Chile y Espa?a: la reinvenci¨®n como reto
A pocos m¨¢s de seis meses de iniciado su segundo mandato, la presidenta Michelle Bachelet inicia una gira por Europa. Visitar¨¢ dos pa¨ªses, cada cual con su connotaci¨®n especial. Por un lado, Alemania, donde vivi¨® su exilio, conducido por Angela Merkel con quien, seg¨²n las estudiosas del liderazgo pol¨ªtico femenino, tendr¨ªa m¨¢s de alguna coincidencia. Por el otro Espa?a, de donde tom¨® la paridad de g¨¦nero como criterio para conformar sus gabinetes. Una se?al elocuente es que se trata de la primera visita de Estado de un gobernante extranjero desde que el rey Felipe VI asumiera la corona. Aunque se firmar¨¢n convenios en distintas ¨¢reas, no es sorprendente que el viaje tenga un acento empresarial. Por otro lado, uno de los objetivos es la renegociaci¨®n del acuerdo que se firm¨® con la Uni¨®n Europea hace ya diez a?os.
La estrecha relaci¨®n comercial entre Chile y Espa?a encuentra a ambos pa¨ªses enfrentando disyuntivas econ¨®micas de distinta naturaleza. El primero experimenta se?ales de desaceleraci¨®n econ¨®mica, habi¨¦ndose generado un amplio debate acerca de su origen. Mientras unos la explican por el fin del superciclo de los commodities, otros la adjudican a la incertidumbre provocada por las reformas fiscal, electoral y educacional que el gobierno de la Nueva Mayor¨ªa se encuentra impulsando. Las se?ales fueron advertidas en 2013, durante la administraci¨®n de Sebasti¨¢n Pi?era, en la que no se hizo nada significativo para romper las ataduras de su econom¨ªa con la exportaci¨®n de cobre.
Chile aspira a dar garant¨ªas de su estabilidad y seguridad jur¨ªdica?
Espa?a, por su parte, se encuentra maniobrando en medio de la crisis econ¨®mica m¨¢s acuciante de su historia reciente. Am¨¦rica Latina ha sido siempre destino preferencial para su inversi¨®n, la que se espera que entre ahora en "un tercer tiempo", marcado por un flujo bilateral m¨¢s igualitario. As¨ª se se?al¨® en la ¨²ltima Asamblea del Consejo Empresarial de Am¨¦rica Latina (CEAL) en la que, adem¨¢s, se abord¨® el potencial para el aumento de riqueza que tiene la incorporaci¨®n laboral femenina. Chile aspira a dar garant¨ªas de su estabilidad y seguridad jur¨ªdica as¨ª como informar que los cambios estructurales en curso, avalados por organismos como el FMI y la CEPAL, son indispensables para cautelarlas.
Dado el rol que ha jugado la inversi¨®n extranjera directa (IED) en el crecimiento econ¨®mico chileno, Espa?a es un socio a cuidar: es el primer inversor extranjero directo en t¨¦rminos de stock, con 32.263 millones de d¨®lares. Se trata de un portafolio diversificado donde sobresalen sectores como infraestructura y energ¨ªa. En esta etapa ha venido a sumarse un importante contingente de peque?as y medianas empresas. Sin embargo, se encontrar¨¢ con una Espa?a que aspira a ser, m¨¢s que oferente, puente hacia Europa y ?frica. Ya en 2013 fue el pa¨ªs de la eurozona que m¨¢s inversi¨®n for¨¢nea atrajo. En este marco, Chile resulta apetecible: seg¨²n datos de la CEPAL para el a?o 2012, su inversi¨®n en el exterior fue la segunda m¨¢s alta en Iberoam¨¦rica.
Los flujos comerciales no debieran agotar la relaci¨®n bilateral por cuanto hay espacio para desafiar las ideas convencionales acerca de la cooperaci¨®n. Factores hist¨®ricos y estructurales parecen avalarlo. La transici¨®n chilena a la democracia se inspir¨® en los Pactos de La Moncloa. Por otro lado, es posible generar conversaciones de otro tipo en torno a dos desaf¨ªos estrat¨¦gicos de mediano plazo. Ambos enfrentan la exigencia de revisar sus estrategias de desarrollo as¨ª como los papeles asignados al Estado y al mercado.
Espa?a y Chile enfrentan la exigencia de revisar sus estrategias de desarrollo
En el caso de Chile, el comercio exterior constituye una dimensi¨®n estructural de su econom¨ªa. Es el primer pa¨ªs del mundo en n¨²mero de acuerdos comerciales firmados que le garantizan acceso preferencial a mercados que representan m¨¢s de un 90% del PIB mundial. Pero el pa¨ªs debe superar su problema energ¨¦tico, su escasa diversificaci¨®n y su baja productividad para eludir la llamada "trampa de los pa¨ªses de ingreso medio". En el caso de Espa?a, se observa una apuesta por un modelo exportaciones de bienes y servicios con un rol creciente del libre mercado, con pretensi¨®n de dejar atr¨¢s la dependencia de la construcci¨®n y el soporte del sector turismo.
El modelo de desarrollo, en todo caso, forma parte de una empresa mayor. Por motivos diferentes, los dos pa¨ªses estar¨ªan enfrentando lo que se llama "una segunda transici¨®n" en la que deber¨¢n revisar sus bases constitucionales. No es casual que la comitiva chilena est¨¦ integrada por Ximena Rinc¨®n, Ministra Secretaria General de la Presidencia y quien tiene a su cargo la tarea de proponerle a la Presidenta Bachelet el mecanismo que permita concretar una nueva Constituci¨®n. Chile es el ¨²nico pa¨ªs de Am¨¦rica Latina que mantiene una Constituci¨®n establecida en dictadura. A su vicio de origen se suma que ha devenido en un problema, tanto para el desarrollo econ¨®mico y social como para el avance de los derechos sociales.
En cuanto a Espa?a, el desaf¨ªo soberanista catal¨¢n ha puesto en jaque su modelo territorial aunque ya el movimiento 15-M revel¨® la necesidad de encarar la llamada "regeneraci¨®n democr¨¢tica". Espa?a ha cambiado solamente dos veces su carta magna, motivada por su vinculaci¨®n con la UE. Curioso es que tanto a Chile como a Espa?a los una, tambi¨¦n en este aspecto, una cierta reticencia pero, al parecer, estamos en el tiempo. Ya un autor como Roelofs dijo, en su momento, que "la gobernabilidad tiene que reinventarse cada veinte a?os".
Mar¨ªa de los Angeles Fern¨¢ndez Ramil es analista pol¨ªtica y creadora de "Hay Mujeres". Twitter @mangeles_HM
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