Un cementerio llamado Iguala
Los campesinos que se unieron a la b¨²squeda de los 43 estudiantes desaparecidos encuentran un monte plagado de cad¨¢veres an¨®nimos
Un hombre con la camisa empapada de sudor cava un hoyo entre unos matorrales. Otro que observa la escena, con casco y chaleco fluorescente, cree haber visto algo: "Eh, para. Un momento". Agarra un hueso, lo posa en una piedra y explica a los que est¨¢n arremolinados en torno al agujero: "Esta persona tuvo que ser asesinada hace dos o tres a?os. Lo trocearon con un machete. Pueden ustedes observar el corte limpio". Los cerros que rodea la ciudad de Iguala, donde desaparecieron 43 estudiantes mexicanos hace tres semanas, est¨¢n sembrados de cad¨¢veres an¨®nimos.
Estos hombres de manos ¨¢speras, provistos de picos, palas y machetes, son los polic¨ªas comunitarios de Guerrero. Campesinos, obreros, granjeros, gente humilde en general levantada en armas por los nexos entre las autoridades de los pueblos de alrededor y el narcotr¨¢fico. Esta tarde calurosa en la que apenas corre el aire lucen, vestidos con sandalias y sombreros, como una remanente del ej¨¦rcito de Pancho Villa. Hace un rato sub¨ªan al monte en camionetas y los vecinos los jaleaban por el camino: "?Encuentren a esos muchachos, carajo!".
Los comunitarios se han unido a la b¨²squeda de los estudiantes y en su rastreo por las monta?as se han topado con una verdad enterrada hasta ahora. Donde estamos, una zona semiselv¨¢tica, ha sido durante a?os un pat¨ªbulo al que los sicarios del cartel local, los Guerreros Unidos, arrastraban a sus v¨ªctimas. " Los obligaban a cavar su propia tumba. Imag¨ªnese usted aqu¨ª en medio de la oscuridad sabiendo que se lo van echar. Se me pone la piel chinita de pensarlo", explica Miguel ?ngel Jim¨¦nez, el hombre a cargo de la expedici¨®n.
"No hay que buscar profundo. Los sicarios son huevones. Si fueran trabajadores no matar¨ªan¡±
Jim¨¦nez va en avanzadilla abri¨¦ndose paso con un machete. Cuando encuentra tierra removida le pide a los suyos que se afanen con el pico y la pala. "No hay que buscar profundo. Los sicarios son huevones. Si fueran trabajadores no matar¨ªan", se?ala. La instrucci¨®n es que si encuentran alg¨²n resto ¨®seo dejen de cavar para no alterar la escena del crimen. Tom¨¢s Pineda, un instructor de maquinaria pesada que viste como Bob El Constructor, est¨¢ a punto de acordonar una fosa tras toparse con un resto que cree humano. Sin embargo, observa con detenimiento el hallazgo y cambia de opini¨®n: "Creo que se trata de un hueso de pollo". "Compadre, las manos de pollo y persona son muy parecidas. No descarte nada", le rebate otro comunitario. La discusi¨®n queda en el aire.
Un anciano de gafas y sombrero hace de gu¨ªa entre el follaje. Sidonio tiene 79 a?os y una casita cerca del cerro. Las ma?anas las dedica al campo y las noches a ver la televisi¨®n con su esposa. El matrimonio est¨¢ enganchado a una telenovela en la que una sirvienta va enamorando, poco a poco, "al se?or de la casa", casado con una mujer que le hace la vida imposible. La trama quedaba algunas noches interrumpida por el ruido de los coches que sub¨ªan la ladera. "Se imagino uno a lo que iban pero en esta ciudad es mejor no andar de chismoso", a?ade Sidonio.
D¨ªas atr¨¢s, los comunitarios creen haber estado cerca de los narcotraficantes. Iguala est¨¢ tomada por la polic¨ªa federal y el ej¨¦rcito y una teor¨ªa es que los sicarios podr¨ªan estar escondidos en el monte. Jim¨¦nez dice ser capaz de escuchar el murmullo de un r¨ªo a 120 metros. A esa distancia cree que escuch¨® en una loma cercana lamentos, quejidos, "como alguien que est¨¢ sufriendo mucho". "Nom¨¢s con cinco del calibre 22 nos aventar¨ªamos a ver qu¨¦ era pero ¨ªbamos desarmados (las autoridades les confiscaron las armas para dejarles participar en la b¨²squeda)", cuenta.
Donde estamos, una zona semiselv¨¢tica, ha sido durante a?os un pat¨ªbulo al que los sicarios del cartel local arrastraban a sus v¨ªctimas
El paradero de los j¨®venes de Ayotzinapa, una escuela de formaci¨®n de profesores rurales, es un misterio. La principal hip¨®tesis es que la polic¨ªa municipal de Iguala detuvo a los 43 estudiantes tras de una refriega en la que murieron seis personas la noche del 26 de septiembre. En comisar¨ªa los muchachos fueron entregados a sicarios, quienes los ejecutaron y enterraron. Las autoridades han encontrado 10 fosas con cuerpos pero los an¨¢lisis de ADN descartan que sean de los estudiantes. Los comunitarios, por su lado, han encontrado nueve fosas m¨¢s que no han sido analizadas.
En junio, cerca de aqu¨ª encontraron 17 cuerpos. Nadie los identific¨® y semanas despu¨¦s fueron a parar a una fosa com¨²n. Ese es el probable destino de los cad¨¢veres que van encontrado a su paso los comunitarios. Tras excavar cinco hoyos esta tarde, Jim¨¦nez llama por tel¨¦fono a un contacto de la polic¨ªa estatal de Guerrero para informarle de lo hallado. Un comandante se presenta a los 15 minutos. Su camisa abierta deja ver un crucifijo colgado del pecho. Le acompa?an tres hombres armados con fusiles. Los polic¨ªas merodean por los agujeros sin rumbo fijo. El comandante zanja el asunto con una frase enigm¨¢tica: "Ahorita nos ocupamos".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Caso Ayotzinapa
- Iguala
- Protestas estudiantiles
- Matanza civiles
- Cargas policiales
- Personas desaparecidas
- Guerrero
- Estudiantes
- Acci¨®n policial
- Casos sin resolver
- M¨¦xico
- Polic¨ªa
- Comunidad educativa
- Acci¨®n militar
- Casos judiciales
- Norteam¨¦rica
- Latinoam¨¦rica
- Fuerzas seguridad
- Am¨¦rica
- Educaci¨®n
- Conflictos
- Justicia
- Movimiento estudiantil