Alemania, Francia e Italia exigen a la UE que elimine la ingenier¨ªa fiscal

Las ventas de Apple crecen a toda m¨¢quina en Espa?a pero la declaraci¨®n de impuestos le sale una y otra vez a devolver al gigante inform¨¢tico, que elige pagar el grueso de la factura en otros pa¨ªses. En Luxemburgo hay un edificio donde se agolpan 3.500 empresas, que han elegido ese inmueble como sede pantalla para beneficiarse de tipos extrabajos en el impuesto de sociedades, inferiores al 1% en algunos casos. Europa ha aplicado varias rondas de austeridad en la periferia mientras miraba hacia otro lado con los acuerdos fiscales agresivos que permiten a Apple y a las 3.500 empresas que usan el buz¨®n luxemburgu¨¦s pagar muy pocos impuestos de forma perfectamente legal. Pero los grandes pa¨ªses quieren ahora mano dura para evitar ese tipo de ingenier¨ªa que drena sus arcas p¨²blicas: Alemania, Francia e Italia han enviado una carta conjunta a la UE en la que exigen ¡°acelerar¡± la lucha contra la planificaci¨®n fiscal agresiva. Quieren nuevas reglas, y pronto: para finales de 2015.

Ese es el empuj¨®n pol¨ªtico que faltaba en Bruselas despu¨¦s del ¨²ltimo esc¨¢ndalo, que ha obligado a poner sobre la mesa ese debate mil veces postergado. El presidente de la Comisi¨®n Europea, Jean-Claude Juncker, present¨® una ambiciosa agenda al respecto, que incluye la armonizaci¨®n de las bases fiscales del impuesto de sociedades y el intercambio autom¨¢tico de datos fiscales, tras verse acorralado por su destacado papel en el caso Luxleaks. Juncker ocupa un papel estelar en esa historia: fue primer ministro de Luxemburgo durante casi dos d¨¦cadas, en el periodo en el que se firmaron los 340 pactos secretos con multinacionales que han salido a la luz. Juncker, que en su d¨ªa se vanagloriaba de lograr esos pactos, se ha visto obligado a dar un viraje de 180 grados y pretende acabar con ese tipo de asuntos al frente de la Comisi¨®n.

Ya no tiene excusas: Berl¨ªn, Par¨ªs y Roma reclaman ¡°mayor transparencia¡± y que las empresas respeten ¡°el principio general de imposici¨®n efectiva¡±. En plata: las empresas deber¨ªan pagar en torno a un 25% de sus beneficios, pero abonan porcentajes muy inferiores con la firma de acuerdos fiscales agresivos en 24 de los 28 pa¨ªses de la UE. Los expertos llaman a esa pr¨¢ctica ¡°competencia fiscal desleal¡±, y se consigue por las lagunas que dejan las distintas legislaciones nacionales. Los tres grandes pa¨ªses del euro buscan acabar con esas lagunas para que las multinacionales paguen lo que deben: ¡°El diagn¨®stico y las soluciones son conocidas, por lo que deber¨ªamos actuar y hacerlo sin retrasos¡±, seg¨²n la misiva que firman el alem¨¢n Wolfgang Sch?uble, el franc¨¦s Michel Sapin y el italiano Pier Carlo Padoan.

La Comisi¨®n analizar¨¢ esas propuestas y se compromete a responder esta semana a los tres pa¨ªses, explic¨® ayer un portavoz: ¡°Alemania, Francia e Italia han anunciado medidas adicionales que podr¨ªan conducir a una estrategia m¨¢s amplia contra la planificaci¨®n fiscal agresiva¡±. La Euroc¨¢mara desconf¨ªa: cree que Juncker plante¨® ese debate como una cortina de humo para distraer tras el estallido del esc¨¢ndalo Luxleaks, que afecta a compa?¨ªas como Pepsi, Ikea o Deutsche Bank. Los avances nunca acaban de sustanciarse: requieren unanimidad, y el Parlamento Europeo considera que el derecho de veto de los pa¨ªses m¨¢s agresivos ¡ªLuxemburgo, Irlanda, Holanda o Austria¡ª volver¨¢ a dificultar los acuerdos esta vez. ¡°Nuestros ciudadanos y nuestras empresas esperan que acabemos con ese tipo de acuerdos inapropiados que erosionan las bases fiscales¡±, dice la carta.