Jeremy Thorpe, un l¨ªder liberal que cay¨® en desgracia

¡°Puede usted marcharse¡±. Para cuando el juez Cantley, del vetusto tribunal criminal de Old Bailey, pronunci¨® el 22 de junio de 1979 esas tres palabras que daban fin al que los tabloides de Londres llamaron ¡°el juicio del siglo¡±, la carrera de Jeremy Thorpe, uno de los pol¨ªticos m¨¢s destacados de su generaci¨®n, fallecido el pasado 4 de diciembre a los 85 a?os, estaba ya acabada.

El expol¨ªtico liberal no perdi¨® la flema brit¨¢nica ni cuando se anunci¨® el veredicto que les exculpaba a ¨¦l y a otros dos hombres de ¡°conspiraci¨®n para asesinar a Norman Scott¡±, un exmodelo. El pol¨ªtico se fundi¨® en un abrazo con su esposa ¡ªque no le abandon¨® ni un momento¡ª, bes¨® a su madre y arroj¨® al aire los cojines sobre los que hab¨ªa apoyado sus posaderas durante los 31 d¨ªas de juicio, antes de abandonar el banquillo y salir del tribunal por la puerta de atr¨¢s, sorteando la nube de reporteros que le esperaban.

Thorpe hab¨ªa rescatado casi de la extinci¨®n al Partido Liberal (que en 1988 se unir¨ªa con el Social Dem¨®crata para formar el Partido Liberal Dem¨®crata, que gobierna hoy Reino Unido en coalici¨®n con los conservadores). Gan¨® por primera vez su esca?o en 1959, a los 30 a?os, y lo mantuvo durante 20 a?os m¨¢s, hasta que lleg¨® el juicio. Se convirti¨® en l¨ªder del partido en 1967 y a principios de los setenta protagoniz¨® una serie de importantes victorias en elecciones parciales. En las generales de 1974, los liberales obtuvieron el 19,3% de los votos ¡ªaunque el sistema electoral lo tradujo en solo 14 esca?os¡ª, m¨¢s del doble del apoyo que ten¨ªan cuando Thorpe asumi¨® el liderazgo. Incapaz de formar una mayor¨ªa, el primer ministro tory Edward Heath propuso entonces a Thorpe entrar en un Gobierno de coalici¨®n. Pero el partido no apoy¨® a Thorpe y los planes de coalici¨®n fracasaron, dejando v¨ªa libre a un Gobierno en minor¨ªa del laborista Harold Wilson.

Estiloso y dandi, seductor en p¨²blico y algo vanidoso, Thorpe fue un convencido europe¨ªsta a quien un abogado defini¨® como un hombre tan dotado por la naturaleza que ¡°hasta ten¨ªa tendencias homosexuales¡±. Abandon¨® el liderazgo del partido en 1976 pero se sent¨® tres a?os m¨¢s en los Comunes, que no fueron los m¨¢s felices de su carrera. Tuvo que vivir rodeado de rumores y acusado por Norman Scott de haber iniciado una conspiraci¨®n para desembarazarse de ¨¦l, cuando se dio cuenta de que sus pretendidas relaciones sexuales (supuestamente mantenidas en los a?os sesenta, cuando la homosexualidad era ilegal en Reino Unido) pod¨ªan poner en peligro su carrera pol¨ªtica. A Thorpe se le acus¨® de contratar a un expiloto comercial, Andrew Newton, para asesinar a Scott. A quien mat¨® Newton de un disparo aquel d¨ªa de 1975 en el parque nacional de Exmoor fue a Rinka, el gran dan¨¦s de Scott. Pero con aquel perro se fue tambi¨¦n la carrera de un hombre llamado a ser uno de los pol¨ªticos brit¨¢nicos m¨¢s grandes despu¨¦s de la Segunda Guerra Mundial.