El desaf¨ªo migratorio de Obama

"Go big". El mensaje de los activistas hispanos a Barack Obama pasadas las elecciones legislativas es inequ¨ªvoco: dado que el Congreso no ha permitido ¡ªni ahora que pasa a manos republicanas parece que lo vaya a hacer¡ª el avance de una reforma migratoria integral, el presidente de Estados Unidos no solo debe cumplir de una vez su promesa de actuar por su cuenta para paliar al menos las deportaciones de indocumentados. Adem¨¢s, tiene que hacerlo "a lo grande".

"Si el presidente act¨²a con audacia, unido a pol¨ªticas proinmigrantes a nivel estatal y local, la mayor¨ªa de los inmigrantes indocumentados podr¨¢n llevar una vida razonablemente normal, sin miedo a la deportaci¨®n, y todo ello sin necesidad de que act¨²e el Congreso", razona America's Voice, uno de los grupos m¨¢s activos en el movimiento migratorio.

Frustrado por la negativa de la C¨¢mara de Representantes dominada por la oposici¨®n republicana a votar la reforma migratoria que ya aprob¨® el Senado en 2013, Obama anunci¨® en junio que actuar¨ªa por su cuenta, mediante acciones ejecutivas o decretos, antes de que acabara el verano para paliar las deportaciones de indocumentados, que bajo su mandato han alcanzado cifras r¨¦cord.

Pero lleg¨® septiembre y, con la amenaza de perder el Senado en las elecciones legislativas de este martes, el presidente decidi¨® retrasar cualquier medida hasta pasados los comicios. La nueva fecha fijada: antes de que acabe el a?o. En su primera comparecencia tras los comicios, el mi¨¦rcoles, el presidente reiter¨® que actuar es un "compromiso" ineludible y que lo har¨¢ en este 2014. Para lo que no le quedan ni dos meses.

El mandatario, sin embargo, sigue sin revelar qu¨¦ pasos piensa dar, y no aclara siquiera qu¨¦ le ha recomendado su secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, al que orden¨® revisar la pol¨ªtica de deportaciones.

Analistas consideran que lo m¨¢s probable es que giren en torno a DACA, la exitosa acci¨®n diferida que orden¨® en 2012 ¡ªjusto antes de las elecciones en donde sali¨® reelegido¡ª y que ha beneficiado a algo m¨¢s de medio mill¨®n de j¨®venes indocumentados.

En un art¨ªculo de opini¨®n publicado en la web de la cadena hispana Univisi¨®n unos d¨ªas antes de las elecciones, los congresistas dem¨®cratas Nancy Pelosi, Luis Guti¨¦rrez y Zoe Lofgren defendieron la autoridad de Obama para actuar, citando precedentes de presidentes anteriores, incluidos los republicanos Ronald Reagan y George Bush.

Los legisladores sosten¨ªan adem¨¢s que el mandatario podr¨ªa detener las deportaciones de todas las personas que se habr¨ªan podido beneficiar por la propuesta de reforma migratoria aprobada en el Senado. Es decir, hasta ocho millones. Claro que tambi¨¦n apuntaron alternativas m¨¢s modestas, como centrarse en evitar la separaci¨®n de familias o en dar garant¨ªas de no deportaci¨®n a los trabajadores del campo.

Tras la renovaci¨®n de su promesa de acci¨®n de Obama, caben pocas dudas de que el presidente har¨¢, esta vez s¨ª, algo. La duda es cu¨¢n lejos se va a atrever a ir: si actuar¨¢ "a lo grande" para beneficiar hasta a varios millones de indocumentados, como le piden los activistas y esos congresistas, o si se limitar¨¢ a hacer un cambio cosm¨¦tico para salvar la cara ante un electorado que puede ser clave en las presidenciales de 2016, sin indignar sin embargo demasiado a unos republicanos con los que todav¨ªa tendr¨¢ que trabajar durante los dos a?os de mandato que le quedan.

Y estos ya le han dejado claro que considerar¨¢n cualquier decreto como una afrenta directa.

En una carta fechada el 30 de octubre, los senadores republicanos John McCain, Marco Rubio y Lindsey Graham -tres de los coautores de la fracasada propuesta de reforma migratoria- le advirtieron a Obama de que "una acci¨®n unilateral de la rama ejecutiva en esta materia ser¨ªa perjudicial para los intentos de lograr e implementar las muy necesitadas soluciones pol¨ªticas y legislativas a largo plazo para nuestro quebrado sistema migratorio".

"Actuar mediante una orden ejecutiva en un tema de esta magnitud constituir¨ªa la acci¨®n m¨¢s divisiva que Usted podr¨ªa realizar y minar¨ªa todos los esfuerzos de buena fe para actuar en este tema tan importante", insistieron.

El nuevo l¨ªder de la mayor¨ªa republicana en el Senado, Mitch McConnell, lo dijo de forma m¨¢s gr¨¢fica a¨²n en su primera rueda de prensa desde la victoria conservadora en las legislativas: Actuar por su cuenta en materia migratoria ser¨ªa como "agitar un trapo rojo delante de un toro", le advirti¨® a un Obama que sabe que ahora tendr¨¢ que negociar m¨¢s duramente con un Congreso en manos opositoras.

Por lo pronto, el presidente del Partido Republicano, Reince Priebus, ya ha prometido que pelear¨¢ con u?as y dientes contra una acci¨®n unilateral del Ejecutivo.

"Es inconstitucional, ilegal y no lo apoyamos. Haremos todo lo que podamos para asegurarnos de que (una acci¨®n ejecutiva) no tiene lugar: la dejaremos sin fondo, iremos a los tribunales, emitiremos una orden restrictiva. Lo que haga falta", prometi¨®.

Una amenaza que seg¨²n Marc Rosemblum, del Migration Policy Institute, deber¨ªa?parad¨®jicamente acabar de convencer a Obama para que se atreva con medidas amplias.

"El presidente no quiere que su legado en inmigraci¨®n sea el de deportador en jefe y eso sugiere que podr¨ªa actuar a lo grande", razon¨® en una reciente charla sobre el tema en el think tank Di¨¢logo Interameriano en Washington. Cierto es que ello podr¨ªa provocar "una lucha" pol¨ªtica como la que ya se desat¨® con su reforma sanitaria, "incluidos nuevos cierres del gobierno", reconoci¨®. "Pero por otro lado, (los republicanos) se van a enfadar de cualquier manera, act¨²e a lo grande o no, as¨ª que por qu¨¦ preocuparse".