diferencias sociales y cada d¨ªa se producen all¨ª grandes debates sobre esa cuesti¨®n. Pero esta gente habla mucho y resuelve poco¡±. No se trata solo del desahogo aislado de un cardenal al que, a los 80 a?os, le est¨¢n cambiando el decorado, sino que refleja el sentir contrario a las reformas de un sector que, aunque minoritario, sigue existiendo dentro del Vaticano y permanece alerta, ojo avizor. Tanto que aquellas conspiraciones que amargaron los ¨²ltimos d¨ªas del pontificado de Benedicto XVI est¨¢n volviendo a surgir: informes secretos, filtraciones interesadas con muy mala uva, acusaciones con m¨¢s o menos fundamento que tratan de desprestigiar a los m¨¢s cercanos colaboradores de Francisco, incluido el cardenal australiano George Pell, actual prefecto de la Secretar¨ªa de Econom¨ªa de la Santa Sede. Est¨¢ por ver si se trata de los ¨²ltimos coletazos de una ¨¦poca terrible para el Vaticano ¨Caquel caso Vatileaks que se cerr¨®, tal vez en falso, con la detenci¨®n del mayordomo de Ratzinger¡ª o del principio de las hostilidades contra Bergoglio.
Un musulm¨¢n en el S¨ªnodo cat¨®lico
No se trata de un proceso r¨¢pido ni propenso a los grandes titulares. El S¨ªnodo de la Familia, que se enmarca bajo el t¨ªtulo ¡°Los desaf¨ªos pastorales de la familia en el contexto de la evangelizaci¨®n¡± y se desarrollar¨¢ hasta el pr¨®ximo d¨ªa 19, contar¨¢ con 253 participantes, de los que 191 ser¨¢n ¡°padres sinodales¡± y el resto se dividir¨¢ entre expertos laicos y --por primera vez en un s¨ªnodo-- 14 matrimonios llegados de L¨ªbano, Congo, Ruanda, Filipinas y diversos pa¨ªses de Europa. Entre ellos se encuentra una pareja formada por una cat¨®lica y un musulm¨¢n. Los obispos, que ya enviaron al Vaticano el contenido de su intervenci¨®n para poder ordenarlas por grupos tem¨¢ticos, dispondr¨¢n de cuatro minutos para defender sus propuestas. El debate servir¨¢ para elaborar un documento que ser¨¢ enviado a las Conferencias Episcopales de todo el mundo. Por tanto, seg¨²n ha advertido el cardenal Lorenzo Baldisseri, el S¨ªnodo ¡°no adoptar¨¢ decisiones¡± y sus conclusiones s¨®lo servir¨¢n ¡°de base para la segunda asamblea que se celebrar¨¢ en 2015¡±. Ser¨¢, por tanto, el pr¨®ximo a?o cuando, de haberla, se anunciar¨¢ la nueva postura de la Iglesia hacia las familias.
Por tanto, lo interesante ahora no son tanto las respuestas ¨Cque tardar¨¢n en llegar--, sino hasta qu¨¦ punto la Iglesia est¨¢ dispuesta a interrogarse y cambiar o a seguir c¨®modamente instalada en una tradici¨®n que la aleja de los fieles. En la v¨ªspera del S¨ªnodo, y aprovechando su cuenta de Twitter, @pontifex, el papa Francisco ha lanzado un mensaje que, aunque obvio, parece un desaf¨ªo a quienes, anclados en la tradici¨®n o los dogmas, siguen abonados a la teor¨ªa del valle de l¨¢grimas. ¡°La Iglesia y la sociedad¡±, dice el Papa, ¡°necesitan familias felices¡±.
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