Cuba y los m¨¦dicos contra el ¨¦bola
El r¨¢pido env¨ªo de m¨¦dicos cubanos a Liberia, Sierra Leona y Guinea para combatir el virus se suma al hist¨®rico despacho de otros contingentes a pa¨ªses del Tercer Mundo
El r¨¢pido env¨ªo de m¨¦dicos cubanos a Liberia, Sierra Leona y Guinea para combatir el ¨¦bola, se suma al hist¨®rico despacho de otros contingentes a pa¨ªses del Tercer Mundo donde la sanidad p¨²blica es precaria o inexistente. La ¨²ltima contribuci¨®n de Cuba recibi¨® la aprobaci¨®n de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS)y la comunidad internacional movilizada contra la epidemia, y aporta a La Habana importantes beneficios pol¨ªticos
Independientemente del objetivo humanitario de las misiones y de los intereses binacionales que las facultan, el desembarco de batas blancas en pa¨ªses diezmados por las carencias permite a Cuba prestigiar su presencia internacional, rearmar su discurso conceptual sobre los derechos fundamentales y promover alianzas gubernamentales en buen parte de ?frica, Asia y Am¨¦rica Latina. Estas son m¨¢s frecuentes en las naciones donde se aprecian m¨¢s las vacunas y el esparadrapo que las exhortaciones a la democracia de las potencias occidentales.
Los pa¨ªses subdesarrollados son numerosos y todos votan en los foros multinacionales. No es gratuito que la Asamblea General de Naciones Unidas sufrague anualmente, y casi por unanimidad, a favor del levantamiento del embargo impuesto por Estados Unidos a la isla caribe?a hace medio siglo. Tampoco lo es la influencia del castrismo en la izquierda latinoamericana, ni su poder de convocatoria A instancias de Cuba, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Am¨¦rica (ALBA) reuni¨® el lunes en La Habana a doce pa¨ªses, a la directora de la Organizaci¨®n Panamericana de la Salud y a un enviado del secretario general de la ONU.
Desde que en 1963 partiera hacia Argelia la primera brigada m¨¦dica cubana, una sucesi¨®n de acuerdos bilaterales llev¨® al despliegue de 131.933 profesionales de la salud en otras naciones. Cerca de 50.000, la mitad m¨¦dicos, trabajan hoy en exterior, y adem¨¢s de ser una importantes fuente de ingresos para su pa¨ªs, que recibe divisas a cambio de los miles de m¨¦dicos contratados por Venezuela, Brasil o Bolivia, el personal sanitario tiene una influencia social considerable porque instala sus ambulatorios en las misma barriadas castigadas por la enfermedades y la desatenci¨®n.
El caso de Venezuela es revelador. La idolatr¨ªa de Hugo Ch¨¢vez por Fidel Castro y la alianza pol¨ªtica entre Caracas y La Habana facilitaron la firma de acuerdos de colaboraci¨®n desde el a?o 1999, en que subi¨® al poder el ex presidente bolivariano, fallecido el pasado a?o. A cambio de petr¨®leo, Venezuela contrata actualmente a m¨¢s de 30.000 cooperantes m¨¦dicos, que atienden a cerca de once millones de personas, la mayor¨ªa domiciliados en ranchos urbanos, en zonas insalubres, antes desatendidas por la sanidad p¨²blica, e inexistente para la privada.
Los pacientes de los m¨¦dicos isle?os, que reciben en destino salarios imposibles en Cuba, tambi¨¦n votan, y siempre lo hacen en la misma direcci¨®n. Dif¨ªcilmente cambiar¨¢n el rumbo si, entre otros factores, sospechan que una derrota electoral del chavismo supondr¨ªa un cambio de gobierno, la ruptura con Cuba y la repatriaci¨®n de sus m¨¦dicos.
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