La vida en Gaza solo ha ido a peor tras los bombardeos de Israel
Hay 20.000 hogares que son inhabitables y 110.000 personas sin techo
Poco ha cambiado en Gaza siete semanas despu¨¦s del alto el fuego entre Israel y las milicias palestinas tras cincuenta d¨ªas de bombardeos. El regreso a la vida cotidiana de los 1,8 millones de habitantes de la Franja recuerda lo poco que esta tiene de normal. Los gazat¨ªes padecen el estricto bloqueo de Israel y Egipto desde hace m¨¢s de siete a?os.
En 2008 y en 2012 Israel orden¨®, adem¨¢s, sendas operaciones militares para debilitar al Gobierno islamista de Ham¨¢s. Pero la destrucci¨®n de este verano super¨® todas las operaciones israel¨ªes en Gaza desde que comenz¨® la ocupaci¨®n militar de los territorios palestinos en 1967. Seg¨²n recoge la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinaci¨®n de Asuntos Humanitarios (OCHA) en su informe mensual m¨¢s reciente, los ataques israel¨ªes mataron a m¨¢s de 500 ni?os y a un total de 1.500 civiles. Casi 110.000 palestinos se quedaron sin techo. Unos 20.000 hogares quedaron inhabitables.
Ham¨¢s, que controla Gaza desde 2007, y sus rivales seculares de Al Fatah en el Gobierno de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en Ramala (Cisjordania), anunciaron un acuerdo de reconciliaci¨®n nacional en abril. El Gobierno de unidad que conformaron poco despu¨¦s se reuni¨® este jueves en Gaza por primera vez. Pese a estos aparentes avances, Al Fatah y Ham¨¢s siguen lejos de haber enterrado la enemistad que dividi¨® ambos territorios palestinos hace siete a?os. Las hostilidades con Israel supusieron otra prueba para este acuerdo y desvelaron, por si hab¨ªa dudas, que Ham¨¢s segu¨ªa controlando Gaza con mano de hierro. Los islamistas aprovecharon los relativos aciertos b¨¦licos de sus milicias y las bajas infligidas a Israel para salir moment¨¢neamente fortalecidos de la refriega. La hostilidad hacia los ¡°traidores¡± o ¡°colaboracionistas¡± en Ramala y las tensiones entre ambas facciones eran evidentes tambi¨¦n bajo las bombas.
Pese a este delicado prestigio b¨¦lico, Ham¨¢s sigue enfrentando los mismos problemas, hoy agravados por las bombas. Su Gobierno debe varios meses de sueldos atrasados a decenas de miles de funcionarios y empleados p¨²blicos, de los cuales muchos no tendr¨ªan nada que hacer aunque cobraran por su trabajo. El paro es exorbitante y muy pocos dudan de la corrupci¨®n de sus dirigentes. En esto, la reputaci¨®n de Al Fatah entre los gazat¨ªes es todav¨ªa peor que la de Ham¨¢s. La perspectiva de que los islamistas se retiren del Gobierno para dejar paso a los bur¨®cratas de Ramala no supone, para muchos, una esperanza de mejora. En la Gaza cercada desde 2007 hay escasa confianza en un acuerdo de paz con Israel, que se percibe como un enemigo ac¨¦rrimo que siempre asfixia y cada par de a?os entra a matar. Esto explica que muchos en Gaza aplaudieran en verano la terquedad militar de Ham¨¢s, que prometi¨® seguir luchando hasta obtener un alto el fuego en t¨¦rminos ventajosos para Gaza. Estas semanas de paz han tra¨ªdo muy pocos cambios.
En otra de las etapas hacia la pretendida reconciliaci¨®n palestina, Ham¨¢s y Al Fatah anunciaron en septiembre que la Autoridad Palestina asumir¨¢ el control de las fronteras de Gaza. La ANP se har¨¢ cargo de la Administraci¨®n regional y de la ingente reconstrucci¨®n, cuyo coste ser¨¢ multimillonario.
Tercera colecta en seis a?os
Los debates en torno a la conferencia de donantes de El Cairo son calcados a los de 2009, tras la ofensiva que Israel bautiz¨® Plomo Fundido en 2008, o a los que siguieron a la ¡ªm¨¢s breve¡ª de noviembre de 2012. En 2009 se hablaba ya de las restricciones que Israel quer¨ªa imponer a la importaci¨®n de materiales de construcci¨®n. El entonces senador John Kerry visit¨® la Franja semanas despu¨¦s del alto el fuego firmado en enero de 2009 y se sorprendi¨® de que no permitieran importar pasta al enclave. Habl¨® con Tel Aviv y el Ministerio de Defensa israel¨ª permiti¨® la entrada a los espaguetis. Los medios internacionales hablaban ya entonces de la ¡°impaciencia¡± estadounidense con la postura de los halcones israel¨ªes.
M¨¢s de cinco a?os despu¨¦s, el hoy secretario de Estado Kerry ha visto fracasar uno de los principales esfuerzos diplom¨¢ticos de su mandato. Las conversaciones de paz entre Israel y los palestinos, que ¨¦l patrocin¨® con ah¨ªnco durante nueve meses, se hundieron en abril estrepitosamente y sin asomo de entendimiento. Durante la ofensiva militar de este verano, los denuedos de Kerry volvieron a quedar ninguneados en varias ocasiones, la m¨¢s llamativa de las cuales fue el anunci¨® de un alto el fuego al que sigui¨® la presunta captura de un soldado israel¨ª por parte de Ham¨¢s y un sangriento bombardeo en la zona sure?a de Rafah. La operaci¨®n se prolong¨® durante varias semanas m¨¢s.
En 2009 se present¨® un extenso plan de reconstrucci¨®n de Gaza, unas 60 p¨¢ginas que detallaban en qu¨¦ se invertir¨ªan m¨¢s de 2.000 millones de euros donados para Gaza. Los donantes, reunidos en Sharm el-Sheij (Egipto) bajo los auspicios del entonces presidente egipcio Hosni Mubarak, pusieron una cantidad similar a la que quieren desembolsar ahora. Tambi¨¦n entonces se hablaba de la necesidad de una reconciliaci¨®n palestina para lograr una paz duradera en la regi¨®n y para distribuir el dinero de las ayudas.
El portavoz de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) anunci¨® el s¨¢bado un tercer plan para reconstruir Gaza tras la tercera guerra en seis a?os. Pide 1.300 millones de euros y esta es la novedad: nunca antes se precis¨® tanto dinero.
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