La UE busca cerrar los agujeros de la libre circulaci¨®n
Los Veintiocho planean introducir m¨¢s controles en el espacio Schengen
El espacio Schengen, una extensi¨®n de 26 pa¨ªses europeos en los que se puede circular sin pasaporte ni visado, se enfrenta a una revisi¨®n. Acuciados por el fen¨®meno de los yihadistas europeos que viajan a Siria e Irak para enrolarse en el conflicto de esos territorios, los Veintiocho llevan meses abogando por establecer mayores controles en las fronteras para detectar a estos combatientes extranjeros. Los atentados de Francia han acelerado el proceso, que formar¨¢ parte de la nueva estrategia antiterrorista europea anunciada esta semana por el presidente de la Comisi¨®n Europea, Jean-Claude Juncker.
Es la segunda vez que Francia pone a prueba las costuras de Schengen. En 2011 Par¨ªs suspendi¨® temporalmente el tr¨¢fico de trenes con Italia alegando que recib¨ªa una marea de inmigrantes llegados a las costas italianas por la primavera ¨¢rabe. Bruselas aval¨® la decisi¨®n francesa.
Salvo en esos casos excepcionales, ning¨²n dirigente europeo defiende seriamente reinstaurar las fronteras interiores. Su desaparici¨®n, desde 1985, ha sido fuente de prosperidad, as¨ª como de un mejor control de las fronteras exteriores de la UE porque los pa¨ªses miembros est¨¢n obligados a reforzarlas y a aumentar la cooperaci¨®n policial. La prueba es que a los 22 pa¨ªses comunitarios que integran Schengen (todos menos Reino Unido e Irlanda, que no lo desean, y Ruman¨ªa, Bulgaria, Chipre y Croacia, que esperan turno) se suman cuatro ajenos a la UE (Suiza, Noruega, Islandia y Liechtenstein). Esa valiosa informaci¨®n de fronteras nutre una rica base de datos, de nombre SIS, a la que tambi¨¦n accede, con condiciones, el propio Reino Unido porque le interesa como herramienta antiterrorista.
Lo que intentan los pa¨ªses comunitarios, ante las nuevas amenazas, es establecer m¨¢s controles sin tener que cambiar las reglas. ¡°Schengen ofrece m¨¢s posibilidades de lo que parece¡±, insisten fuentes de la Comisi¨®n y de los Estados miembros. Ese marco impide controlar sistem¨¢ticamente a los ciudadanos que integran ese espacio ¡ªpor ejemplo, a los espa?oles que ingresen en el ¨¢rea de libre tr¨¢nsito procedentes de Turqu¨ªa¡ª, pero s¨ª permite reforzar los controles en casos considerados de riesgo. Siguiendo con el ejemplo turco, si las autoridades concluyen que los vuelos provenientes de ese pa¨ªs entra?an peligro porque la mayor parte de los combatientes extranjeros van y vienen de Siria por all¨ª, se podr¨ªa controlar la documentaci¨®n ¡ªy cotejarla con los ficheros policiales¡ª de todos los viajeros, europeos o no.
La propuesta tiene el respaldo de muchos pa¨ªses, entre ellos Alemania, pero las dificultades para activarla pueden derivar m¨¢s de razones t¨¦cnicas que pol¨ªticas. Porque controlar mejor requiere disponer de personal suficiente y de tecnolog¨ªas adecuadas. La alternativa son las interminables colas en los aeropuertos de las que los europeos se han olvidado.
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