Guerra santa en la cuna del laicismo
Francia llama a un rearme ideol¨®gico frente a la amenaza del terror yihadista para defender la democracia. La sociedad busca los fallos de su modelo social
Quinientos a?os despu¨¦s de las guerras de religi¨®n, el fanatismo religioso ha atacado en el pa¨ªs de la laicidad al s¨ªmbolo de un valor franc¨¦s y, por extensi¨®n, europeo: la libertad de expresi¨®n y la libertad religiosa. El desconcierto a la hora de analizar lo ocurrido es general. Con las comunidades m¨¢s numerosas de Europa de musulmanes y jud¨ªos y un aumento de la islamofobia y el antisemitismo, Francia ha conocido con brutalidad la dimensi¨®n del desaf¨ªo y se pregunta por su modelo de sociedad, capaz de engendrar monstruos como Mohamed Merah, que mat¨® a siete personas en 2012 en Toulouse, como Mehdi Nemmouche, que mat¨® a cuatro en el museo jud¨ªo de Bruselas el a?o pasado, o como los tres terroristas de Par¨ªs.
Los hermanos Ch¨¦fir y Said Kouachi atentaron el mi¨¦rcoles pasado contra Charlie Hebdo en nombre de Al¨¢ para vengar al profeta y Amedy Coulibaly atac¨® el jueves un comercio de comida kosher porque los jud¨ªos eran su objetivo. Los l¨ªderes religiosos musulmanes han condenado firmemente las matanzas y se han unido al presidente de la Rep¨²blica, Fran?ois Hollande, en su llamamiento a no confundir al radicalismo religioso con la religi¨®n musulmana. Pero no todas las reacciones est¨¢n en esa l¨ªnea. ¡°Los musulmanes tienen que resolver sus problemas internos de valores y representaci¨®n como lo hizo el catolicismo durante la Inquisici¨®n¡±, se ha atrevido a reclamar la exministra de Justicia Rachida Dati, de origen magreb¨ª ante los micr¨®fonos de France Inter.
¡°Les hacen creer que son superiores¡±
La exclusi¨®n social es una realidad que afectaba gravemente a los tres terroristas abatidos por la polic¨ªa francesa en la tarde del viernes en Par¨ªs. La antrop¨®loga Dounia Bouzar es una especialista en los procesos de radicalizaci¨®n de yihadistas franceses. Dirige el Centro de Prevenci¨®n de Derivas Sectarias relacionadas con el islam y ha tratado a decenas de familias francesas afectadas por este fen¨®meno. Bouzar confirma que los tres terroristas responden al perfil cl¨¢sico, ¡°personas fr¨¢giles a nivel social y familiar¡±. Los hermanos Said y Ch¨¦rif Kouachi quedaron hu¨¦rfanos muy pronto, abandonaron tempranamente la escuela y no ten¨ªan empleo fijo. Ch¨¦rif ten¨ªa antecedentes penales. Amedy Coulibaly, el asaltante del supermercado Hyper Cacher, naci¨® en el seno de una familia numerosa y delinqu¨ªa desde los 18 a?os. Los tres son de origen inmigrante, pero nacidos en Francia. Eran europeos.
¡°Este tipo de personas fr¨¢giles son especialmente sensibles al discurso terrorista¡±, explica Bouzar. ¡°Las redes radicales captan adeptos convenciendo a estos j¨®venes de que son superiores y de que a su lado tendr¨¢n una misi¨®n en la vida. Les hacen creer que su superioridad es la raz¨®n de su malestar social¡±.
El experto Ahmed-Chaoud explica que el proselitismo yihadista se alimenta de una visi¨®n de un mundo repleto de mentiras y corrupci¨®n con sociedades secretas que manipulan a la humanidad.
La rapidez con la que se convierten estos j¨®venes, musulmanes o no, ha sido la raz¨®n en la que se ha escudado la ministra de Justicia, Christian Taubira, para explicar la falta de prevenci¨®n frente a terroristas previamente fichados por la polic¨ªa como ha sido el caso de las matanzas de Par¨ªs de esta semana pasada. Tanto el abogado de Coulibaly como el de Ch¨¦rif Kouachi han expresado su sorpresa ante la transformaci¨®n de sus defendidos, una vez identificados como los terroristas de Par¨ªs. La c¨¢rcel reaparece como granero del yihadismo. La crisis econ¨®mica, con un nivel de paro r¨¦cord que afecta m¨¢s duramente a los j¨®venes, especialmente si estos son de origen inmigrante, es otro actor relevante.
