El Ej¨¦rcito libio arropa al general golpista para ¡°liberar¡± Bengasi
Las tropas del militar rebelde Hifter se al¨ªan con la armada frente a las milicias islamistas
Anunciado primero por la televisi¨®n y ejecutado luego en el campo de batalla. El martes por la noche el general Jalifa Hifter, que lanz¨® en mayo pasado en Libia la denominada Operaci¨®n Dignidad para acabar con los islamistas entonces influyentes en el Parlamento y con el control miliciano de varias ciudades, apareci¨® en un canal y advirti¨® de que se dispon¨ªa a ¡°liberar¡± Bengasi, la segunda ciudad del pa¨ªs, en las pr¨®ximas horas. Este mi¨¦rcoles, los ataques se sucedieron, sobre todo en la zona del aeropuerto, tomada desde hace meses, y contaron como novedad con el apoyo de algunas unidades, incluso a¨¦reas, del Ej¨¦rcito oficial; a¨²n con muy poca autoridad y poder real sobre el terreno.
El general, al que se presupone el apoyo de Estados Unidos y hasta de la CIA, ya avis¨® en su discurso: ¡°Vienen unos d¨ªas y horas dif¨ªciles para los libios, pero no hay otra alternativa¡±. El primer balance de esta nueva ofensiva habla de unos 12 muertos y una decena de heridos. Pero ser¨¢n muchos m¨¢s. La situaci¨®n en Bengasi es de caos y miedo desde hace meses, cuando las milicias islamistas de Ansar al Sharia se hicieron fuertes all¨ª y dominaron su aeropuerto. El general Hifter ha instalado su cuartel general en ese ¨¢rea casi como un s¨ªmbolo de su hipot¨¦tico poder para reconquistar el orden en todo el pa¨ªs, pero no lo acaba de lograr nunca del todo.
En su alocuci¨®n, el militar, que en su d¨ªa fue un alto cargo de la dictadura de Muamar el Gadafi y luego le abandon¨® y se march¨® 20 a?os al exilio en Washington, pidi¨® su colaboraci¨®n a los libios en la nueva tanda de ataques. Algunos observadores comprobaron este mi¨¦rcoles en Bengasi que junto a soldados del Ej¨¦rcito y partidarios de Hifter tambi¨¦n se encontraban grupos de j¨®venes armados, hartos de las actuaciones y los desmanes de las milicias islamistas durante estos meses.
El desorden en Bengasi se ha extendido desde hace meses a la capital, Tr¨ªpol¨ª, donde han tomado posiciones milicias armadas de la regi¨®n de Misrata, que a su vez han mostrado su apoyo a los diputados salientes del Congreso General Nacional. Ese Congreso, muy influido por fuerzas islamistas, perdi¨® vigencia en teor¨ªa tras las elecciones del pasado 25 de junio, de las que sali¨® un nuevo Parlamento y finalmente un Gobierno m¨¢s liberal que, sin embargo, se tuvo que exiliar de la capital a la localidad de Tobruk, a 1.400 kil¨®metros.
Ese Gobierno y ese nuevo Congreso son los reconocidos internacionalmente y a los que respald¨® en su reciente visita al pa¨ªs el secretario general de la ONU, Ban ki-Moon, y su enviado especial en Libia, el espa?ol Bernardino Le¨®n, que est¨¢n promoviendo una v¨ªa de di¨¢logo entre todos los partidos y diferentes partes implicadas.
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