¡°Me hizo su mujer a la fuerza¡±
Amnist¨ªa Internacional denuncia las violaciones y la esclavitud sexual de cientos de mujeres y ni?as yazid¨ªes a manos del Estado Isl¨¢mico
¡°Me hizo su mujer a la fuerza. Le dije que no quer¨ªa e intent¨¦ resistirme, pero me golpe¨®. Sangraba por la nariz, no pude hacer nada para frenarle¡±, cuenta Randa, de 16 a?os, una de las centenares de mujeres y ni?as yazid¨ªes violadas y esclavizadas por las huestes del Estado Isl¨¢mico (EI). Su testimonio forma parte de un informe de Amnist¨ªa Internacional (AI) que documenta c¨®mo el EI se ha ¡°ensa?ado con la minor¨ªa yazid¨ª, y en especial con sus mujeres y ni?os¡±. Para esa organizaci¨®n, los abusos ¡°constituyen cr¨ªmenes contra la humanidad¡±.
Randa fue secuestrada en su aldea, al sur del Monte Sinjar, junto a sus padres, hermanos y otros parientes. Su padre fue asesinado con otros varones de la familia. Su madre que estaba embarazada, dio a luz en cautividad y contin¨²a retenida junto a varias decenas de mujeres y ni?os. Ella fue vendida o regalada a un hombre que le doblaba la edad, pero logr¨® escapar y ahora se pregunta si volver¨¢ a verles.
Los yazid¨ªes son un grupo etnoreligioso de cultura y habla kurdas, cuyas creencias se remontan al zoroastrismo, que han sido v¨ªctimas de un prejuicio popular que les considera adoradores del diablo por su veneraci¨®n al ¨¢ngel ca¨ªdo. La mitad de sus estimados medio mill¨®n de seguidores viven en el norte de Irak, sobre todo en torno al Monte Sinjar, su tierra ancestral. Desde que el EI se hizo con el control de Mosul el pasado junio, esa minor¨ªa esot¨¦rica se convirti¨® en objeto de su ensa?amiento.
¡°Cientos de mujeres y ni?as yazid¨ªes han visto sus vidas destrozadas por los horrores de la violencia sexual y la esclavitud sexual bajo cautiverio del EI¡±, manifiesta Donatella Rovera, asesora general de Respuesta a la Crisis de AI. Rovera ha hablado con medio centenar de excautivas para el informe Huir del infierno. Tortura y esclavitud sexual bajo el cautiverio del Estado Isl¨¢mico en Irak. Amnist¨ªa pide que se les facilite apoyo psicol¨®gico, adem¨¢s de la ayuda humanitaria de emergencia.
A la crueldad de los abusos se une adem¨¢s el estigma que conllevan en una sociedad patriarcal donde el honor de la familia gira en torno a la virginidad de sus mujeres solteras. La desesperaci¨®n ha llevado a muchas secuestradas a intentar suicidarse, seg¨²n han contado alguna de las que han logrado escapar.
¡°?ramos 21 chicas en una habitaci¨®n, dos de ellas de apenas 10 ¨® 12 a?os. Un d¨ªa nos dieron ropa que parec¨ªa como de baile y nos dijeron que nos ba?¨¢ramos y nos la pusi¨¦ramos. Jilan se cort¨® las mu?ecas y se colg¨®. Era muy guapa. Creo que sab¨ªa que se la iba a llevar un hombre y prefiri¨® morir¡±, relat¨® a AI una joven de 20 a?os identificada como Luna y confirmaron otras dos muchachas.
El EI no trata de negar o esconder sus delitos. Al contrario, se ufana de ellos en v¨ªdeos y comunicados que difunde a trav¨¦s de las redes sociales. En uno bastante representativo de la falta de humanidad de sus seguidores, se ve a varios milicianos armados y babeando ante la posibilidad de hacerse con una esclava para dar rienda a sus instintos sexuales. ¡°Una de ojos azules vale el doble¡±, le dice uno a otro sin ning¨²n pudor.
Sus dirigentes incluso han intentado legitimar esos ¡°mercados de esclavas¡± buscando oscuros pasajes en los textos isl¨¢micos. ¡°Antes de que Sat¨¢n siembre dudas entre los d¨¦biles de esp¨ªritu, uno debiera recordar que esclavizar a las familias de los infieles y tomar sus mujeres como concubinas es un aspecto firmemente establecido en la Shar¨ªa¡±, afirmaba uno de sus recientes panfletos.
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