El sociol¨®go y fil¨®sofo Edgar Morin ha recordado recientemente en Le Monde las obras islam¨®fobas de ?ric Zemmour (El suicidio franc¨¦s) y de Michel Houllebecq (Sumisi¨®n, novela retirada tras las matanzas) para concluir que el miedo se puede agravar entre los franceses de origen cristiano, ¨¢rabe y jud¨ªo y que hay en curso un ¡°proceso de descomposici¨®n¡±. ¡°Francia tiene un problema con los hijos de los inmigrantes y ha minimizado sistem¨¢ticamente el problema¡±, a?ade Ahmed-Chaoud.
Las tensiones sociales por diferencias de origen cultural y religioso no son circunstancias ajenas a los ataques de Par¨ªs. En Francia viven alrededor de cinco millones de musulmanes y 600.000 jud¨ªos.
La laicidad es una ense?a esencial del pa¨ªs y se viven con especial tensi¨®n debates como el de la prohibici¨®n del velo integral. Las dificultades de integraci¨®n de una amplia capa social de j¨®venes musulmanes est¨¢ en el centro de la pol¨¦mica. ¡°La verdadera amenaza es la islamofobia y la exclusi¨®n, que pueden explicar, que no excusar, la radicalizaci¨®n de los j¨®venes¡±, dec¨ªa en Le Monde el viernes el especialista en el islam Olivier Roy. ¡°Francia ha minimizado sistem¨¢ticamente el problema¡±, a?ade Azzedine Ahmed-Chaoud, autor del libro La Francia de la yihad.
La convivencia en una sociedad multicultural est¨¢ en entredicho, aunque para algunos, como el historiador de origen argelino Benjam¨ªn Stora, director del Museo de la Historia de la Inmigraci¨®n, es solo un problema de n¨²meros, lo que obliga a establecer una relaci¨®n directa entre la enorme comunidad musulmana y el hecho de que Francia sea el principal proveedor en Europa de yihadistas extranjeros al Estado Isl¨¢mico (casi 1.200). ¡°No podemos olvidar que los musulmanes son v¨ªctimas importantes de los ataques radicales¡±, alerta Michel Taube, fundador de Juntos contra la pena de muerte. Francia es, en todo caso, un campo de operaciones esencial dada su historia. ¡°El hecho de que los tres m¨¢s importantes pa¨ªses del Magreb hayan estado colonizados por Francia ha situado a este pa¨ªs en el coraz¨®n de la actualidad que ahora bien conocemos¡±. Su entrada en la guerra de Irak contra el Estado Isl¨¢mico en septiembre pasado le ha convertido, adem¨¢s, en un pa¨ªs especialmente amenazado.
En prevenci¨®n de nuevas fracturas sociales, el primer ministro Manuel Valls hizo el s¨¢bado un en¨¦simo llamamiento a la calma y a rechazar la idea de estar ante una confrontaci¨®n religiosa. El Gobierno lanza mensajes de rearme ideol¨®gico para defender ¡°el valor preciado de la libertad¡± frente a la barbarie de unos pocos; ¡°capas marginales de la sociedad¡±, remacha Stora, ¡°en un pa¨ªs en el que la inmensa mayor¨ªa de los musulmanes est¨¢n bien integrados¡±. Y a?ade: ¡°Llevo 35 a?os dando clase en universidades de la banlieue (barriadas de la periferia) y he visto muchos curr¨ªculos exitosos de musulmanes¡±. Las declaraciones del expresidente Nicolas Sarkozy evocando el jueves a la salida del El¨ªseo una guerra de civilizaciones no ayuda. La antrop¨®loga Dounia Bouzar coincide con Valls en que esta es una guerra contra el terrorismo. ¡°El radicalismo es un proyecto totalitario¡±, dice. ¡°De hecho, busca la exterminaci¨®n del otro¡±.
¡°Francia es ahora consciente de la dimensi¨®n del desaf¨ªo¡±, ha dicho el presidente Fran?ois Hollande. En la defensa de sus valores ha coincidido con Sarkozy, que ha declarado: ¡°Hay que luchar por nuestro modo de vida¡±. En la noche del domingo, France 2 organiz¨® un concierto-homenaje a Charlie Hebdo. Entre aplausos, y ya bien concluida la impresionante manifestaci¨®n de Par¨ªs, el redactor jefe del semanario sat¨ªrico agradeci¨® todos los apoyos y pidi¨®: "Que todos los que est¨¢n a nuestro lado lo est¨¦n para defender la laicidad".
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