Autocracia y conspiraciones
Turqu¨ªa es hoy el pa¨ªs del mundo con m¨¢s periodistas encarcelados
La obsesi¨®n conspirativa de Erdogan desde la gran movilizaci¨®n ciudadana contra su descabellado proyecto de construir en el parque de Gezi ¡ªel verdadero pulm¨®n verde de Estambul¡ª una mezquita, un cuartel neootomano y, c¨®mo no, un nuevo centro comercial de lujo se ha intensificado en los dos ¨²ltimos a?os hasta los l¨ªmites del delirio. La supuesta persecuci¨®n de que es objeto a partir de la divulgaci¨®n de las escuchas grabadas que destapaban la corrupci¨®n reinante en su entorno m¨¢s pr¨®ximo ¡ªlos gigantescos proyectos inmobiliarios otorgados a dedo a los promotores y empresarios afines al poder¡ª desencaden¨® una purga sin precedentes en la judicatura y medios policiales tenidos por favorables a su exaliado el im¨¢n Fetul¨¢ G¨¹len, redada que culmin¨® un a?o despu¨¦s con la orden de detenci¨®n contra este, acusado de dirigir una ¡°organizaci¨®n terrorista armada¡± cuyo objetivo ser¨ªa derrocar el Gobierno del AKP, el Partido de la Justicia y Desarrollo que ¨¦l dirige y ocupa el poder desde 2002.
Dichas acusaciones poco cre¨ªbles ¡ªmuy parecidas por cierto a las de Al Sisi contra los Hermanos Musulmanes egipcios, tildados tambi¨¦n de ¡°organizaci¨®n terrorista¡±, han sido acompa?ados de una vasta redada de periodistas y directivos del popular canal de televisi¨®n Samanyolu y del diario Zaman destinados a amordazar a los medios informativos cr¨ªticos con el AKP. Seg¨²n las organizaciones que registran los atentados a la libertad de opini¨®n, Turqu¨ªa es hoy el pa¨ªs con el mayor n¨²mero de periodistas encarcelados del mundo, un r¨¦cord del que dif¨ªcilmente podr¨¢ enorgullecerse. A estas purgas de los medios juzgados hostiles habr¨ªa que a?adir las trabas al acceso a Internet por su difusi¨®n de noticias presuntamente nocivas a los intereses y principios del nuevo padre de los turcos.
Mientras Erdogan multiplica sus intervenciones pintorescas sobre el estatus hogare?o de la mujer ¡ªsus palabras me recuerdan las de Pilar Primo de Rivera a la Secci¨®n Femenina de la Falange¡ª y se construye un grandioso palacio de mil habitaciones digno de un sult¨¢n pero sin el genio, ay, de los grandes arquitectos otomanos, la conspirativitis le lleva a considerar toda cr¨ªtica a su autoritarismo y culto de la personalidad como una ¡°conjura con ramificaciones en el exterior¡± tal como ocurr¨ªa en Espa?a en tiempos de Franco.
En 1962 me vi envuelto en un tenebroso ¡°c¨®ctel molotov contra Espa?a¡± por la mera presentaci¨®n en Italia de un filme sobre la emigraci¨®n en el que se evocaba la miseria reinante en Almer¨ªa y barrios de chabolas de Barcelona y fui objeto de una campa?a de insultos y calumnias muy similar a la que hoy se dirige contra mi amigo el gran novelista Orhan Pamuk presentado tambi¨¦n como el instrumento de un ¡°lobby literario internacional¡± mediante el procedimiento de achacar sus bien asentados reparos a una pol¨ªtica cada vez m¨¢s alejada de las pr¨¢cticas democr¨¢ticas a las maquinaciones e intrigas de una entidad fantasmal al servicio de los enemigos de la naci¨®n.
El canje de funciones entre Erdogan y su alter ego de turno al albur del calendario electoral, tan semejante al de Putin en Rusia, invita a un sugestivo paralelismo entre ambos l¨ªderes. El de la vuelta a los viejos s¨ªmbolos y valores-refugio del zarismo y el sultanato en virtud del recurso a las tradiciones salv¨ªficas del pasado y la atribuci¨®n de su p¨¦rdida a las fuerzas mal¨¦ficas del enemigo: el decadentismo occidental opuesto a la integridad del alma rusa en un caso y a Lawrence de Arabia (?o Peter O¡¯Tole?), culpable de la desmembraci¨®n y ca¨ªda del Imperio Otomano seg¨²n Erdogan.
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