La indigencia sanitaria aflora en Grecia

La se?ora Despina, toda de negro como una viuda antigua, pide en el metro de Atenas ense?ando su carn¨¦ de identidad y unos certificados m¨¦dicos. ¡°Soy griega, hija de griego y tengo un hijo de seis a?os con par¨¢lisis cerebral. No tengo trabajo ni seguridad social, ni nadie que me ayude con el ni?o¡±. La mujer pasa ante un jubilado que se rasca el bolsillo y con una l¨¢grima empa?ada en cataratas musita: ¡°Estoy yo para que me ayuden pero¡­ ?se ve cada drama!¡±, mientras mueve la cabeza en se?al de impotencia. La escena se produjo este s¨¢bado a mediod¨ªa, en la l¨ªnea 1, en direcci¨®n al Pireo.

El de Despina es un caso extremo, pero representativo de c¨®mo la crisis econ¨®mica y las pol¨ªticas de austeridad han arrasado el sistema p¨²blico de salud. No s¨®lo porque su hijo no pueda asistir a un centro especializado, sino porque, como parada de larga duraci¨®n (como el 70% de los 1,3 millones de griegos sin empleo), se ha quedado sin seguro m¨¦dico, aunque desde junio pasado ¡ªen vista del drama que supone la existencia de tres millones de personas sin cobertura sanitaria, sumados los aut¨®nomos que no pueden costearse una iguala¡ª, el sistema los readmite en casos de urgencia o les procura determinados medicamentos.

El ¨²ltimo informe de la OCDE sobre la materia, Health at a glance: Europe 2014, constata un panorama desolador en comparaci¨®n con los otros 34 pa¨ªses evaluados. Desde 2009 Grecia ha visto reducirse en un 9% al a?o el gasto sanitario per c¨¢pita; as¨ª, en 2012, era un 25% m¨¢s bajo que tres a?os antes. El efecto m¨¢s perverso es que el enorme tijeretazo al presupuesto de atenci¨®n ambulatoria y farmac¨¦utica ha disparado el de la atenci¨®n hospitalaria, que represent¨® casi la mitad del gasto sanitario total en 2012. Grecia cerr¨® en febrero la mayor¨ªa de las policl¨ªnicas de atenci¨®n primaria por mor de los ajustes exigidos por la troika (FMI, BCE y Comisi¨®n Europea). El sistema impone el pago de 10 euros por una consulta, y, pese al copago, hay una abultada lista de medicamentos imposibles de encontrar; desde 2009 el gasto farmac¨¦utico ha ca¨ªdo m¨¢s del 12% al a?o.

As¨ª que la medida de readmitir a los excluidos sanitarios en casos de urgencia arranca una mueca de escepticismo en Kostas Lukos, portavoz de la cl¨ªnica social Kifa, en el centro de Atenas. ¡°Est¨¢ muy bien que los admitan, pero si no van a tener medios para tratarlos o medicinas¡­ De hecho muchos hospitales p¨²blicos recurren a nosotros en demanda de medicamentos que ellos no tienen¡±.

"Veinte a?os cotizando para nada, para morir en la calle"

Como el resto de trabajadores de Kifa ¡ªuna veintena de m¨¦dicos especialistas, algunos en activo y otros jubilados; los farmac¨¦uticos y los administrativos¡ª, Lukos tambi¨¦n es voluntario. El centro no cobra ni un euro por las consultas y desde que ech¨® a andar, en enero de 2013, ha atendido a casi 5.600 pacientes, realizado 2.000 an¨¢lisis y prescrito f¨¢rmacos a 2.500 personas, ¡°al 50% griegos y extranjeros¡±, subraya el portavoz mientras ense?a las consultas: la del psiquiatra (hay dos, uno de ellos especialista en psiquiatr¨ªa infantil ¡°porque la crisis est¨¢ afectando mucho a los ni?os¡±), la sala de peque?as intervenciones ambulatorias o ¡°la de tortura¡±, donde dos dentistas pueden trabajar a la vez gracias a sendos sillones ya que es una de las especialidades m¨¢s demandadas. La farmacia rebosa de medicamentos, ¡°todos ellos donados, muchos procedentes de ONG de pa¨ªses europeos, y algunos devueltos por familiares de fallecidos¡±.

