Diagnosticando a Obama
El presidente de EE UU ha logrado poner de acuerdo a dem¨®cratas y republicanos, aunque solo en la cr¨ªtica
En Estados Unidos los consensos pol¨ªticos est¨¢n en peligro de extinci¨®n. No hay acuerdos sobre casi nada. Excepto una cosa: la culpa es de Barack Obama. El presidente es percibido como el responsable de la mala situaci¨®n econ¨®mica, de la agudizaci¨®n de la desigualdad econ¨®mica, o de que los Vlad¨ªmir Putin y los Bachar el Asad del mundo est¨¦n envalentonados, ya que han descubierto que pueden hacer casi lo que sea sin que EE UU les d¨¦ una lecci¨®n que les ense?e a ellos y al resto del planeta que con una superpotencia no se juega.
La lista de culpas que se le achacan a Obama es larga y diversa. Obama ha logrado incluso algo que parec¨ªa imposible: que dem¨®cratas y republicanos est¨¦n de acuerdo. Ambos bandos piensan que ¨¦l es responsable de los resultados de las recientes elecciones legislativas de mitad de mandato. Los republicanos obtuvieron una victoria que no se ve¨ªa desde 1931. Algunos l¨ªderes del Partido Dem¨®crata y muchos de los candidatos derrotados en estos comicios han dicho p¨²blicamente que la Casa Blanca tiene mucha culpa de la paliza electoral que recibieron. Los republicanos no pueden estar m¨¢s de acuerdo.
?Qu¨¦ le pas¨® a Obama? ?C¨®mo puede ser que un l¨ªder que lleg¨® a la presidencia generando tantas esperanzas y con tanto apoyo dentro y fuera de su pa¨ªs, tenga hoy una imagen tan mala?
Seg¨²n encuestas hechas a la salida de los centros electorales, el 60% de quienes votaron esta semana en EE UU albergan sentimientos negativos hacia su Gobierno. Las razones que se ofrecen para explicar por qu¨¦ Barack Obama no ha tenido el desempe?o que se esperaba de ¨¦l son tan variadas como las cr¨ªticas que se hacen a su gesti¨®n.
Las explicaciones de las fallas y limitaciones de Obama m¨¢s com¨²nmente ofrecidas por cr¨ªticos y comentaristas se pueden agrupar en cuatro categor¨ªas.
Inexperiencia. ¡°Su mete¨®rica carrera no le dio oportunidad para prepararse para la presidencia. Obama pas¨® de joven l¨ªder comunitario en los barrios pobres de Chicago a la pol¨ªtica local y de all¨ª r¨¢pidamente al Senado de EE UU para, solo tres a?os despu¨¦s, ser candidato a la presidencia y llegar a la Casa Blanca¡±. Sus cr¨ªticos lo acusan de ser mal pol¨ªtico, de no saber c¨®mo crear alianzas y lograr los necesarios compromisos con sus opositores. Tambi¨¦n lo acusan de ser mal gerente y manejar la presidencia de una manera perniciosamente centralizada.
Personalidad. ¡°Obama es un intelectual, un introvertido, tiene un temperamento distante que le hace dif¨ªcil conectarse eficazmente con sus colaboradores, con los pol¨ªticos de su partido u otros l¨ªderes internacionales con los que debe trabajar y mucho menos con sus opositores, a quienes desde?a¡±. Una versi¨®n extrema de esta cr¨ªtica es que Obama sufre de problemas psicol¨®gicos que lo desmotivan y minan su efectividad.
Ideolog¨ªa. El presidente es un ide¨®logo empe?ado en imponerle al pa¨ªs una agenda que choca con las preferencias de la mayor¨ªa de la poblaci¨®n. Obama es estatista, aislacionista y dispendioso. Prefiere al sector p¨²blico m¨¢s que al privado y sus pol¨ªticas tienden a agrandar el tama?o del Estado. Sus ambiciones internacionales son t¨ªmidas, reticentes. Obama siente que sus Fuerzas Armadas solo deben intervenir en los conflictos internacionales que afectan directamente a los intereses de EE UU. Adem¨¢s, dicen sus cr¨ªticos, ¡°el gasto p¨²blico se ha disparado bajo su presidencia¡±.
Antiamericanismo. ¡°Barack Obama realmente naci¨® en Kenia, es secretamente musulm¨¢n y su ascenso a la Casa Blanca forma parte de una exitosa conspiraci¨®n de los enemigos de EE UU para debilitar al pa¨ªs¡±. Esta variante de las cr¨ªticas al presidente puede parecer extravagante, exagerada y hasta delirante. Sin embargo, es sorprendente c¨®mo a¨²n sigue fuertemente arraigada en los c¨ªrculos m¨¢s extremos de la oposici¨®n, en muchos casos muy cargada de velados ¡ªo no tan velados¡ª tintes racistas. Desde esta perspectiva, los presuntos errores, defectos, omisiones o limitaciones de la gesti¨®n de Obama en la Casa Blanca son deliberados.
Yo no comparto ninguna de estas cr¨ªticas. Si bien es obvio que el presidente Obama y su equipo han cometido errores, sostengo que muchas de las cr¨ªticas honestas (las que no obedecen a intereses partidistas, econ¨®micos, ideol¨®gicos o a reacciones irracionales) se basan en suposiciones que exageran el poder que tiene el presidente de Estados Unidos hoy en d¨ªa, quienquiera que sea. Creo que hay sobradas evidencias de que actualmente Washington tiene m¨¢s restricciones que nunca para moldear la realidad dentro y fuera de sus fronteras. Tambi¨¦n creo que algo parecido les pasa a todos los dem¨¢s Gobiernos del mundo. El problema no es Obama.
Twitter @moisesnaim
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