¡°Qui¨¦ranse, mexicanos¡±

Jos¨¦ Mujica fue la tarde de este s¨¢bado diplomacia pura. El presidente de Uruguay tuvo que autoimponerse una mordaza en su visita a Guadalajara semanas despu¨¦s de haber provocado roces diplom¨¢ticos con la canciller¨ªa mexicana por unas declaraciones a una revista. ¡°Te ponen la mesa, te atienden, te tratan bien¡­ no voy a salir con un discurso contestatario¡±, dijo entre risas el mandatario de 79 a?os en una ceremonia en la que recibi¨® el Coraz¨®n de Le¨®n, una distinci¨®n de la Universidad de Guadalajara.

Mujica embeles¨® a los estudiantes en el auditorio Salvador Allende, nombrado as¨ª por el presidente chileno, el ¨²ltimo jefe de estado que visit¨® la sala en el ya lejano diciembre de 1972. El mandatario uruguayo, que se encuentra en el pa¨ªs para participar en la 24 Cumbre Iberoamericana, fue declarado por el presidente de la federaci¨®n de estudiantes como ¡°el hombre m¨¢s importante que ha pisado el auditorio¡±.

Que paguen m¨¢s impuestos los que tienen m¨¢s. Es un principio de humanidad Jos¨¦ Mujica, presidente de Uruguay

Una multitud de j¨®venes a la que le fue impedida la entrada al abarrotado auditorio grit¨® desde la calle consignas contra el Estado mexicano por el secuestro de los 43 estudiantes en Iguala. La bulla termin¨® cuando Mujica comenz¨® a hablar. El silencio se apoder¨® del auditorio y de la marabunta callejera. Los aplausos fueron t¨ªmidos porque nadie quer¨ªa interrumpir el discurso del mandatario, que se alarg¨® por 45 minutos para hablar del amor, la libertad y criticar el capitalismo y la sociedad de consumo. ¡°La felicidad es igual a comprar cacharros nuevos, pero hay que entender que cuando compras algo no lo compras con tu dinero, sino con el tiempo de tu vida que gastaste para tener ese dinero. La vida es la moneda m¨¢s valiosa que tenemos¡±.

El Pepe, como le apodan, ech¨® mano de la ret¨®rica para evitar caer en las espinosas trampas pol¨ªticas que ha creado el tema de Ayotzinapa y el cuestionado Gobierno del presidente Enrique Pe?a Nieto. Aprendi¨® la lecci¨®n del pasado 24 de noviembre, cuando dijo a la revista Foreign Affairs Latinoam¨¦rica que el Estado mexicano era ¡°fallido y con poderes p¨²blicos totalmente fuera de control¡±. El uruguayo se desdijo horas despu¨¦s de que la canciller¨ªa mexicana mostrara un en¨¦rgico rechazo a sus palabras.

¡°S¨¦ que pasan un mal momento¡±, se limit¨® a decir este s¨¢bado. Sin embargo, fue astuto al se?alar las debilidades en la regi¨®n latinoamericana. ¡°De las 50 ciudades m¨¢s inseguras del mundo, 41 est¨¢n en Am¨¦rica Latina. No es casualidad que nuestro continente sea el m¨¢s injusto. Es una burla a la democracia semejante concentraci¨®n de la riqueza¡±, dijo.

El pr¨®ximo 1 de marzo Tabar¨¦ V¨¢zquez asumir¨¢ la presidencia despu¨¦s de haber ganado en las elecciones del 1 de diciembre. Mujica se convertir¨¢ en senador, pero ya ha comenzado un an¨¢lisis cr¨ªtico sobre el poder. ¡°Estoy ayudando a que la riqueza se concentre m¨¢s. Si no llevo inversiones, no hay trabajo. Si no hay trabajo, no hay oportunidades para nadie. ?C¨®mo salir de esta trampa?¡±, reflexion¨®. ¡°No vine a dar soluciones, vengo a enriquecerles la cabeza. Esto no es sencillo¡±.

Vean atr¨¢s y recuerden a quienes les dieron patria. Qui¨¦ranse, mexicanos. No se puede luchar por algo que no se quiere Jos¨¦ Mujica, presidente de Uruguay

El presidente coloc¨® un pa¨ªs de tres millones de personas bajo los focos internacionales gracias a la legalizaci¨®n de la marihuana. Es tambi¨¦n la naci¨®n, junto con Chile, menos corrupta de Am¨¦rica Latina, seg¨²n Transparencia Internacional. The Economist nombr¨® a Uruguay pa¨ªs del a?o en 2013. Con ese curr¨ªculo, Mujica se atrevi¨® a dar dos ideas para poner en pr¨¢ctica. La primera, dijo, es la necesidad de una pol¨ªtica tributaria progresiva. ¡°Que paguen m¨¢s los que tienen m¨¢s. Es un principio de humanidad¡±. La segunda, una nueva pol¨ªtica laboral que dignifique a los trabajadores.

Con la oratoria como ¨²nica aliada, Mujica llam¨® a acabar con los pol¨ªticos corruptos, sin tener que llamarlos por sus nombres. Sugiri¨® conformarse con menos para vivir, sin se?alar la opulencia que rodea a muchos en M¨¦xico. Y pidi¨® no dejarse llenar de odio y mirar la vida con generosidad. ¡°Vean atr¨¢s y recuerden a quienes les dieron patria. Qui¨¦ranse, mexicanos. No se puede luchar por algo que no se quiere. Quieran a su pueblo. Es lo que nos queda cuando nos vamos¡±, dijo.

Tras su discurso, el mandatario ofreci¨® una rueda de prensa en la que acept¨® solo cinco preguntas que no le interrogaran sobre la pol¨ªtica interior de M¨¦xico. Aun as¨ª, se le pregunt¨® qu¨¦ pensaba sobre la matanza de Iguala. Mujica volvi¨® a capear la situaci¨®n, rodeado de funcionarios de la canciller¨ªa uruguaya que se mord¨ªan las u?as. ¡°Yo jefe de estado no debo de dar manija a las contradicciones y a los dolores del pueblo mexicano porque en nada contribuir¨ªa en solucionar el problema de fondo. A M¨¦xico solo le digo: ten mi abrazo y mi solidaridad.¡±