La guerra de ideas del Estado Isl¨¢mico
Los yihadistas usan una potente maquinaria ideol¨®gica para reclutar a miles de j¨®venes, a los que ofrecen una identidad
Aparecen con el rostro al descubierto, pero son los verdugos. En fila, combatientes del Estado Isl¨¢mico (EI) pasan con sus v¨ªctimas maniatadas junto a un caj¨®n lleno de cuchillos. Es una decapitaci¨®n en masa, difundida la pasada semana. Murieron alrededor de 18 hombres, la mayor¨ªa militares sirios. Entre ellos estaba tambi¨¦n el cooperante estadounidense Peter Kassig. ?Por qu¨¦ mostraron sus caras? Casi nada es azaroso en el EI. Los analistas que siguen la pista coinciden en que, al margen de la parafernalia del v¨ªdeo, el mensaje es muy potente en dos sentidos: en primer lugar, los miembros del EI son habitantes de la tierra que delimita el autoproclamado califato. Ese es su hogar y all¨ª vivir¨¢n siempre. ?Qu¨¦ represalias pueden temer? Y segundo: los que son extranjeros (en la cinta aparecen franceses, brit¨¢nicos, asi¨¢ticos¡) se identifican ante sus compatriotas para que se unan a la causa yihadista. Un reclamo para el que est¨¦ abierto a verlo.
Es un ejemplo de la maquinaria ideol¨®gica del grupo comandado por el iraqu¨ª Abubaker al Bagdadi. El analista alem¨¢n Guido Steinberg, del SWP (Instituto para Asuntos Internacionales y de Seguridad), va al detalle: ¡°La primera funci¨®n de los combatientes extranjeros¡±, se?ala en un foro del Real Instituto Elcano, ¡°es el ataque suicida, as¨ª que pueden mostrar su cara¡±. Adem¨¢s, a?ade Steinberg, estos for¨¢neos que aparecen en las pel¨ªculas son ¡°figuras de identificaci¨®n para reclutar¡± a m¨¢s milicianos allende los mares. Dicho en plata: la madre del cordero de la lucha contra el EI, para expertos en terrorismo y miembros de las fuerzas de seguridad, es la fuerte ideolog¨ªa que le hace tan atractivo. Es la ¡°guerra de las ideas¡± a la que se refer¨ªa en el mismo foro el ministro consejero de la Embajada estadounidense Krishna R. Urs.
Otro ejemplo: tras proclamar su califato, Al Bagdadi dio un serm¨®n en una mezquita de Mosul, en el norte de Irak. En la retina queda que son las ¨²nicas im¨¢genes que se tienen de ¨¦l. Para su cohorte, sin embargo, cal¨® el s¨ªmbolo: la oraci¨®n se celebr¨® en la Gran mezquita de Nur al Din, una suerte de precursor de las grandes gestas contra los cruzados dirigidas por Saladino. Steinberg admite, no obstante, que no s¨®lo el tir¨®n ideol¨®gico explica el ascenso de ese ¡°Ej¨¦rcito terrorista¡± (alrededor de 31.000 hombres; entre ellos, 15.000 extranjeros). ¡°En Alemania o B¨¦lgica, muchos de los j¨®venes que se alistaron viv¨ªan en barrios pobres¡±, apunta el analista. ¡°Pero creo que la ideolog¨ªa es m¨¢s importante que las razones sociales¡±, a?ade. ¡°Ning¨²n Estado puede hacer nada contra una ideolog¨ªa tan fuerte; van a seguir viajando¡±. Destino: una sociedad isl¨¢mica como en tiempos de Mahoma.
M¨¢s s¨ªmbolos: el EI inform¨® por primera vez de la localizaci¨®n de una de sus tropel¨ªas en el v¨ªdeo de la matanza de rehenes. Fue en Dabiq, peque?a localidad en el noroeste sirio. Muchos se preguntaron por qu¨¦ el EI se afan¨® tanto all¨¢ por verano para conquistar precisamente esa ciudad. Raz¨®n: uno de los h¨¢dices del profeta Mahoma sit¨²a en Dabiq el lugar donde se librar¨¢ la batalla final entre musulmanes y cristianos. El mensaje queda claro de nuevo para el que necesite verlo.
"Ning¨²n Estado puede hacer nada contra una ideolog¨ªa tan fuerte", dice el analista Guido Steinberg, del SWP
Junto a los s¨ªmbolos, dice Assaf Moghadam, del israel¨ª Instituto Internacional de Antiterrorismo, la fuerza ideol¨®gica del EI reside en que ¡°ofrece una identidad alternativa¡± para esos miles de j¨®venes musulmanes
no integrados. ¡°Les ofrece¡±, afirma, ¡°participar en una comunidad multinacional de creyentes, la umma global¡±. ?C¨®mo les seduce? ¡°A trav¨¦s de respuestas muy simples¡±, se?ala, ¡°a problemas existenciales como qui¨¦n soy, cu¨¢l es mi identidad...¡± Es decir, el EI les dice ¡°sois musulmanes, pertenec¨¦is a la umma, a una l¨ªnea hist¨®rica de h¨¦roes; el islam est¨¢ siendo atacado y tu misi¨®n es defenderlo¡±. Les da sentido.
Ahora bien, tambi¨¦n hay quien fue en busca de mujeres, de una buena residencia, sobre todo los extranjeros, con ciertos privilegios, o para hacer dinero: ganan entre 160 y 480 euros al mes, seg¨²n el think tank estadounidense The Soufan Group.
El integrismo del parlamento del EI puede ser tambi¨¦n, no obstante, su tal¨®n de Aquiles. El exagente de inteligencia brit¨¢nico Richard Barrett, uno de los mayores expertos en el EI, afirma en su ¨²ltimo informe que hay muchos simpatizantes de la causa que no han jurado lealtad porque no les gusta esa ¡°actitud de ¡®o conmigo o sin m¨ª¡± ni tampoco su lucha contra Al Qaeda central. Esta violencia, coincide Tricia Bacon, de la Universidad de Washington, hace que solo grupos terroristas desconocidos como el argelino Jund al Khilafa o el egipcio Ansar Beit al Maqdis hayan proclamado su adhesi¨®n a Al Bagdadi.
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