Valls rompe un tab¨² al vincular la ayuda por hijos a la renta

Las ayudas familiares en Francia, establecidas con car¨¢cter universal tras la II Guerra Mundial, forman parte de la cultura social del pa¨ªs. Las prestaciones familiares son iguales (y generosas) para todos, independientemente de los ingresos. Eso explica en parte la tormenta desatada a ra¨ªz del acuerdo del grupo socialista y el presidente de la Rep¨²blica Fran?ois Hollande de reducir tales ayudas para las familias m¨¢s adineradas.

En su amplio plan de reducir el d¨¦ficit p¨²blico, el Ejecutivo franc¨¦s ha propuesto ahora rebajar esta prestaci¨®n social para ahorrar 800 millones de euros al a?o. La medida solo afectar¨¢ a los hogares de altos ingresos (a partir de los 6.000 euros netos mensuales), pero la ruptura del principio de universalidad ha soliviantado a la oposici¨®n, al centro, a los sindicatos y al ala m¨¢s izquierdista del partido en el Gobierno.

El propio Fran?ois Hollande, dispuesto a recortar el d¨¦ficit p¨²blico en 9.600 millones de euros en el cap¨ªtulo de gasto social el pr¨®ximo a?o, hab¨ªa prometido no tocar el principio de universalidad por el que se rigen las ayudas familiares. Lo hizo hace dos a?os: ¡°En Francia, todos los ni?os tienen que tener los mismos derechos¡±, asegur¨® entonces.

El recorte que ahora se propone solo va a afectar al 12% de las familias, seg¨²n la ministra de Sanidad y Asuntos Sociales, Marisol Touraine. Esta argumenta que no supone el fin de la universalidad porque todos las recibir¨¢n, aunque en menor cuant¨ªa los que menos las necesitan. Sus explicaciones, sin embargo, no convencen al resto del abanico pol¨ªtico. La reacci¨®n es tan virulenta que el primer ministro, Manuel Valls, ha salido el viernes al paso para defender la nueva posici¨®n: ¡°No estamos cuestionando la pol¨ªtica familiar¡±.

La propuesta socialista deber¨¢ ser aprobada la pr¨®xima semana en la Asamblea en el marco del proyecto de ley de Financiaci¨®n de la Seguridad Social, cuyo d¨¦ficit supera los 10.000 millones de euros. La posici¨®n cr¨ªtica de los diputados socialistas rebeldes (entre 30 y 40), contrarios a la pol¨ªtica econ¨®mica del Ejecutivo, es, de nuevo, un obst¨¢culo para esta reforma.

As¨ª lo hace presagiar la inmediata respuesta de Beno?t Hamon, del ala izquierda del partido, a este acuerdo. Hamon dimiti¨® como ministro de Educaci¨®n en agosto por sus diferencias con Hollande y Valls y ya ha manifestado su rechazo a este recorte, si bien no ha querido desvelar el sentido de su voto respecto a la totalidad del proyecto de ley.

El sindicato CGT, el m¨¢s importante del pa¨ªs, tambi¨¦n se opone al recorte. Su l¨ªder, Thierry Lepaon, dice que es contrario al esp¨ªritu de la Seguridad Social y que introduce la distinci¨®n entre ni?os ricos y pobres. Para el presidente de la Uni¨®n Nacional de Asociaciones Familiares (Unaf), Fran?ois Fondard, es ¡°abrir una brecha en el conjunto del sistema¡±. Desde el centro y la derecha, las cr¨ªticas tambi¨¦n arrecian. Para el principal partido de la oposici¨®n, la conservadora UMP, es una cuesti¨®n de principios que no puede aceptar y para el centrista MoDem es un error porque la pol¨ªtica familiar francesa ha buscado siempre que las familias no encontraran ning¨²n freno a su deseo de tener hijos.

La propuesta del Gobierno y los socialistas es reducir a la mitad la ayuda familiar a partir de los 6.000 euros de ingresos netos al mes y dejarla en la cuarta parte a partir de los 8.000. El acuerdo, suscrito en la tarde del jueves, no se ha dado a conocer en detalle, pero, en principio, todo parece indicar que por debajo de esos techos las ayudas estatales quedar¨¢n intactas. En este momento, tales prestaciones consisten en una aportaci¨®n extra por parte del Estado de 129 euros al mes a partir del segundo hijo. Una familia con tres hijos percibe 295 al mes y una de cuatro, 460 euros. A partir de ah¨ª, la ayuda se aumenta en 165 euros por cada nuevo hijo. A partir de los 14 a?os del ni?o, la ayuda aumenta en 67 euros al mes.