Bruselas busca alternativas para el gasoducto del sur que Putin anul¨®
La Comisi¨®n promete invertir en los Estados perjudicados por el fin del proyecto
La Uni¨®n Europea se resiste a certificar el abandono del proyecto South Stream (Corriente del Sur), un gasoducto clave que deb¨ªa transportar el gas ruso a trav¨¦s del sureste europeo, pero en la pr¨¢ctica explora alternativas. El vicepresidente de la Comisi¨®n Europea para asuntos energ¨¦ticos, Maros Sefcovic, se reuni¨® ayer con los pa¨ªses afectados por la renuncia a este proyecto, avanzada por el presidente ruso Vlad¨ªmir Putin el 1 de diciembre, para estudiar salidas. ¡°Cualquier proyecto europeo debe cumplir las reglas comunitarias¡±, justific¨® Sefcovic, un mensaje dirigido a los pa¨ªses que perder¨¢n esa inversi¨®n por lo que Mosc¨² entiende como un bloqueo de Bruselas a un proyecto estrat¨¦gico entre ambos bloques.
Por encima de otros matices, la iniciativa South Stream debe su nacimiento y su muerte a razones pol¨ªticas. En su origen, Bruselas intentaba sortear Ucrania como pa¨ªs de tr¨¢nsito necesario para buena parte del gas que proced¨ªa de Rusia. Las disputas entre ambos pa¨ªses por el precio del gas en 2006 y 2009 alarmaron a Europa, que quiso evitar el riesgo de ver c¨®mo Kiev acaparaba parte del gas que circulaba por su territorio con destino a la UE. Pero la situaci¨®n pol¨ªtica ha girado completamente: ahora es Ucrania el socio preferencial de la UE, que no quiere privarlo de las tarifas que cobra por transportar el gas comunitario, y Rusia el suministrador que suscita recelos. La mitad del gas que la UE recibe de Mosc¨² pasa por Ucrania.
Oficialmente, el Kremlin renuncia a esta costosa inversi¨®n de 16.000 millones de euros por las trabas que impone la nueva regulaci¨®n europea, que obliga a deslindar el suministro de energ¨ªa de la fuente de distribuci¨®n. De este modo, el gigante ruso Gazprom, due?o de un proyecto en el que habr¨ªan participado la italiana Eni o la francesa EDF, deb¨ªa abrir su gasoducto a otros proveedores. El proyecto tropez¨® tambi¨¦n con la controvertida adjudicaci¨®n que hizo Bulgaria de su parte del gasoducto, que beneficiaba a compa?¨ªas rusas. Bruselas investiga el proceso.
Con ese malestar de fondo, unido a la enorme barrera que separa Rusia de Europa desde el estallido de la crisis ucrania, Putin ha dado el proyecto por concluido. Gazprom renuncia a construir una tuber¨ªa destinada a cubrir el 12% de las necesidades europeas de gas, con 63.000 millones de metros c¨²bicos por a?o. Bulgaria no ha tardado en pedir explicaciones. Se trata del pa¨ªs m¨¢s afectado por la suspensi¨®n porque era el primer receptor del gas proveniente de Rusia, y su econom¨ªa pod¨ªa haber obtenido unas ganancias equivalentes al 1,5% de su producto interior bruto, seg¨²n el Ministerio de Econom¨ªa.
Para frenar conatos de rebeli¨®n y calmar a los agraviados por esta renuncia, Sefcovic reuni¨® ayer a los ministros de Energ¨ªa de los pa¨ªses m¨¢s afectados, que son, adem¨¢s de Bulgaria, Hungr¨ªa, Eslovenia, Austria, Croacia, Italia, Grecia y Ruman¨ªa. El encuentro se cerr¨® con un compromiso de ¡°integrar los mercados europeos gas¨ªsticos de Europa central y del sureste, as¨ª como de diversificar los suministradores, los recursos y las rutas¡±, seg¨²n un comunicado conjunto que evit¨® posibles reproches individuales. ¡°Era posible encontrar una soluci¨®n con Rusia, pero basada en el respeto a las reglas comunitarias. Ahora tendremos que diversificar no s¨®lo las rutas, sino las fuentes de suministro¡±, expuso de manera conciliadora el ministro italiano, Claudio De Vincenti, poco antes de la cita.
Bruselas buscar¨¢ alternativas en proyectos y financiaci¨®n. La primera opci¨®n consiste en acelerar otras interconexiones que la UE ya tiene identificadas para conseguir la uni¨®n energ¨¦tica. Sefcovic mencion¨® ayer el corredor del gas del sur, un proyecto que traer¨¢ energ¨ªa del mar Caspio (desde Azerbaiy¨¢n) a trav¨¦s de Turqu¨ªa y con Grecia como puerta de entrada en la UE. Grecia, Bulgaria y Ruman¨ªa han firmado tambi¨¦n un proyecto de conexi¨®n que facilite los tr¨¢nsitos.
El otro compromiso es financiero. El vicepresidente comunitario asegur¨® que el plan inversor de Juncker, que intenta atraer hasta 315.000 millones en inversiones a la UE, el presupuesto europeo para financiar interconexiones y la lista de proyectos de inter¨¦s com¨²n tendr¨¢n muy en cuenta a los pa¨ªses damnificados por el abandono de South Stream.
¡°La desaparici¨®n de South Stream da a la UE una oportunidad de acelerar la diversificaci¨®n de las fuentes de energ¨ªa de la UE y de aumentar la seguridad energ¨¦tica del bloque¡±, vaticina Judy Dempsey, de la casa de an¨¢lisis Carnegie. Como esta experta, muchos ven en la apresurada soluci¨®n al fiasco de South Stream una ventaja para el club comunitario y tambi¨¦n un alivio ¡ªaunque a largo plazo le pueda restar negocio¡ª para Gazprom, que no est¨¢ en la mejor coyuntura para afrontar una inversi¨®n de esa magnitud.
La duda reside en si todos estos remiendos lograr¨¢n apaciguar a los pa¨ªses afectados. Hungr¨ªa ya ha mostrado que, al menos en su caso, no ser¨¢ as¨ª. Tras culpar el domingo a Bruselas del fracaso del gasoducto con Rusia, el controvertido primer ministro h¨²ngaro, V¨ªktor Orb¨¢n, consider¨® ayer ¡°un error estrat¨¦gico para toda Europa¡± que el plan Juncker no financie un gasoducto norte-sur que conecte a Europa desde el mar B¨¢ltico a Croacia. El embrollo energ¨¦tico no ha hecho m¨¢s que empezar.
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