La red de espionaje Avispa envenena a¨²n las relaciones entre Cuba y EE UU
Tres de los cinco agentes cubanos detenidos en 1998 contin¨²an encarcelados en prisiones norteamericanas
La cena de enero de 1998 con Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez fue profesionalmente suculenta porque se desarroll¨® en La Habana d¨ªas antes de la primera visita de un Papa a Cuba, Juan Pablo II, y meses despu¨¦s de la secreta entrevista del escritor con Bill Clinton. ?ramos cinco comensales enganchados al anecdotario y revelaciones del premio Nobel de Literatura, que nada dijo, sin embargo, sobre un asunto trascendental: su reuni¨®n de meses atr¨¢s con el entonces presidente norteamericano para entregarle una propuesta de Fidel Castro: la colaboraci¨®n conjunta de Estados Unidos y Cuba contra el terrorismo. Durante la sobremesa, Garc¨ªa M¨¢rquez pormenoriz¨® mediaciones de altura para liberar a presos pol¨ªticos y acercar posiciones de gobierno, pero call¨® sobre su reciente gesti¨®n ante un expresidente cuya novela preferida es Cien a?os de soledad.
Los a?os anteriores a la cena caribe?a fueron convulsos. Tras el derrumbe de la URSS y la p¨¦rdida de sus subsidios, el PIB de Cuba cay¨® m¨¢s del 30%, y el desabastecimiento hizo estragos. A duras penas, los dos pa¨ªses solucionaron las consecuencias de la estampida de 30.000 cubanos hacia las costas de Florida, en la crisis de los balseros de 1994: hilvanaron una distensi¨®n que salt¨® por los aires en 1996 cuando dos avionetas del grupo anticastrista Hermanos al Rescate fueron derribadas por cazas MIG de la fuerza a¨¦rea cubana. Murieron sus cuatro ocupantes. Al a?o siguiente se registraba una oleada de bombas y atentados en La Habana para abortar el despegue de la industria tur¨ªstica isle?a. Muri¨® un turista italiano.
Hubo en la isla una inusual reuni¨®n de agentes del FBI y de la Seguridad cubana
Fidel Castro llam¨® entonces a su amigo Gabo para pedirle que informara a Clinton sobre un "siniestro plan terrorista contra Cuba". El escritor lo hizo durante un encuentro con Thomas McLarty, consejero presidencial para Am¨¦rica Latina. Las gestiones fructificaron y en junio de 1998 tuvo lugar en la isla una inusual reuni¨®n entre agentes del FBI y de la Seguridad del Estado cubana. Los delegados de Oficina Federal de Investigaciones recibieron videos, fotograf¨ªas y grabaciones probatorias de la complicidad del exilio ultra en la campa?a de atentados contra el turismo en Cuba, mediante la aportaci¨®n de dinero, explosivos, mano de obra y nuevos objetivos, seg¨²n fuente oficiales cubanas
Apenas dos meses despu¨¦s fueron detenidos los agentes cubanos que hab¨ªan conseguido la documentaci¨®n compartida con el FBI en la ins¨®lita reuni¨®n policial. Quedaba desarticulada la Red Avispa. "En lugar de actuar contra los promotores del terrorismo, Luis Posada Carriles y Orlando Bosch, nos detuvieron a nosotros, que ten¨ªamos a misi¨®n de impedirlo", record¨® en Madrid Fernando Gonz¨¢lez, de 50 a?os, detenido en aquella redada. Cumpli¨® 15 a?os, cinco semanas y quince d¨ªas de prisi¨®n con cargos de espionaje. "?Por qu¨¦ nuestra detenci¨®n en ese momento? Porque a la extrema derecha de Miami y a su colaborador H¨¦ctor Pesquera, entonces jefe de la oficina del FBI en Miami, les molestaba que Estados Unidos y Cuba empezaran a entenderse en algo y se movieron pol¨ªticamente para sabotear el acercamiento".
