El gas de Siberia viaja al Sur
Gazprom prev¨¦ que el flujo en los nuevos gasoductos superar¨¢ al de Europa
El acuerdo firmado por los presidentes de Rusia y China esta semana para construir un segundo gasoducto entre ambos pa¨ªses certifica los lazos econ¨®micos entre ellos, pero los detalles de las negociaciones ponen de relieve los intereses a menudo divergentes. Esta segunda ruta de suministro de gas abre a Rusia la posibilidad, por un lado, de reducir su dependencia de los mercados occidentales, ya que actualmente los yacimientos de Siberia occidental tienen s¨®lo una salida, hacia Europa, y, por otro, de exportar sus recursos no s¨®lo a China sino a otros pa¨ªses de la regi¨®n, como Jap¨®n o Corea del Sur.
El segundo gasoducto, la llamada ruta occidental (la ruta de Alt¨¢i), complementa, seg¨²n los analistas, el convenio hist¨®rico, de 400.000 millones de d¨®lares, (319.000 millones de euros) alcanzado el pasado mayo entre el gigante gas¨ªstico ruso, Gazprom, y la compa?¨ªa petrolera estatal china, CNPC, sobre la construcci¨®n del gasoducto Sila Sibiri (La Fuerza de Siberia). La ruta oriental deber¨¢ facilitar el suministro a China de 38.000 millones de metros c¨²bicos anuales de gas por un per¨ªodo de 30 a?os a partir de 2018. La ruta occidental proveer¨¢ un suministro adicional de otros 30.000 millones de metros c¨²bicos anuales por un per¨ªodo de 30 a?os. El proyecto se valora en 24.000 millones de euros.
Gazprom prev¨¦ que el flujo en los nuevos gasoductos superar¨¢ al de Europa
En el primer acuerdo, Pek¨ªn se hab¨ªa comprometido a pagar por adelantado la construcci¨®n del gasoducto, de unos 20.000 millones de euros, pero en septiembre pasado no s¨®lo se neg¨® a hacerlo, sino que fue m¨¢s all¨¢ y propuso a Mosc¨² invertir en la edificaci¨®n de gasoductos en el territorio chino. A esa necesidad de asumir el total de la inversi¨®n se a?ade la disminuci¨®n del precio real del contrato hasta unos 240.000 millones de euros debido a la ca¨ªda de los hidrocarburos.
¡°S¨ª, est¨¢bamos negociando sobre el avance del pago, y ese anticipo era uno de los elementos de las negociaciones sobre el precio del gas. Pero dado que hemos llegado a un acuerdo final sobre el precio, ya no examinamos la posibilidad de utilizar el pago por adelantado como instrumento financiero para seguir reduciendo el precio¡±, concret¨® en Pek¨ªn el presidente de Gazprom, Alex¨¦i Miller. Rusia necesita nuevos mercados y poder maniobrar entre Europa y Asia, sobre todo en tiempos de agravamiento de las relaciones con Occidente. Por eso esta obligada a tragar con esas exigencias. ¡°Teniendo en cuenta el aumento del abastecimiento por la ruta occidental a medio plazo el volumen de las exportaciones a China podr¨ªa superar los vol¨²menes actuales de exportaci¨®n a Europa¡±, indic¨® Miller.
¡°Creo que las perspectivas son muy buenas, debido a que China est¨¢ interesada en la modernizaci¨®n del noreste, por lo cual le es ventajoso obtener el gas ruso lo antes posible. Para Rusia tambi¨¦n es una ventaja, ya que es un paso para fortalecer las relaciones econ¨®micas y comerciales con China y, por otra parte, es una manera de promover su gas en el futuro a otros pa¨ªses en la regi¨®n¡±, estima Pavel Kamennov, del Instituto de Extremo Oriente.
Alex¨¦i Belogoriev, director general adjunto del Instituto de Estrategia Energ¨¦tica, no es tan optimista. ¡°Los chinos hab¨ªan dado a entender que no necesitan m¨¢s de 30.000 millones de metros c¨²bicos anuales de gas ruso. Y s¨®lo dos factores pueden cambiar la actitud china: o los precios por debajo de mercado, lo que para Rusia no es aceptable, o la penetraci¨®n directa de los chinos en la producci¨®n de gas en Rusia. Este es el objetivo final de China. Para ambos el comercio gas¨ªstico es m¨¢s un proyecto geopol¨ªtico que econ¨®mico¡±.
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