De las caricaturas de Mahoma a la del Brillante Camarada
El debate sobre los l¨ªmites de la libertad de expresi¨®n salta a la cultura popular
El estreno, el d¨ªa de Navidad, de The interview (La entrevista), la s¨¢tira del dictador norcoreano Kim Jong-un, se ha celebrado como un triunfo de la libertad de expresi¨®n, un desaf¨ªo a la amenaza de represalias por ofender al llamado Brillante Camarada. La pel¨ªcula, una comedia de sal gorda protagonizada por Seth Rogen y James Franco, se estren¨® en unos 300 cines alternativos por todo Estados Unidos y puede descargarse en Internet. En su primer d¨ªa hizo una taquilla de un mill¨®n de d¨®lares, seg¨²n Sony Pictures.
En los d¨ªas que EE UU normalizaba las relaciones con Cuba, uno de los vestigios de la Guerra Fr¨ªa, el incidente con Sony recuerda al mundo que en Asia la Guerra Fr¨ªa sigue viva. Los ataques inform¨¢ticos contra la multinacional tambi¨¦n recuerdan que, en la era de la ciberguerra ¡ªo el ¡°cibervandalismo¡±, como lo defini¨® el presidente Barack Obama¡ª, la primera potencia y su industria m¨¢s universal, Hollywood, son vulnerables.
El debate sobre los l¨ªmites de la libertad de expresi¨®n no es nuevo. Ahora llega a Hollywood y a la cultura popular. La fetua del im¨¢n Jomeini en 1988 contra el escritor Salman Rushdie por su novela Los versos sat¨¢nicos fue uno de los primeros casos con ecos globales de intimidaci¨®n por una supuesta ofensa religiosa. En 2005, la publicaci¨®n en el diario dan¨¦s Jyllands Posten de unas caricaturas de Mahoma desat¨® protestas en pa¨ªses de mayor¨ªa musulmana y abri¨® una discusi¨®n: ?deben los medios, los artistas, abstenerse de ofender a colectivos o personas para evitar represalias?
Las diferencias entre las caricaturas de Mahoma en el Jyllands Posten y la caricatura de Kim en La entrevista van desde el objetivo de la s¨¢tira a la reacci¨®n de los ofendidos. En 2005, el objetivo era el islamismo violento. Y el contexto era el de una Europa con minor¨ªas musulmanas y episodios de tensi¨®n con la mayor¨ªa aut¨®ctona.
Esta vez es distinto. El objetivo de la s¨¢tira es un aut¨®crata en un pa¨ªs lejano, sin conexiones culturales con el mundo desarrollado. No hay comunidades norcoreanas en EE UU y Europa. El miedo de quienes esta semana estrenaron la pel¨ªcula no era tanto a atentados como a ciberataques como los que en las ¨²ltimas semanas ha sufrido Sony.
Flemming Rose acaba de publicar en EE UU The tyranny of silence (La tiran¨ªa del silencio), un ensayo sobre los l¨ªmites a la libertad de expresi¨®n en los pa¨ªses occidentales. Rose fue el responsable, como jefe de Cultura del Jyllands Posten, de la publicaci¨®n de las caricaturas de Mahoma. Desaprueba la decisi¨®n de Sony, la semana pasada, de retirar la pel¨ªcula, decisi¨®n corregida parcialmente al estrenarse ahora en los 300 cines independientes y en Internet.
¡°Puedes decir que Sony es una corporaci¨®n de entretenimiento y est¨¢n en el negocio para hacer dinero. Por tanto, deben decidir en funci¨®n del negocio, y no de acuerdo con su responsabilidad ante el p¨²blico como un medio de comunicaci¨®n que se ve a s¨ª mismo como una instituci¨®n que defiende un bien p¨²blico¡±, dice Rose en una entrevista por tel¨¦fono. Pero a?ade: ¡°Sin la libertad de expresi¨®n Sony no ser¨ªa capaz de hacer muchas de las pel¨ªculas que est¨¢ haciendo. Si operase en un ¨¢mbito como el de Corea del Norte, dir¨ªa que quiz¨¢ el 90% de sus pel¨ªculas no podr¨ªan producirse. As¨ª que desde un punto de vista del negocio Sony tambi¨¦n se beneficia de la libertad de expresi¨®n¡±.
