China, Latinoam¨¦rica y el fin del auge de las materias primas
Las reuniones CELAC-China en Pek¨ªn abordan la evoluci¨®n de sus relaciones a partir de ahora
Hace una d¨¦cada, el comercio de Latinoam¨¦rica con China se dispar¨® como consecuencia del aumento de la demanda de materias primas sudamericanas en el pa¨ªs asi¨¢tico. Para proveer a la industria y los consumidores, el cobre chileno, el hierro brasile?o, la soja argentina y el petr¨®leo venezolano empezaron a llegar a China en cantidades cada vez mayores y a precios cada vez m¨¢s elevados. Los diplom¨¢ticos chinos elogiaron este despegue del comercio como ejemplo crucial del compromiso de China con los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo, una relaci¨®n Sur-Sur beneficiosa para todos. A pesar de cierta preocupaci¨®n por la posibilidad de que se repitieran los ciclos hist¨®ricos de expansi¨®n seguida de colapso, casi todos los gobiernos y l¨ªderes empresariales en los pa¨ªses de Latinoam¨¦rica decidieron aprovechar el ¡°superciclo¡± el mayor tiempo posible.
Sin embargo, con la desaceleraci¨®n de la econom¨ªa china y la llegada de nuevos suministros a los mercados mundiales, el auge de las materias primas se ha terminado y los precios del hierro, el cobre, la soja y, en especial, el petr¨®leo, han ca¨ªdo a sus niveles m¨¢s bajos desde la crisis financiera. A corto plazo, el fin del auge y la ca¨ªda de los precios de las materias primas beneficiar¨¢n sobre todo a China y perjudicar¨¢n a grandes franjas de Latinoam¨¦rica, pero tambi¨¦n pueden ofrecer una oportunidad para que las relaciones entre las dos partes sean m¨¢s sostenibles y duraderas.
El pa¨ªs que mejor expresa la necesidad de transformar esta relaci¨®n basada en las materias primas es Venezuela. La espectacular ca¨ªda de los precios mundiales del petr¨®leo est¨¢ teniendo enormes repercusiones para ambas econom¨ªas: es un desastre para Venezuela, que depende de las exportaciones, y una inesperada ventaja para China, que depende de las importaciones. Sin embargo, durante los ¨²ltimos 15 a?os, los dos pa¨ªses han establecido una relaci¨®n especial que consiste en que China proporciona decenas de miles de millones en pr¨¦stamos a cambio del suministro de petr¨®leo a largo plazo. El hecho de ser la principal fuente de financiaci¨®n externa de Venezuela deja a China en una posici¨®n muy inc¨®moda, porque los problemas venezolanos, cada vez m¨¢s graves, se han convertido tambi¨¦n en problemas suyos.
Con ca¨ªdas diarias del precio del petr¨®leo, Nicol¨¢s Maduro acaba de llegar a Pek¨ªn en medio de rumores de una nueva serie de pr¨¦stamos por petr¨®leo por valor de miles de millones de d¨®lares. Tanto para China como para Venezuela, un acuerdo de ese tipo en estos momentos solo servir¨ªa para empeorar la relaci¨®n ya disfuncional entre los dos pa¨ªses y ofrecer¨ªa escasas posibilidades de resolver ninguno de los problemas fundamentales del sistema econ¨®mico y pol¨ªtico de Venezuela.
Para otras econom¨ªas latinoamericanas, en especial las del Cono Sur y Los Andes, que tambi¨¦n dependen cada vez m¨¢s de las exportaciones de materias primas a China, la ca¨ªda de los precios no es una amenaza tan vital como para Venezuela, pero la din¨¢mica ser¨¢ la misma: las empresas y los gobiernos de los pa¨ªses exportadores tendr¨¢n que apretarse el cintur¨®n y las empresas chinas saldr¨¢n beneficiadas. Como consecuencia, es posible que el fin del auge de las materias primas genere mayores cr¨ªticas de los l¨ªderes pol¨ªticos y empresariales de los pa¨ªses sudamericanos hacia China, y los diplom¨¢ticos chinos tendr¨¢n dificultades para seguir promoviendo las ventajas de los v¨ªnculos comerciales Sur-Sur.
Ahora bien, esos obst¨¢culos pueden ofrecer tambi¨¦n una oportunidad para establecer unas prioridades que vayan ¡°m¨¢s all¨¢ de la complementariedad¡± en las relaciones entre Latinoam¨¦rica y China, un proyecto que mencion¨® por primera vez Dilma Rousseff cuando lleg¨® al poder en 2011. Las reuniones del Foro CELAC-China que se celebran esta semana en Pek¨ªn pueden ser una manera de abordar la cuesti¨®n de c¨®mo deber¨ªan evolucionar esas relaciones a partir de ahora. El auge de las materias primas no ha sido una burbuja que haya estallado, y no cabe duda de que sus exportaciones seguir¨¢n siendo la base de las relaciones comerciales. Pero la dependencia que han llegado a tener algunos exportadores latinoamericanos respecto a los altibajos de la demanda china --para no hablar de la competencia que representan las importaciones de productos chinos-- ha vuelto a despertar inquietudes y debates hist¨®ricos sobre las pol¨ªticas y los modelos de desarrollo en toda la regi¨®n.
Una vez m¨¢s, Venezuela constituye un caso extremo de dependencia de las materias primas. El Foro CELAC-China puede ser un buen lugar para que China y los vecinos de Venezuela discutan c¨®mo apoyar al pa¨ªs para que emprenda una senda menos autodestructiva. Lo quiera o no, China est¨¢ en la nada envidiable posici¨®n de ser la principal fuente de financiaci¨®n externa de Venezuela, y le interesa lograr que no se produzca una descomposici¨®n ca¨®tica irreversible.
Para el resto de Latinoam¨¦rica, superar la complementariedad no ser¨¢ f¨¢cil, y ser¨¢n en gran parte las empresas y los dirigentes pol¨ªticos de la regi¨®n quienes tendr¨¢n que comprender mejor y adaptarse a los cambios importantes que est¨¢ experimentando el propio modelo de desarrollo chino. Pero esos cambios permitir¨¢n tambi¨¦n establecer posibles nuevas formas de cooperaci¨®n. En el aspecto econ¨®mico, a medida que China trate de crear un modelo de desarrollo m¨¢s sostenible, orientado hacia el consumo, deber¨ªan surgir nuevas posibilidades para que las empresas latinoamericanas imaginativas suministren bienes y servicios, al margen de las materias primas, a la nueva clase media urbana en China.
Al mismo tiempo, la preocupaci¨®n de China por evitar la ¡°trampa de la renta media¡± deber¨ªa abrir puertas al di¨¢logo con sus hom¨®logos latinoamericanos con el fin de debatir problemas de desarrollo comunes --por ejemplo, c¨®mo fomentar en los pa¨ªses de rentas medias las colaboraciones entre el sector p¨²blico y el privado para administrar los sistemas educativos y de pensiones-- y afrontar la inquietud com¨²n sobre la corrupci¨®n y la sustentabilidad medioambiental. Si las dos partes son capaces de aprovechar esas oportunidades, es posible que el fin del auge de las materias primas deje paso a una segunda d¨¦cada de relaciones Am¨¦rica Latina-China con una base m¨¢s s¨®lida que la anterior.
Matt Ferchen es investigador residente en el Carnegie-Tsinghua Center for Global Policy en Pek¨ªn. Twitter @MattFerchen | Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia
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