Yorgos es el ¨²ltimo paciente del viernes. Ajado y macilento, representa muchos m¨¢s de los 48 a?os que tiene. En paro desde hace cuatro ¡ªy tres sin cobertura sanitaria¡ª, padece del coraz¨®n. ¡°Veinte a?os cotizando para nada, para morir en la calle. Si no fuera por esta cl¨ªnica ya no estar¨ªa aqu¨ª. Vine con prevenci¨®n, porque pensaba que no atender¨ªan bien, pero no pod¨ªa estar m¨¢s equivocado: es mucho mejor que la p¨²blica¡±, dice.?

Como la de Kifa, unas 40 cl¨ªnicas sociales se han creado en los ¨²ltimos a?os en Grecia, 12 de ellas en la periferia de Atenas, que concentra la mitad de poblaci¨®n del pa¨ªs (11 millones); la pionera, la de Ellinik¨®, ha atendido en tres a?os a 28.000 pacientes. Esta red social supone una v¨¢lvula de escape para un sistema a punto de reventar y que sobrevive ¡°gracias al pundonor de los trabajadores¡±, explica Meropi Mandeou, responsable de Neumolog¨ªa en el hospital Sotir¨ªa de Atenas. Las instalaciones son impecables, relucen de puro limpias, pero los rostros desencajados de m¨¦dicos y auxiliares en los boxes de urgencias delatan un estr¨¦s cronificado.

Unas 40 cl¨ªnicas sociales se han creado en los ¨²ltimos a?os en Grecia

¡°Trabajo como m¨¦dica desde hace 22 a?os, aqu¨ª llevo 16, y los ¨²ltimos tres o cuatro me los he pasado corriendo. No damos abasto por los recortes de personal, y si salen las cosas es por amor propio y profesionalidad. Falta personal, faltan f¨¢rmacos, falta material¡±, se queja Mandeou. ¡°Si contin¨²a la pol¨ªtica de austeridad, no s¨¦ qu¨¦ va a ser de la sanidad. Hay planes para cerrar los hospitales deficitarios y donde no haya personal suficiente, incluidos uno psiqui¨¢trico y cuatro de neumolog¨ªa¡±.

El colapso de la clase media, incluidos los aut¨®nomos ¡ªen los ¨²ltimos cinco a?os se han destruido en Grecia 140.000 pymes¡ª, ha creado una nueva clase de indigentes, los sanitarios. Panayota Masaveta, de 60 a?os, no tiene cobertura desde enero de 2013. ¡°Estoy enferma del coraz¨®n, sufro hipertensi¨®n y diabetes. Ten¨ªa una tienda de ropa pero cerr¨¦ por la crisis, se me acab¨® el paro y no puedo pagar los 3.500 euros al a?o del seguro privado. Como en un comedor municipal y voy al m¨¦dico una vez al mes a una cl¨ªnica social, pero a veces no tienen los medicamentos y lo paso mal. Mi hijo muri¨® de c¨¢ncer hace un a?o esperando un trasplante de h¨ªgado que nunca hubi¨¦ramos podido pagar¡±, cuenta.

Los enfermos oncol¨®gicos, los diab¨¦ticos y en general los cr¨®nicos son los casos m¨¢s dif¨ªciles, pues requieren los tratamientos m¨¢s prolongados y costosos. La cl¨ªnica de Ellinik¨®, que cuenta con un equipo m¨¦dico de 100 especialistas, trata a unos 150 pacientes oncol¨®gicos con medicamentos sobrantes de enfermos que han muerto y cuyas familias los regalan. O gracias a la ayuda desinteresada de colegas, en un trasvase fluido y solidario paralelo al sistema: ¡°Cada mi¨¦rcoles, nuestros pacientes en fase inicial reciben quimioterapia gratis en Sotir¨ªa, hasta un m¨¢ximo de dos a?os¡±, explica el cardi¨®logo Yorgos Vijas, fundador de Ellinik¨®, quien cifra en un promedio de ¡°10.000 a 15.000 euros el coste del tratamiento, de dos a seis a?os¡±. La situaci¨®n es tan perentoria que ¡°los enfermos de c¨¢ncer s¨®lo reciben tratamiento gratis [en el sistema p¨²blico] en la fase final de la enfermedad¡±, denunciaba en mayo Liana Mailli, presidenta de la ONG M¨¦dicos del Mundo.