Que finalmente Sony haya difundido La entrevista es digno de aplauso, seg¨²n Rose. Demuestra, en su opini¨®n, que la realidad de la globalizaci¨®n impide calcular los efectos. Lo que apaciguar¨ªa al l¨ªder de Corea del Norte ¡ªretirar la pel¨ªcula de circulaci¨®n¡ª merece los reproches del presidente de EE UU y puede perjudicar a la multinacional en el mercado norteamericano.
Despu¨¦s de publicarse las caricaturas de Mahoma, el discurso de la mayor¨ªa de l¨ªderes europeos y del entonces presidente de EE UU, George W. Bush, fue ambiguo: defendieron la libertad de prensa pero resaltaron las responsabilidades que esa libertad conlleva. El periodista dan¨¦s recuerda que, como ahora, las amenazas no resultaron efectivas del todo. ¡°Dir¨ªa que en un 60% de pa¨ªses europeos hubo grandes diarios que republicaron las caricaturas¡±, recuerda.
Rose no es optimista. Ve una tendencia hacia la autocensura incluso en EE UU, donde la Primera Enmienda garantiza la prevalencia de la libertad de prensa. ¡°Me preocupa lo que ocurre en los campus de Estados Unidos y Reino Unido¡±, dice. Menciona los debates, en universidades norteamericanas, sobre la necesidad de alertar a los alumnos de que obras como El gran Gatsby o Las aventuras de Huckleberry Finn contienen pasajes que algunos alumnos pueden considerar mis¨®ginos o racistas y, por tanto, ofensivos.
Rose sostiene en su libro que en una democracia no deber¨ªa existir el derecho a no ser ofendido. ¡°Cuando celebras la diversidad cultural y religiosa, tambi¨¦n debes celebrar la diversidad a la hora de expresarte¡±, dice. ¡°Pero vamos en sentido contrario. Queremos tener m¨¢s diversidad cultural pero al mismo tiempo tendremos menos diversidad de expresi¨®n. Cuando [el cineasta holand¨¦s] Theo Van Gogh fue asesinado, el ministro de Cultura de Holanda dijo que si las leyes sobre los discursos del odio hubiesen sido m¨¢s duras y las obras de Van Gogh se hubieran prohibido, seguir¨ªa vivo¡±.
El triunfo de la libertad de expresi¨®n en el caso de la s¨¢tira sobre el dictador norcoreano ha sido a medias. Las amenazas no han impedido que quien lo desee pueda ver la pel¨ªcula en EE UU, en salas u online. Pero los 3.000 cines comerciales que deb¨ªan estrenar La entrevista no lo han hecho. En el futuro, antes de invertir en un proyecto que pueda ofender a un pol¨ªtico o un colectivo se lo pensar¨¢n.?
Vetado el filme ¡®Exodus¡¯
Las autoridades de Egipto y Marruecos han prohibido el estreno de la pel¨ªcula Exodus: dioses y reyes, dirigida por Ridley Scott y protagonizada por Christian Bale. El filme narra la rebeli¨®n del profeta Mois¨¦s frente al fara¨®n Rams¨¦s y la liberaci¨®n de centenares de miles de esclavos jud¨ªos. El Gobierno egipcio ha justificado su decisi¨®n por el hecho de que la producci¨®n de Hollywood contiene ¡°falacias hist¨®ricas¡±. En concreto, la Oficina de la Censura ha criticado el hecho de que se muestre a los esclavos jud¨ªos construyendo las pir¨¢mides y la gran esfinge, pues sus responsables aseguran que est¨¢ probado que ¨¦stas fueron erigidas siglos antes. Asimismo, ha censurado que las aguas del mar Rojo se abran ante Mois¨¦s ¡ªtambi¨¦n un profeta para el islam¡ª tras un terremoto, poniendo en duda que fuera un milagro divino.
La proyecci¨®n del filme en Marruecos fue prohibida unas horas antes de su estreno el 24 de diciembre, seg¨²n la revista Tel Quel. El responsable de un cine de Casablanca declar¨® a la publicaci¨®n haber recibido ¡°amenazas¡± del Centro Cinematogr¨¢fico Marroqu¨ª (CCM). La decisi¨®n fue acogida con sorpresa por los distribuidores, pues contaban con todos los permisos. No obstante, seg¨²n la agencia Efe, la pel¨ªcula ya se puede encontrar en el mercado negro. La producci¨®n del filme cont¨® con un presupuesto de 115 millones de euros y se estren¨® en Espa?a el 5 de diciembre.
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