Espa?a encara la ¡°dif¨ªcil¡± votaci¨®n al Consejo de Seguridad

La representaci¨®n espa?ola ante Naciones Unidas apura entre "esperanzada y nerviosa" las horas previas a la "complicada y dif¨ªcil" votaci¨®n del jueves para elegir a los cinco miembros no permanentes del Consejo de Seguridad para el bienio 2015-2016. Con esos adjetivos defini¨® el ministro de Exteriores, Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa Margallo, durante una recepci¨®n el lunes en Nueva York con motivo del D¨ªa de la Hispanidad, las sensaciones del Gobierno en la recta final de una campa?a iniciada en 2005 para lograr que Espa?a, por quinta vez en su historia, se siente en dicho ¨®rgano de Naciones Unidas y "est¨¦ presente en el dise?o del orden mundial, que sufrir¨¢ una conmoci¨®n en los pr¨®ximos a?os".

Margallo y el resto de la delegaci¨®n espa?ola mantendr¨¢n hasta el jueves un centenar de encuentros bilaterales en Manhattan para amarrar los votos necesarios para conseguir uno de los dos asientos en disputa con Turqu¨ªa y Nueva Zelanda. Durante la recepci¨®n en Nueva York, el ministro y todo su equipo se mostraron precavidos ante lo incierto de la votaci¨®n. "No est¨¢ siendo f¨¢cil. Cada candidato presenta unas credenciales muy s¨®lidas. Llegados a este momento se pierde la perspectiva de d¨®nde est¨¢s, c¨®mo est¨¢s y cu¨¢l puede ser el resultado. Pero el trabajo ha sido espl¨¦ndido. Ha participado el Rey, el presidente del Gobierno, la oposici¨®n, los funcionarios... Ha sido un esfuerzo gigantesco, un ejercicioespl¨¦ndido de patriotismo", declar¨®.

Sobre las fortalezas de la candidatura espa?ola, el ministro destac¨® el esp¨ªritu de servicio a la comunidad internacional y la capacidad de interlocuci¨®n entre Europa, el Mediterr¨¢neo, ?frica y Am¨¦rica Latina. "Hemos sido muy honestos con Naciones Unidas. Hemos participado, con 130.000 hombres y mujeres, en muchas operaciones de paz. Hemos tratado de ayudar en la prevenci¨®n de conflictos. Y no tenemos ning¨²n conflicto con ninguno de los 193 pa¨ªses que forman la comunidad internacional".

Al ser interrogado por Gibraltar, Margallo afirm¨® que se trata de problema "acotado que no deber¨ªa entorpecer nuestras aspiraciones". Sobre El Pe?¨®n, dijo el responsable de Exteriores, Espa?a y Reino Unido mantienen posiciones firmes. "De hecho", explic¨®, "vamos a presentar una resoluci¨®n en Naciones Unidas muy inspirada en las l¨ªneas anteriores. Y en el ¨¢mbito interno, estamos pidiendo que se aplique la legislaci¨®n comunitaria en materia de fiscalidad, medio ambiente, blanqueo de dinero, etc¨¦tera. Pero es un problema circunscrito a sus l¨ªmites estrictos. Las relaciones con el Reino Unido son excelentes"

Espa?a ha formado parte del ¨®rgano decisorio de Naciones Unidas cada diez a?os (la ¨²ltima vez en 2003-04). No lograrlo de nuevo ser¨ªa un contratiempo. Por ello, el discurso comedido del pol¨ªtico espa?ol est¨¢ m¨¢s que justificado. La diplomacia espa?ola se ha volcado en las ¨²ltimas semanas en conseguir el voto de lo pa¨ªses africanos, en la confianza de que Europa, Latinoam¨¦rica y el Caribe est¨¢n asegurados. Asia y el Pac¨ªfico han sido otras regiones muy trabajadas. De todo ello deber¨ªan resultar unos 150 apoyos, m¨¢s que suficientes para logar el asiento (se necesitan al menos 129, dos tercios del total de 193 pa¨ªses de la Asamblea General), pero la experiencia demuestra que, dado que el voto es secreto, conviene restar hasta un 30% de las adhesiones prometidas.

Brasil es uno de los pa¨ªses que no votar¨¢ a Espa?a. Est¨¢ por ver qu¨¦ efecto puede tener entre los poderosos pa¨ªses emergentes como India, China, Rusia o Sud¨¢frica, que creen que Europa est¨¢ representada en exceso en el Consejo de Seguridad. Las razones del alejamiento con Brasil son varias. Los dos pa¨ªses tienen ideas distintas sobre dicho ¨®rgano. La potencia suramericana quiere un puesto fijo, y Espa?a defiende las rotaciones de los pa¨ªses no permanentes. Madrid y Brasilia tambi¨¦n han tenido roces en foros como la FAO (el exministro de Exteriores Miguel ?ngel Moratinos compiti¨® sin ¨¦xito con el brasile?o Jos¨¦ Graziano por la direcci¨®n general) o la Organizaci¨®n Mundial de Comercio (Espa?a no apoy¨® a su director, el tambi¨¦n brasile?o Roberto Azevedo).

Dentro de la UE, la ¨²nica duda es Reino Unido. Pese a que Espa?a ha encapsulado el contencioso de Gibraltar, es probable que Londres apoye a un pa¨ªs de la Commonwealth como Nueva Zelanda. Precisamente, Murray McCully, ministro de Exteriores de Nueva Zelanda, acudi¨® el lunes por la noche a la recepci¨®n espa?ola. "Ha sido una campa?a muy competitiva. Ha habido rivalidad, pero amistosa, con buen esp¨ªritu", se?al¨®.

Sus palabras no fueron tan amables con Turqu¨ªa. "Estamos decepcionados porque se presentara tan pronto, tras abandonar el Consejo de Seguridad en 2010. Pero est¨¢ en su derecho y lo respetamos. Nos inclinamos ligeramente hacia Espa?a por nuestra relaci¨®n en la campa?a". Para el representante neozeland¨¦s, la fuerza de Espa?a est¨¢ en el "apoyo de Europa y su relaci¨®n hist¨®rica con Am¨¦rica Latina y el Caribe". Sobre sus propias bazas, matiz¨®: "Hemos tenido muy buena respuesta de los vecinos del Pac¨ªfico y Asia. Pero para un puesto as¨ª, debes tener un atractivo global. Hemos hecho todo lo posible". McCully brome¨® como despedida: "El jueves, tras la votaci¨®n, decidir¨¦ si puedo volver a casa o no".

El Consejo de Seguridad est¨¢ compuesto por 15 miembros, cinco de ellos permanentes (EE UU, Rusia, China, Francia y Reino Unido) y diez no permanentes, elegidos para dos a?os. Cada a?o, la Asamblea General elige a cinco miembros no permanentes. Los Estados se dividen entre cinco grupos: ?frica, Asia, Am¨¦rica Latina y Caribe, Europa Oriental y Europa Occidental y otros Estados. Espa?a se integra en este ¨²ltimo grupo. El jueves, cada pa¨ªs introducir¨¢ en la urna una papeleta con el pa¨ªs que propone para cada vacante. Para ser elegido se requiere el voto de dos tercios de los presentes y votantes (129 si votan los 193 Estados miembros). Si ning¨²n contendiente obtiene la mayor¨ªa requerida, se seguir¨¢ votando hasta que la consiga. En 2006 fueron necesarias 48 votaciones para ocupar los asientos.