El secuestro en una cafeter¨ªa de S¨ªdney causa tres muertos
La polic¨ªa confirma la muerte de Man Haron Monis, el asaltante radical de origen iran¨ª Cuatro personas m¨¢s han resultado heridas en el rescate
Polic¨ªas australianos con material de asalto entraron el lunes a las 2.45 de la ma?ana de S¨ªdney ¡ªlas 16.45 en la Espa?a peninsular¡ª en una cafeter¨ªa del centro financiero de la ciudad para terminar con el secuestro de 17 clientes y empleados, que hab¨ªan estado retenidos durante 16 horas por un hombre armado. A ¨²ltima hora de la noche del lunes, la polic¨ªa confirm¨® que al menos tres personas murieron en la operaci¨®n: una de ellas, el secuestrador; y otras dos, un hombre y una mujer usados como rehenes. Seis m¨¢s est¨¢n heridos, y un agente recibi¨® un disparo, pero su pron¨®stico es bueno.
El secuestrador, un ¡°lobo solitario¡±, seg¨²n la polic¨ªa, identificado como Man Haron Monis, australiano nacido en Ir¨¢n hace 50 a?os, hab¨ªa entrado a primera hora de la ma?ana en el Lindt Chocolate Caf¨¦ de Martin Place, la calle donde tienen su sede las grandes instituciones financieras del pa¨ªs. Retuvo a las personas que encontr¨® en el local y las oblig¨® a extender sobre el mostrador una bandera negra con la profesi¨®n de fe musulmana: ¡°No hay m¨¢s Dios que Al¨¢, y Mahoma es su profeta¡±.
Tras 16 horas de cerco, los cuerpos de seguridad se decidieron a irrumpir en el caf¨¦, despu¨¦s de que al menos cinco personas lo abandonasen en un momento de confusi¨®n. Desde el exterior se pudo ver a los agentes corriendo y se oyeron varias r¨¢fagas de disparos que iluminaron el interior del local. Tras alguna explosi¨®n, el resto de rehenes (unas siete personas), fueron saliendo con las manos en alto. Algunos fueron recogidos en camillas y asistidos por equipos m¨¦dicos, seg¨²n constataron periodistas de la agencia France Presse. A lo largo del d¨ªa, otros cinco rehenes ¡ªdos hombres y tres mujeres¡ª ya hab¨ªan salido del establecimiento. La polic¨ªa no confirm¨® si lo hicieron como resultado de las negociaciones o si tambi¨¦n consiguieron escapar. Pocos minutos despu¨¦s del asalto, la Polic¨ªa public¨® en su cuenta de Twitter que la crisis hab¨ªa terminado.
El pa¨ªs, un fiel aliado de Estados Unidos en la lucha contra el yihadismo y, por ello, uno de los blancos habituales de las amenazas de los terroristas del Estado Isl¨¢mico (EI), nunca hab¨ªa sufrido un atentado islamista en su territorio. Durante las primeras horas del secuestro, las autoridades dedicaron buena parte de los esfuerzos en contener el p¨¢nico entre los trabajadores del distrito financiero, al que miles de trabajadores acuden cada d¨ªa. El per¨ªmetro de seguridad alrededor de la cafeter¨ªa se fue ampliando a medida que avanzaba el d¨ªa, y centenares de personas fueron evacuadas.
La madrile?a Beatriz Justrib¨®, cuya oficina se encuentra cerca del lugar de los hechos, asegur¨® que la informaci¨®n iba llegando a cuentagotas. ¡°Primero nos dijeron que hab¨ªan entrado en un caf¨¦ pistola en mano, luego que nos qued¨¢ramos en la oficina¡±, explic¨®. Justrib¨® a?adi¨® que solo comenz¨® a ponerse nerviosa cuando la seguridad del edificio pidi¨® por megafon¨ªa que los trabajadores se alejaran de las ventanas. M¨¢s tarde, las autoridades obligaron a evacuar el edificio.
Andrew Scipione, el comisario jefe de Nueva Gales del Sur (el Estado australiano al que pertenece S¨ªdney), confirm¨® que la Polic¨ªa estaba negociando con el secuestrador, pero no quiso revelar cu¨¢les eran sus demandas. No se ha confirmado si el raptor pertenece a alg¨²n grupo terrorista o si actu¨® solo. Man Haron Monis fue imputado el a?o pasado por agresiones sexuales, y en 2012 un tribunal le conden¨® por enviar cartas ofensivas a los familiares de ocho soldados australianos que murieron en operaciones militares en Afganist¨¢n.
Durante la jornada, varios rehenes llamaron a tres medios de comunicaci¨®n locales y relataron a los periodistas que el secuestrador ped¨ªa hablar con el primer ministro australiano, Tony Abbott. Tambi¨¦n que le trajeran una bandera del Estado Islamico. En un contexto de alarma generalizada, algunos medios locales afirmaron tambi¨¦n que el secuestrador habr¨ªa revelado a trav¨¦s de los rehenes la presencia de cuatro bombas en el centro de la ciudad, dos de ellas en el interior del establecimiento. Para frenar la escalada de p¨¢nico, Mike Baird, el primer ministro de Nueva Gales del Sur, rechaz¨® las especulaciones y asegur¨® que el ¨²nico foco de preocupaci¨®n era la cafeter¨ªa. Unas horas despu¨¦s, el asalto policial termin¨® con el secuestro.
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