La corrupci¨®n en Petrobras lastra la campa?a electoral de Rousseff
Un testigo declara que el partido de la presidenta cobraba comisiones en la petrolera estatal del pa¨ªs sudamericano
Cuando faltan dos semanas para la definitiva elecci¨®n presidencial en Brasil, y los dos candidatos, la actual presidenta, Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), y el senador A¨¦cio Neves, del Partido de la Socialdemocracia Brasile?a (PSDB), aparecen empatados en los sondeos, una oleada de sospechas y acusaciones de corrupci¨®n ha sacudido una campa?a electoral ya de por s¨ª convulsa. El que fue director de abastecimiento de la mayor empresa p¨²blica brasile?a, la petrolera p¨²blica Petrobras, Paulo Roberto Costa, testific¨® esta semana ante el juez que en esta compa?¨ªa exist¨ªa un sistema de sobornos institucionalizado y que el PT se embolsaba entre el 1% y el 3% de todos los contratos que se ejecutaron desde 2004 a 2012. Lo mismo asegura el cambista, experto en blanquear dinero y socio de los negocios turbios de Costa, Alberto Youssef: ¡°Por lo que yo recuerdo, no hab¨ªa empresa que en la ¨¦poca dejara de pagar¡±.
Tanto Costa como Youssef se ven obligados a delatar para salvar su propia piel y no pasarse lo que les queda de vida en la c¨¢rcel: est¨¢n detenidos y acusados, entre otras cosas, de enriquecimiento il¨ªcito y blanqueo de dinero. Al mismo Costa le fue descubierta una cuenta en Suiza con m¨¢s de 18 millones de euros, y la polic¨ªa tiene pruebas de la relaci¨®n de Yousseff con varios negocios de Costa; tambi¨¦n de que recibi¨® dinero de empresas relacionadas con la petrolera. Ambos han llegado a un acuerdo con el juez: si testifican y dan informaci¨®n sobre el sistema de corrupci¨®n que, seg¨²n sus afirmaciones, atravesaba todo el esquema de Petrobras, su pena bajar¨¢ de los previsibles 40 a?os que les esperaban. Rousseff fue presidenta del consejo de administraci¨®n de la petrolera.
La primera bomba-testimonio fue revelada hace varias semanas por la revista Veja, donde se aseguraba que Costa acusaba ya a m¨¢s de una decena de pol¨ªticos brasile?os, incluidos diputados, senadores y exministros, de apropiarse de parte del dinero de la petrolera. Ahora, la delaci¨®n va un paso m¨¢s all¨¢. Yousseff explica que tanto ¨¦l como Costa se citaban, entre otras personas, con el tesorero del PT para entregarle la parte que reclamaba este partido. ¡°Nos reun¨ªamos en hoteles de R¨ªo de Janeiro o de S?o Paulo, o en la propia casa del, por decirlo as¨ª, agente pol¨ªtico. All¨ª trat¨¢bamos de las cuestiones de las empresas que iban a participar en los concursos¡±, cuenta Yousseff. Es decir, las empresas pagaban ¡°un peaje¡± a cambio de hacerse con un contrato millonario. Las cifras marean. Por ejemplo, en la construcci¨®n de la refiner¨ªa de Petrobras en Pernambuco, en el nordeste de Brasil, seg¨²n el testimonio de Yousseff, se pagaron cerca de 68 millones de reales (23 millones de euros) en sobornos. La prensa brasile?a calcula que por este sistema se han desviado, en total, m¨¢s de 10.000 millones de reales (m¨¢s de 3.000 millones de euros).
Tanto Costa como Youssef se ven obligados a delatar para salvar su propia piel y no pasarse lo que les queda de vida en la c¨¢rcel
Yousseff va m¨¢s lejos y asegura que un grupo de diputados presion¨® en 2004 al por entonces presidente Lula para que colocara al frente de la direcci¨®n de abastecimiento a Costa, a base de bloquear iniciativas parlamentarias. ¡°En la ¨¦poca, el presidente Luiz In¨¢cio Lula da Silva se volv¨ªa loco, y tuvo que ceder finalmente y colocar en el cargo a Paulo Roberto Costa¡±. En una reuni¨®n con sindicalistas en S?o Paulo, el propio Lula neg¨® el jueves estos hechos: ¡°Estoy hasta el gorro de denuncias de corrupci¨®n en v¨ªsperas de elecciones¡±. Y a?adi¨®: ¡°Siempre es lo mismo: llegan las elecciones y aparecen las denuncias, y nadie necesita probar nada¡±.
Arlindo Chinaglia, un diputado del PT, especific¨® que en los tres meses que antecedieron al nombramiento de Costa, en 2004, el congreso brasile?o, lejos de estar parado, present¨® y aprob¨® un n¨²mero considerable de enmiendas. De esta manera trat¨® de desmontar el argumento de Yousseff (y de paso, sembrar la duda en torno a toda la delaci¨®n).
De cualquier modo, las acusaciones de corrupci¨®n que envuelven al PT, que se mantiene en el poder desde hace 12 a?os, marcan y marcar¨¢n el paso de la campa?a electoral, del duelo entre Rousseff y Neves, que acaba el pr¨®ximo domingo 26 de octubre. Rousseff acusa a la candidatura de Neves de espolear estas delaciones y de utilizarlas como munici¨®n electoral envenenada. ¡°Qu¨¦ extra?o que esto siempre salga cuando faltan dos semanas para que la poblaci¨®n vote¡±, dijo ayer, haci¨¦ndose eco de las declaraciones de Lula. Neves, por su parte, replic¨®: ¡°Lo extra?o son las delaciones mismas. Eso prueba que han robado en la mayor empresa del pa¨ªs. Y la presidenta no se indigna con eso, sino con el hecho de que se denuncie ahora¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.