La historia de dos juezas
En Venezuela, la sumisi¨®n judicial con el poder pol¨ªtico llega hasta las m¨¢s altas esferas
El control del poder ejecutivo sobre los otros poderes p¨²blicos en Venezuela, y en particular sobre el sistema judicial, se expresa claramente en la historia de dos juezas. A simple vista no parecen tener nada en com¨²n, una enfrenta un largo proceso y la otra tiene a su cargo el que posiblemente sea el juicio pol¨ªtico m¨¢s pol¨¦mico ¡ªy hay bastante tela que cortar en Venezuela en esta materia¡ª, como lo es el procesamiento judicial y detenci¨®n del dirigente Leopoldo L¨®pez.
?Qu¨¦ cosa une a las historias de estas dos juezas venezolanas? Ambas recibieron recomendaciones del Comit¨¦ contra la Detenci¨®n Arbitraria de la Organizaci¨®n de Naciones Unidas (ONU). Una opt¨® por acatar tal recomendaci¨®n de expertos independientes, en 2009, y termin¨® ella misma siendo objeto de recomendaciones a su favor por parte de ese comit¨¦. Se trata de la jueza Mar¨ªa Lurdes Afiuni, quien el 10 de diciembre de 2009, tom¨® la decisi¨®n de otorgarle la libertad condicional al ex banquero (otrora muy cercano al chavismo) Eligio Cede?o, quien estaba enjuiciado por presunta corrupci¨®n en el manejo de d¨®lares regulados.
Al d¨ªa siguiente, en una de sus alocuciones por radio y televisi¨®n, Hugo Ch¨¢vez, le orden¨® al sistema judicial que detuvieran a la jueza Afiuni e incluso adelant¨® la sentencia: ¡°debe recibir pena m¨¢xima de 30 a?os¡±. Cede?o aprovech¨® su libertad condicional y sali¨® clandestinamente del pa¨ªs, hoy vive en Estado Unidos donde recibi¨® asilo pol¨ªtico. Afiuni, en tanto, por acatar la recomendaci¨®n de la ONU pas¨® de ser jueza a enjuiciada, y a partir del 18 de diciembre de aquel mismo a?o 2009 fue enviada a una c¨¢rcel de mujeres. Fue acusada por cargos de corrupci¨®n, c¨®mplice de fuga, abuso de poder y conspiraci¨®n criminal. A la fecha no ha podido comprobarse que ella tuviese alguna componenda para facilitar la fuga de Cede?o. Casi tres a?os estuvo en una c¨¢rcel Afiuni, en 2012 se le envi¨® a una detenci¨®n domiciliaria luego que se le detectara c¨¢ncer y otros problemas de salud y tras innumerables pronunciamientos del propio Comit¨¦ contra las Detenciones Arbitrarias de la ONU y de la relator¨ªa de la ONU sobre la independencia de jueces y abogados.
Afiuni fue acusada por cargos de corrupci¨®n, c¨®mplice de fuga, abuso de poder y conspiraci¨®n criminal
Afiuni sigue siendo procesada sin que se vislumbre en el corto plazo que se vaya a dictar sentencia. Seg¨²n organizaciones venezolanas de derechos humanos, no existen razones v¨¢lidas para mantener el juicio, ya que se ha han ventilado pruebas firmes, pero a este proceso judicial nadie se atreve a ponerle fin ya que el comandante Ch¨¢vez fue quien dict¨® sentencia.
La otra jueza se llama Susana Barreiros. A mediados de noviembre se neg¨® a considerar una recomendaci¨®n del mismo Comit¨¦ contra las Detenciones Arbitrarias de Naciones Unidas, ¨¦sta vez en el caso del dirigente pol¨ªtico opositor Leopoldo L¨®pez. Tampoco ha escuchado Barreiros los innumerables pronunciamientos internacionales que sin inmiscuirse en el fondo del asunto, solicitan simplemente que L¨®pez (tal como lo establecen las leyes venezolanas) sea juzgado en libertad.
Barreiros posiblemente est¨¢ consciente, como cualquier juez venezolano, que est¨¢ atrapada en lo que podr¨ªamos llamar ¡°s¨ªndrome Afiuni¡±, que no es otra cosa que la falta de independencia del sistema judicial de Venezuela. Un juez en Venezuela, especialmente en casos pol¨ªticamente simb¨®licos (y ¨¦ste de L¨®pez sin duda lo es), dif¨ªcilmente se arriesgara a hacer justicia si tal decisi¨®n puede molestar al poder pol¨ªtico chavista.
La sumisi¨®n judicial con el poder pol¨ªtico no se limita a los jueces, llega hasta las m¨¢s altas esferas. La sala pol¨ªtico-administrativa del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en la ¨²ltima d¨¦cada s¨®lo ha fallado en contra del Estado de forma excepcional, tan excepcional que se pueden contar los casos con los dedos de las manos.
Andr¨¦s Ca?iz¨¢lez es analista pol¨ªtico y de medios. Twitter @infocracia
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