El 12 de septiembre de 1998 se ejecut¨® la operaci¨®n contra la red cubana, acusada de haber intentado infiltrarse en el sanctasanct¨®rum inform¨¢tico del Comando Sur del ejercito. De madrugada, simult¨¢neamente, equipos SWAT irrumpieron en domicilios del sur de Florida y Los ?ngeles, y procedieron a la detenci¨®n de Fernando Gonz¨¢lez, condenado a 19 a?os de prisi¨®n, Ren¨¦ Gonz¨¢lez, condenado a 15 a?os, Antonio Guerrero, a 21 a?os, Ram¨®n Laba?ino, a 30 a?os, y Gerardo Hern¨¢ndez, sentenciado a dos cadenas perpetuas al relacionarlo con el derribo de las avionetas. Los cargos en el juicio del 2001 fueron actuar como agentes extranjeros sin registrarse como tales, conspiraci¨®n para cometer espionaje y conspiraci¨®n para cometer asesinato.
La infiltraci¨®n en los grupos anticastristas result¨® ardua. Los agentes de inteligencia memorizaron biograf¨ªa falsas, fingieron desencanto pol¨ªtico y dec¨ªan que la revoluci¨®n se hab¨ªa convertido en una dictadura policial, y que algo hab¨ªa que hacer. En aras de la credibilidad, Ren¨¦ Gonz¨¢lez, que cumpli¨® 13 a?os de prisi¨®n, aterriz¨® cerca de los cayos de Florida pilotando una avioneta robada, y Fernando Gonz¨¢lez se invent¨® una misi¨®n comercial itinerante para desaparecer de la isla. Seg¨²n Gerardo Hern¨¢ndez, considerado el jefe operativo de la Red Avispa: "Los cubanos pueden llegar a Estados Unidos por cualquier v¨ªa. Lo ¨²nico que tiene, que decir es 'vengo en busca de libertad'", e inmediatamente se les da todos los documentos".
El juicio contra "los cinco h¨¦roes antiterroristas", como se le llama en Cuba, duro siete meses y tuvo amplia resonancia al celebrarse en la efervescente Miami,
Las dificultades afrontadas para no ser descubiertos fueron muchas. No s¨®lo deb¨ªan extremar las precauciones en sus contactos, correos y utilizaci¨®n de c¨®digos. La clandestinidad afect¨® tambi¨¦n la vida amorosa de los agentes, casi todos treinta?eros. Hern¨¢ndez comunicaba a sus jefes las suspicacias del vecindario, extra?ado de su asc¨¦tica y solitaria vida siendo joven y atractivo. ?Convendr¨ªa m¨¢s promiscuidad y frecuentes cambios de pareja? El agente opt¨® por el traslado a Miami de su esposa en Cuba. La novia norteamericana de Antonio Guerrero, que hab¨ªa conseguido un trabajo de portero en la base naval de Boca Chica, apremiaba con el matrimonio, y frunc¨ªa el ce?o con las evasivas. No sal¨ªa de su asombro cuando su pareja utilizaba una cabina p¨²blica, en lugar del tel¨¦fono fijo de casa, para contestar llamadas a deshoras.
El juicio contra "los cinco h¨¦roes antiterroristas", como se le llama en Cuba, duro siete meses y tuvo amplia resonancia al celebrarse en la efervescente Miami, con m¨¢s de 700.00 habitantes de origen cubano. Robert Pastor, miembro del Consejo Seguridad Nacional con el presidente Jimmy Carter (1977-81), escribi¨® en el New York Times: "Celebrar en Miami un juicio contra cinco agentes de la inteligencia cubana es tan justo como celebrar un juicio contra un agente de la inteligencia israel¨ª en Teher¨¢n". Ram¨®n Laba?ino, Antonio Guerrero y Gerardo Hern¨¢ndez contin¨²an presos.
Hace siete a?os, en declaraciones a un periodista de la cadena brit¨¢nica BBC, Hern¨¢ndez, negaba haber aportado la informaci¨®n que llev¨® al derribo de las dos avionetas de Hermanos al Rescate el 24 de febrero de 1996. En enero de aquel a?os, hab¨ªan sobrevolado La Habana lanzando octavillas que animaban a la sublevaci¨®n. "Si usted revisa las informaciones sobre esos d¨ªas, ver¨¢ que Jos¨¦ Basulto (dirigente del grupo anticastrista), lo anunci¨® mucho antes de viaje. ?l lo dijo: Nosotros estaremos all¨¢ (en Cuba) el 24 de febrero".
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