La Europa extrema
El 20% del voto en las elecciones a la Euroc¨¢mara recay¨® en opciones euroesc¨¦pticas Las formaciones eur¨®fobas en el Parlamento Europeo est¨¢n divididas
Al¨ª Hasan al Mayid fue ejecutado en 2010. Era conocido como Al¨ª el Qu¨ªmico y fue ministro de Defensa en Irak en el r¨¦gimen de Sadam Husein. Acumulaba cuatro penas de muerte por haber ordenado ataques que mataron a miles de personas. El pasado noviembre, el eurodiputado del partido nacionalista brit¨¢nico UKIP Paul Nuttall compar¨® a Herman Van Rompuy con Al¨ª el Qu¨ªmico. ¡°Como ministro iraqu¨ª fue una desilusi¨®n hasta l¨ªmites inauditos, algo similar a usted¡±, le dijo en el Parlamento Europeo, en el acto de despedida de Van Rompuy como presidente del Consejo. Es solo un ejemplo de los exabruptos que han proliferado en la Euroc¨¢mara despu¨¦s de los comicios de mayo, en los que un 20% del voto recay¨® en alguna opci¨®n euroesc¨¦ptica.
Nigel Farage, l¨ªder de UKIP, y Marine Le Pen, cabeza del ultraderechista Frente Nacional franc¨¦s, son dos de las caras conocidas m¨¢s beligerantes. Las formaciones europe¨ªstas, que siguen ostentando la mayor¨ªa, reconocen que hay m¨¢s gritos, m¨¢s salidas de tono en un hemiciclo que bien podr¨ªa ser descrito como la casa de la diplomacia. Mucho ruido y pocas nueces, aseguran. Populares, socialdem¨®cratas, liberales y verdes, las cuatro familias tradicionales europeas, siguen ostentando el 70% de los esca?os.
"Soy eurodiputado. Y considero que supone una gran oportunidad para plantear los intereses de mi partido. Y tambi¨¦n para hablar de inmigraci¨®n", sostiene Udo Voigt (Viersen, 1952). Es el primer parlamentario del ultraderechista Nationaldemokratische Partei Deutschlands (NPD), cercano a planteamientos neonazis, que llega a la Euroc¨¢mara. Est¨¢ en el grupo de los no inscritos y participa en la comisi¨®n de Libertades Civiles. Unas 300.000 personas le votaron en Alemania. Afirma, rotundo, que el antieurope¨ªsmo est¨¢ creciendo en la UE. Aunque ¨¦l no se define como tal: "No estamos en contra de Europa, sino en contra de una Europa del capital y de la industria. Queremos tener una Europa de las patrias, de los pueblos".
"Me preocupa el auge de los populismos y la ultraderecha, no tanto por su acci¨®n en la UE como por su influencia en los Gobiernos y la pol¨ªtica nacional de sus respectivos pa¨ªses. No obstante, el hecho de que las opciones eur¨®fobas est¨¦n presentes en el Parlamento Europeo quiere decir que han sido elegidos y se ha respetado la voluntad de los votantes. Esto otorga legitimidad democr¨¢tica", se?ala Sophie in't Veld (Vollenhove, 1963), que ha sido eurodiputada durante los ¨²ltimos diez a?os por el partido holand¨¦s Democraten 66, que est¨¢ integrado en el Grupo de la Alianza de los Liberales y Dem¨®cratas por Europa. Solo por poner un ejemplo, en la precampa?a de las europeas ¡ªen las que el Frente Nacional arras¨® en Francia¡ª, el expresidente Nicolas Sarkozy solicit¨® la suspensi¨®n inmediata del Acuerdo de Schengen, que garantiza la libre circulaci¨®n de ciudadanos de la Uni¨®n.
