Ultras y eur¨®fobos quedan aislados en la moci¨®n contra Juncker
El presidente de la Comisi¨®n espera superar el voto del jueves en la Euroc¨¢mara
El ex primer ministro de uno de los socios de la UE ha sido acusado de hacer bandera durante dos d¨¦cadas de pr¨¢cticas fiscales predadoras, con pactos secretos, muy probablemente legales, que han permitido a las multinacionales ahorrarse millones de euros en impuestos. Enriqueci¨® as¨ª a su pa¨ªs a costa de los dem¨¢s, justo en el momento en que patrocinaba ajustes draconianos en la periferia. Ese l¨ªder es Jean-Claude Juncker, que tras ceder el poder en Luxemburgo gan¨® las elecciones europeas y se ha convertido en presidente de la Comisi¨®n, con la lucha contra la evasi¨®n fiscal, oh paradoja, como nueva bandera. El d¨ªa despu¨¦s de su primer discurso se supo que Juncker hab¨ªa firmado pactos fiscales agresivos con 340 multinacionales, que llegan a pagar un 1% de impuestos cuando el tipo medio en Europa supera el 20%. Con esa munici¨®n, los partidos populistas (el UKIP antieuropeo de Nigel Farage, la extrema derecha de Marine Le Pen y el movimiento antipol¨ªtico de Beppe Grillo) se lanzaron ayer a la yugular de Juncker con una moci¨®n de censura. Pincharon: quedaron aislados en un debate bronco.
Las grandes familias proeuropeas (populares, socialistas, verdes, incluso la izquierda radical) cerraron filas con Juncker. ¡°As¨ª es Europa¡±, dec¨ªa anoche en los pasillos un eurodiputado de uno de esos grupos, ante la paradoja de tener que apoyar a Juncker a pesar de hacerse la pregunta adecuada: ?con qu¨¦ legitimidad se presenta ahora el jefe de la Comisi¨®n como garante de las reglas fiscales cuando durante a?os ha sido el campe¨®n de lo contrario al frente de un para¨ªso fiscal?
Solo los correligionarios de Le Pen, Farage y Grillo plantearon algo parecido ¡ªsalvo Gabriele Zimmer, de Izquierda Unitaria, que aun as¨ª ha anunciado que votar¨¢ a favor de Juncker¡ª, pero tan envuelto en argumentos antieuropeos que impidieron cualquier asomo de debate. Las m¨¢s de las veces, la Euroc¨¢mara de los pr¨®ximos cinco a?os va a ser fiel reflejo de esa polarizaci¨®n: proeuropeos contra antieuropeos.
Juncker se enfrenta a una semana dif¨ªcil. Debe convencer a los partidos ¡ªy a los mercados¡ª de que su plan de inversi¨®n de 300.000 millones es lo que Europa necesita para combatir el largo invierno del descontento que se avecina. Y tiene que lidiar con una aplicaci¨®n de las reglas fiscales lo suficientemente inteligente como para darle un pescoz¨®n a Francia e Italia, que van camino de incumplir sus metas de d¨¦ficit, sin que eso provoque una refriega pol¨ªtica. Solo unas horas antes de ese examen, Juncker encar¨® la moci¨®n de censura con una puesta en escena arrolladora: rodeado de todos sus comisarios y apoyado por todos los partidos pro-UE. Pero sin nuevos argumentos en su defensa: ¡°Ya he dado todas las explicaciones¡±.
Juncker sostiene que Luxemburgo no es una excepci¨®n: 24 de los 28 pa¨ªses de la UE tienen pactos fiscales con las empresas, aunque la mayor¨ªa son transparentes. Y asegura que las multinacionales aprovechan los huecos que dejan legislaciones fiscales muy diferentes: contra eso, plantea armonizar el impuesto de sociedades y acelerar el intercambio autom¨¢tico de informaci¨®n fiscal. Pero es dif¨ªcil que esas medidas prosperen porque requieren unanimidad. Y Luxemburgo es uno de los pa¨ªses que m¨¢s rabiosamente se ha opuesto a todo eso.
¡°El esc¨¢ndalo Luxleaks muestra que Juncker siempre ha actuado para enriquecer a su pa¨ªs a costa de los socios¡±, le espet¨® el diputado del Movimiento 5 Estrellas Marco Zanni. ¡°Usted es el responsable de esa maquinaria escandalosa que es la evasi¨®n fiscal en Europa. Usted, se?or Juncker, es un ejemplo del monstruo en el que se ha convertido la UE¡±, dispar¨® Marine Le Pen. Ah¨ª se acab¨® el debate y empez¨® un cruce de acusaciones. Juncker respir¨® tranquilo entre tanto ruido y tan pocas nueces. ¡°Sus cr¨ªticas son pat¨¦ticas¡±, cerr¨®, consciente de que tiene ganada la votaci¨®n del jueves. La ¨²nica investigaci¨®n por la que tendr¨¢ que responder ser¨¢ la que pilota la divisi¨®n de Competencia de la Comisi¨®n que ¨¦l mismo preside. Y que suele durar a?os. Para bien y para mal, as¨ª es Europa.
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