Alain Lamassoure (Pau, 1944), exministro de Asuntos Europeos en Francia, le quita hierro al peso de los antieuropeos. El bloque euroesc¨¦ptico est¨¢ muy dividido. Ya lo demostraron Le Pen y Farage con sus enconadas peleas antes de los comicios de mayo y, despu¨¦s, en su competici¨®n por formar grupo en la Euroc¨¢mara. La francesa hubo de conformarse con la bancada de los no inscritos. Gan¨® ¨¦l, que consigui¨® formar Europa de la Libertad y de la Democracia Directa. Pero la uni¨®n entre sus eurodiputados es algo vol¨¢til. De hecho, el eur¨®fobo brit¨¢nico hubo de reconstruir a marchas forzadas su grupo en el Parlamento a finales de octubre tras la salida de la diputada letona Iveta Grigule ¡ªlo logr¨® gracias a la incorporaci¨®n a sus filas del polaco Robert Jaroslaw Iwaszkiewicz¡ª. "UKIP deber¨ªa aprender de los conservadores brit¨¢nicos, que s¨ª intentan ser parte activa en la pol¨ªtica europea. Pero los eur¨®fobos no participan en las comisiones, por lo que no influyen en la legislaci¨®n. Se limitan a asistir a los plenos", desliza Lamassoure.
Ignazio Corrao (Roma, 1984) se ha beneficiado de ese aislamiento. Su formaci¨®n, Movimiento Cinco Estrellas, liderada por el c¨®mico italiano Beppe Grillo, comparte grupo con UKIP. Ellos no pretenden desmantelar el Parlamento Europeo, como Farage. El despacho que Corrao ha estrenado hace apenas unos meses en Bruselas est¨¢ decorado con carteles ecologistas. Su escritorio est¨¢ coronado por una careta del grupo de hackers Anonymous. Justifica su uni¨®n en la cr¨ªtica que ambos hacen a la UE. Los 17 diputados de la formaci¨®n italiana ocupan el espacio que corresponder¨ªa a la delegaci¨®n de nacionalistas brit¨¢nicos en las comisiones. En un correct¨ªsimo castellano, pues curs¨® una beca Erasmus en Galicia, se dice europe¨ªsta y reconoce las diferencias que le separan del equipo de Farage. "Nosotros s¨ª queremos integraci¨®n europea. Pero a nivel de derechos de los ciudadanos. En el mercado laboral, por ejemplo". In't Veld apuesta por reforzar la UE: "A pesar de que los ciudadanos ahora no son muy proclives a escuchar este mensaje, deber¨ªamos ser capaces de transmitir esta idea; el mundo necesita una UE fuerte".
Voigt no quiere ni o¨ªr hablar del tema. Si hay problemas econ¨®micos, prefiere cortar por lo sano: "Es preciso volver a los or¨ªgenes, abandonar el euro". Pero el eje de su discurso, sin lugar a dudas, es la inmigraci¨®n. Todas sus respuestas desembocan en la "extranjerizaci¨®n" que est¨¢ experimentando la UE. ?l defiende una Europa que preserve su identidad y sea capaz de "aportar esperanzas, un futuro, a los europeos". Que "no derroche sus recursos" en ayudar a los inmigrantes. "No los necesitamos. Que vuelvan a sus pa¨ªses. Eso no implica abandonarles. La industria tiene que desarrollarse all¨ª, as¨ª no tendr¨¢n que venir", sentencia.
Lamassoure, que conoce bien el Parlamento Europeo, pues lleg¨® a la Euroc¨¢mara en 1989 y, salvo los a?os en los que form¨® parte del Gobierno franc¨¦s, desde entonces ha desarrollado all¨ª su actividad, apela al buen trato que mantienen los eurodiputados. "Siempre hemos hecho pol¨ªtica sin hacer sangre, sin agresividad. Nos tratamos unos a otros como diplom¨¢ticos. Es imprescindible forjar mayor¨ªas s¨®lidas que nos permitan negociar con el Consejo desde una posici¨®n fuerte. Tienes que hablar con much¨ªsimas personas de distintos pa¨ªses y llegar a consensos". En su inmensa mayor¨ªa, sigue siendo as¨ª.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.